En paralelo a las demandas que mantienen los estudiantes secundarios, distintos liceos tomados han informado de denuncias particulares respecto al funcionamiento de sus establecimientos, donde la movilización ha servido para que los apoderados se sumen a la ofensiva de los escolares por mejorar las condiciones de estudio.
En San Bernardo, una de las situaciones más graves se vivió la madrugada del viernes en el Liceo Miguel Aylwin. Un piquete de Carabineros de Fuerzas Especiales ingresó al liceo pasadas las 5 de la mañana, quienes lanzaron bombas lacrimógenas y amenazaron con sus armas de servicio a los escolares que pernoctaban en el lugar. Tres jóvenes resultaron con heridas y hematomas, y otros se parapetaron en salas con llave y llamaron a sus familias.
El concejal de San Bernardo, Leonardo Soto, fue convocado por la comunidad y llegó a verificar la situación, quien llevó a los estudiantes a un centro asistencial para constatar lesiones. El funcionario municipal anunció una querella criminal contra los responsables.
“Esto me parece grave, con los muchachos presentaremos una querella criminal, porque ese actuar de carabineros debe ser penalizado. Un funcionario policial que comete este tipo de tropelías no se diferencia de un delincuente, y no es lo que una sociedad democrática espera de sus carabineros”, indicó el concejal.
En Ñuñoa, la movilización registra distintos casos, en el Liceo Guillermo González Heinrich, un docente denunció el pago a alumnos de cuarto medio para impedir la toma del establecimiento. Radio Universidad de Chile se comunicó con la dirección del liceo, y señalaron no dar declaraciones al respecto, así tampoco desmentir la información.
En tanto, los alumnos del Liceo República de Siria mantienen la toma del establecimiento por incumplimiento de distintas garantías, ocupación que es apoyada por los apoderados.
Hace un tiempo el liceo anunció ser el primer plantel “sin papel”, usando notebooks, pantallas digitales y registro electrónico de asistencia. No obstante, los alumnos señalan que eso no se ha cumplido, y por el contrario, la infraestructura está en evidente abandono, sin que sea posible ocupar duchas, además de desperfectos al interior de las aulas.
Bastián Ramírez es dirigente de los alumnos del liceo República de Siria, y señaló que la movilización general permitió que la comunidad establezca un petitorio propio. “En primera instancia, los apoderados están de acuerdo con nosotros. Antes de que nos levantáramos, había costumbre de vender la pomada en el colegio con resultados con o sin tecnología. Yo no digo que la tecnología sea necesaria para los resultados, pero nos molesta que prometan tantas cosas para afuera y en realidad no es así, los apoderados sienten impotencia y se sienten engañados, igual que los estudiantes, estamos aburridos de que pase esto”, declaró.
Ajeno a las conversaciones entre los dirigentes nacionales y el Gobierno, los liceos mantienen ocupaciones y demandas individuales en cada establecimiento, donde el término del conflicto no significa asistir a sus peticiones, pero ha permitido que los estudiantes saquen la voz respecto a falencias presentes en la educación municipal.
En paralelo a las demandas que mantienen los estudiantes secundarios, distintos liceos tomados han informado de denuncias particulares respecto al funcionamiento de sus establecimientos, donde la movilización ha servido para que los apoderados se sumen a la ofensiva de los escolares por mejorar las condiciones de estudio.
En San Bernardo, una de las situaciones más graves se vivió la madrugada del viernes en el Liceo Miguel Aylwin. Un piquete de Carabineros de Fuerzas Especiales ingresó al liceo pasadas las 5 de la mañana, quienes lanzaron bombas lacrimógenas y amenazaron con sus armas de servicio a los escolares que pernoctaban en el lugar. Tres jóvenes resultaron con heridas y hematomas, y otros se parapetaron en salas con llave y llamaron a sus familias.
El concejal de San Bernardo, Leonardo Soto, fue convocado por la comunidad y llegó a verificar la situación, quien llevó a los estudiantes a un centro asistencial para constatar lesiones. El funcionario municipal anunció una querella criminal contra los responsables.
“Esto me parece grave, con los muchachos presentaremos una querella criminal, porque ese actuar de carabineros debe ser penalizado. Un funcionario policial que comete este tipo de tropelías no se diferencia de un delincuente, y no es lo que una sociedad democrática espera de sus carabineros”, indicó el concejal.
En Ñuñoa, la movilización registra distintos casos, en el Liceo Guillermo González Heinrich, un docente denunció el pago a alumnos de cuarto medio para impedir la toma del establecimiento. Radio Universidad de Chile se comunicó con la dirección del liceo, y señalaron no dar declaraciones al respecto, así tampoco desmentir la información.
En tanto, los alumnos del Liceo República de Siria mantienen la toma del establecimiento por incumplimiento de distintas garantías, ocupación que es apoyada por los apoderados.
Hace un tiempo el liceo anunció ser el primer plantel “sin papel”, usando notebooks, pantallas digitales y registro electrónico de asistencia. No obstante, los alumnos señalan que eso no se ha cumplido, y por el contrario, la infraestructura está en evidente abandono, sin que sea posible ocupar duchas, además de desperfectos al interior de las aulas.
Bastián Ramírez es dirigente de los alumnos del liceo República de Siria, y señaló que la movilización general permitió que la comunidad establezca un petitorio propio. “En primera instancia, los apoderados están de acuerdo con nosotros. Antes de que nos levantáramos, había costumbre de vender la pomada en el colegio con resultados con o sin tecnología. Yo no digo que la tecnología sea necesaria para los resultados, pero nos molesta que prometan tantas cosas para afuera y en realidad no es así, los apoderados sienten impotencia y se sienten engañados, igual que los estudiantes, estamos aburridos de que pase esto”, declaró.
Ajeno a las conversaciones entre los dirigentes nacionales y el Gobierno, los liceos mantienen ocupaciones y demandas individuales en cada establecimiento, donde el término del conflicto no significa asistir a sus peticiones, pero ha permitido que los estudiantes saquen la voz respecto a falencias presentes en la educación municipal.
En paralelo a las demandas que mantienen los estudiantes secundarios, distintos liceos tomados han informado de denuncias particulares respecto al funcionamiento de sus establecimientos, donde la movilización ha servido para que los apoderados se sumen a la ofensiva de los escolares por mejorar las condiciones de estudio.
En San Bernardo, una de las situaciones más graves se vivió la madrugada del viernes en el Liceo Miguel Aylwin. Un piquete de Carabineros de Fuerzas Especiales ingresó al liceo pasadas las 5 de la mañana, quienes lanzaron bombas lacrimógenas y amenazaron con sus armas de servicio a los escolares que pernoctaban en el lugar. Tres jóvenes resultaron con heridas y hematomas, y otros se parapetaron en salas con llave y llamaron a sus familias.
El concejal de San Bernardo, Leonardo Soto, fue convocado por la comunidad y llegó a verificar la situación, quien llevó a los estudiantes a un centro asistencial para constatar lesiones. El funcionario municipal anunció una querella criminal contra los responsables.
“Esto me parece grave, con los muchachos presentaremos una querella criminal, porque ese actuar de carabineros debe ser penalizado. Un funcionario policial que comete este tipo de tropelías no se diferencia de un delincuente, y no es lo que una sociedad democrática espera de sus carabineros”, indicó el concejal.
En Ñuñoa, la movilización registra distintos casos, en el Liceo Guillermo González Heinrich, un docente denunció el pago a alumnos de cuarto medio para impedir la toma del establecimiento. Radio Universidad de Chile se comunicó con la dirección del liceo, y señalaron no dar declaraciones al respecto, así tampoco desmentir la información.
En tanto, los alumnos del Liceo República de Siria mantienen la toma del establecimiento por incumplimiento de distintas garantías, ocupación que es apoyada por los apoderados.
Hace un tiempo el liceo anunció ser el primer plantel “sin papel”, usando notebooks, pantallas digitales y registro electrónico de asistencia. No obstante, los alumnos señalan que eso no se ha cumplido, y por el contrario, la infraestructura está en evidente abandono, sin que sea posible ocupar duchas, además de desperfectos al interior de las aulas.
Bastián Ramírez es dirigente de los alumnos del liceo República de Siria, y señaló que la movilización general permitió que la comunidad establezca un petitorio propio. “En primera instancia, los apoderados están de acuerdo con nosotros. Antes de que nos levantáramos, había costumbre de vender la pomada en el colegio con resultados con o sin tecnología. Yo no digo que la tecnología sea necesaria para los resultados, pero nos molesta que prometan tantas cosas para afuera y en realidad no es así, los apoderados sienten impotencia y se sienten engañados, igual que los estudiantes, estamos aburridos de que pase esto”, declaró.
Ajeno a las conversaciones entre los dirigentes nacionales y el Gobierno, los liceos mantienen ocupaciones y demandas individuales en cada establecimiento, donde el término del conflicto no significa asistir a sus peticiones, pero ha permitido que los estudiantes saquen la voz respecto a falencias presentes en la educación municipal.
