El prosecretario de la Presidencia uruguaya, Alberto Breccia, declaró el lunes que el ministerio de Defensa de su país ha formulado una denuncia penal contra cinco cascos azules uruguayos envueltos en la presunta agresión sexual a un joven haitiano.
“El convenio que existe cuando se envían tropas a cumplir misiones en Naciones Unidas establece que todos aquellos hechos con apariencia delictiva cometidos por efectivos militares en cumplimiento de misiones de paz deberán ser juzgados por los tribunales del país de origen de dichos efectivos”, dijo el lunes prosecretario de Presidencia, Alberto Breccia. La Armada uruguaya y los tribunales militar y ordinario también patrocinan la denuncia.
Sin embargo, los marinos uruguayos continuaban el lunes en Haití a la espera de que culmine la segunda investigación que lleva a cabo Naciones Unidas. Entretanto, las autoridades haitianas también abrieron una investigación contra los cascos azules, aseguró el juez a cargo del caso, Paul Tarte, quien agregó que se obtuvo evidencia médica del ataque.
Manifestaciones en Haití
El lunes, cerca de un millar de personas protestaron en Haití frente a las instalaciones de la Minustah (Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití) en Port Salut, donde ocurrió el hecho que desató el escándalo. Los manifestantes exigían la partida de la Minustah en un hecho que el presidente haitiano, Michel Martelly, no ha dudado en calificar de “violación colectiva”.
“Si la persona violada hubiese sido un miembro de la Minustah, le garantizo que esto habría sido distinto –dijo Moïse, un habitante de la capital entrevistado por RFI en Haití-. Es necesario que las personas que dirigen las Naciones Unidas, como Ban Ki-moon, tomen conciencia de que tienen hijos y de que podría pasarles a ellos. Tienen que reaccionar no sólo como personas responsables, sino y ante todo como seres humanos”.
La población haitiana no se hace ilusiones. “Como en Haití nunca hay investigaciones, se dice: ‘la investigación continúa’. Pero tres días después, se olvidan de que una persona ha muerte”, opinó Immacula Gerdais, de 56 años. “La Minustah tiene el deber de indemnizar a este joven de 18 años. Deben arrestar a estos tipos y juzgarlo para que nunca más vuelvan a hacer esto”.
El episodio que desató la polémica quedó grabado en un video de 45 segundos, difundido el fin de semana en internet. En la cinta se ve a un grupo de al menos cuatro soldados que mantienen a un joven haitiano boca abajo sobre un colchón en el piso y con sus manos hacia atrás. Uno de los marinos está desnudo y en un momento se inclina brevemente sobre el joven, en una situación en la que parece abusar sexualmente de él.
La imagen, grabada con un teléfono móvil, es difusa y en todo momento se escuchan risas. Al final del video, los soldados ayudan al joven a levantarse, en medio de carcajadas.
El prosecretario de la Presidencia uruguaya, Alberto Breccia, declaró el lunes que el ministerio de Defensa de su país ha formulado una denuncia penal contra cinco cascos azules uruguayos envueltos en la presunta agresión sexual a un joven haitiano.
“El convenio que existe cuando se envían tropas a cumplir misiones en Naciones Unidas establece que todos aquellos hechos con apariencia delictiva cometidos por efectivos militares en cumplimiento de misiones de paz deberán ser juzgados por los tribunales del país de origen de dichos efectivos”, dijo el lunes prosecretario de Presidencia, Alberto Breccia. La Armada uruguaya y los tribunales militar y ordinario también patrocinan la denuncia.
Sin embargo, los marinos uruguayos continuaban el lunes en Haití a la espera de que culmine la segunda investigación que lleva a cabo Naciones Unidas. Entretanto, las autoridades haitianas también abrieron una investigación contra los cascos azules, aseguró el juez a cargo del caso, Paul Tarte, quien agregó que se obtuvo evidencia médica del ataque.
Manifestaciones en Haití
El lunes, cerca de un millar de personas protestaron en Haití frente a las instalaciones de la Minustah (Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití) en Port Salut, donde ocurrió el hecho que desató el escándalo. Los manifestantes exigían la partida de la Minustah en un hecho que el presidente haitiano, Michel Martelly, no ha dudado en calificar de “violación colectiva”.
“Si la persona violada hubiese sido un miembro de la Minustah, le garantizo que esto habría sido distinto –dijo Moïse, un habitante de la capital entrevistado por RFI en Haití-. Es necesario que las personas que dirigen las Naciones Unidas, como Ban Ki-moon, tomen conciencia de que tienen hijos y de que podría pasarles a ellos. Tienen que reaccionar no sólo como personas responsables, sino y ante todo como seres humanos”.
La población haitiana no se hace ilusiones. “Como en Haití nunca hay investigaciones, se dice: ‘la investigación continúa’. Pero tres días después, se olvidan de que una persona ha muerte”, opinó Immacula Gerdais, de 56 años. “La Minustah tiene el deber de indemnizar a este joven de 18 años. Deben arrestar a estos tipos y juzgarlo para que nunca más vuelvan a hacer esto”.
El episodio que desató la polémica quedó grabado en un video de 45 segundos, difundido el fin de semana en internet. En la cinta se ve a un grupo de al menos cuatro soldados que mantienen a un joven haitiano boca abajo sobre un colchón en el piso y con sus manos hacia atrás. Uno de los marinos está desnudo y en un momento se inclina brevemente sobre el joven, en una situación en la que parece abusar sexualmente de él.
La imagen, grabada con un teléfono móvil, es difusa y en todo momento se escuchan risas. Al final del video, los soldados ayudan al joven a levantarse, en medio de carcajadas.
El prosecretario de la Presidencia uruguaya, Alberto Breccia, declaró el lunes que el ministerio de Defensa de su país ha formulado una denuncia penal contra cinco cascos azules uruguayos envueltos en la presunta agresión sexual a un joven haitiano.
“El convenio que existe cuando se envían tropas a cumplir misiones en Naciones Unidas establece que todos aquellos hechos con apariencia delictiva cometidos por efectivos militares en cumplimiento de misiones de paz deberán ser juzgados por los tribunales del país de origen de dichos efectivos”, dijo el lunes prosecretario de Presidencia, Alberto Breccia. La Armada uruguaya y los tribunales militar y ordinario también patrocinan la denuncia.
Sin embargo, los marinos uruguayos continuaban el lunes en Haití a la espera de que culmine la segunda investigación que lleva a cabo Naciones Unidas. Entretanto, las autoridades haitianas también abrieron una investigación contra los cascos azules, aseguró el juez a cargo del caso, Paul Tarte, quien agregó que se obtuvo evidencia médica del ataque.
Manifestaciones en Haití
El lunes, cerca de un millar de personas protestaron en Haití frente a las instalaciones de la Minustah (Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití) en Port Salut, donde ocurrió el hecho que desató el escándalo. Los manifestantes exigían la partida de la Minustah en un hecho que el presidente haitiano, Michel Martelly, no ha dudado en calificar de “violación colectiva”.
“Si la persona violada hubiese sido un miembro de la Minustah, le garantizo que esto habría sido distinto –dijo Moïse, un habitante de la capital entrevistado por RFI en Haití-. Es necesario que las personas que dirigen las Naciones Unidas, como Ban Ki-moon, tomen conciencia de que tienen hijos y de que podría pasarles a ellos. Tienen que reaccionar no sólo como personas responsables, sino y ante todo como seres humanos”.
La población haitiana no se hace ilusiones. “Como en Haití nunca hay investigaciones, se dice: ‘la investigación continúa’. Pero tres días después, se olvidan de que una persona ha muerte”, opinó Immacula Gerdais, de 56 años. “La Minustah tiene el deber de indemnizar a este joven de 18 años. Deben arrestar a estos tipos y juzgarlo para que nunca más vuelvan a hacer esto”.
El episodio que desató la polémica quedó grabado en un video de 45 segundos, difundido el fin de semana en internet. En la cinta se ve a un grupo de al menos cuatro soldados que mantienen a un joven haitiano boca abajo sobre un colchón en el piso y con sus manos hacia atrás. Uno de los marinos está desnudo y en un momento se inclina brevemente sobre el joven, en una situación en la que parece abusar sexualmente de él.
La imagen, grabada con un teléfono móvil, es difusa y en todo momento se escuchan risas. Al final del video, los soldados ayudan al joven a levantarse, en medio de carcajadas.
