Especialistas del Grupo de Política Monetaria (GPM) recomiendan al Banco Central mantener la tasa que fija el interés para las operaciones interbancarias en un 5,25 por ciento, es decir, mantenerse neutral ante el escenario mundial de desequilibro económico.
La semana pasada Chile colocó bonos soberanos en los mercados internacionales por unos US$ 1.350 millones, una medida presentada por el ministro Felipe Larraín para asegurar la liquidez, como parte del plan de contingencia para actuar ante una eventual agudización de los problemas de la economía global.
La medida adoptada por el gobierno fue considerado un buen gesto por parte de los economistas del GPM que observan constantemente las variables que inciden en la estabilidad, como el mercado del dinero, el tipo y porcentaje de interés, pero declaran que no es suficiente para mitigar el impacto que podría tener la economía mundial sobre la situación en Chile, ya que este semestre ni los próximos años podrá crecer a tasas cercanas al 5 por ciento, lo que probablemente aumentará el desempleo.
Es por eso, que analizando las distintas aristas, el Grupo de Política Monetaria recomienda al Banco Central mantener la tasa de interés de las operaciones de mercado abierto, facilidades de crédito y depósito.
Así lo informó Alejandro Fernández, socio y gerente de estudios de Gemines Consultores y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, quien no visualiza un panorama auspicioso futuro. “Tengo la impresión de que el escenario es realmente malo en el exterior y creo que es bueno estar preparado. Si al final del día no pasa nada, eso es fantástico. Pero si ocurre algo, es bueno estar consciente de lo que puede suceder. Siempre es preferible que las cosas se anticipen de alguna manera y no nos pillen de sorpresa”, dijo.
El experto agregó que las empresas chilenas están en una posición muy sólida para enfrentar lo que venga. Además es optimista con la participación de China, ya que el país oriental ha demostrado su capacidad para mantenerse estable durante la crisis del 2008, y está llamado a sostener la economía mundial.
Por su parte, Guillermo Larraín, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, señala que el gobierno debe adelantarse y buscar algún mecanismo que les permita reaccionar ante un escenario que podría empeorar.
“Esperar que haya una crisis para mandar una ley, para enseguida pasar otros meses esperando a que se eche a andar la maquinaria estatal, probablemente uno se expone a que el gasto público llegue seis o nueve meses tarde dentro de lo que se quisiera y eso implica desempleo y una serie de problemas. Entonces yo creo que hay que buscar alguna fórmula para que el Presupuesto contemple un margen de flexibilidad que le permita al Gobierno reaccionar a tiempo el próximo año en caso que la cosa se ponga mala”, sostuvo el economista.
Larraín espera que China no tenga problemas porque, a pesar de tener algunas falencias inflacionarias y algo de riesgo crediticio, “tendrán que arrastrar la locomotora del crecimiento durante mucho tiempo”, señala el especialista.
Además, recomienda que Chile utilice sus lazos comerciales con economías consolidadas como potencias emergentes como son Brasil e India. “Chile tiene la flexibilidad, los canales y una batería de acuerdos de libre comercio que le permitirá a sus empresas moverse bien los próximos años”, asegura el académico de la Universidad de Chile.
En el peor de los casos, Chile tiene capacidad para acceder a los mercados financieros internacionales a buen precio, ya que es calificado como un buen pagador de créditos.
Para finalizar, los economistas fueron enfáticos en que va a haber una desaceleración inevitablemente, eso no está en discusión, pero hay margen para moverse con tranquilidad.
Especialistas del Grupo de Política Monetaria (GPM) recomiendan al Banco Central mantener la tasa que fija el interés para las operaciones interbancarias en un 5,25 por ciento, es decir, mantenerse neutral ante el escenario mundial de desequilibro económico.
La semana pasada Chile colocó bonos soberanos en los mercados internacionales por unos US$ 1.350 millones, una medida presentada por el ministro Felipe Larraín para asegurar la liquidez, como parte del plan de contingencia para actuar ante una eventual agudización de los problemas de la economía global.
La medida adoptada por el gobierno fue considerado un buen gesto por parte de los economistas del GPM que observan constantemente las variables que inciden en la estabilidad, como el mercado del dinero, el tipo y porcentaje de interés, pero declaran que no es suficiente para mitigar el impacto que podría tener la economía mundial sobre la situación en Chile, ya que este semestre ni los próximos años podrá crecer a tasas cercanas al 5 por ciento, lo que probablemente aumentará el desempleo.
Es por eso, que analizando las distintas aristas, el Grupo de Política Monetaria recomienda al Banco Central mantener la tasa de interés de las operaciones de mercado abierto, facilidades de crédito y depósito.
Así lo informó Alejandro Fernández, socio y gerente de estudios de Gemines Consultores y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, quien no visualiza un panorama auspicioso futuro. “Tengo la impresión de que el escenario es realmente malo en el exterior y creo que es bueno estar preparado. Si al final del día no pasa nada, eso es fantástico. Pero si ocurre algo, es bueno estar consciente de lo que puede suceder. Siempre es preferible que las cosas se anticipen de alguna manera y no nos pillen de sorpresa”, dijo.
El experto agregó que las empresas chilenas están en una posición muy sólida para enfrentar lo que venga. Además es optimista con la participación de China, ya que el país oriental ha demostrado su capacidad para mantenerse estable durante la crisis del 2008, y está llamado a sostener la economía mundial.
Por su parte, Guillermo Larraín, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, señala que el gobierno debe adelantarse y buscar algún mecanismo que les permita reaccionar ante un escenario que podría empeorar.
“Esperar que haya una crisis para mandar una ley, para enseguida pasar otros meses esperando a que se eche a andar la maquinaria estatal, probablemente uno se expone a que el gasto público llegue seis o nueve meses tarde dentro de lo que se quisiera y eso implica desempleo y una serie de problemas. Entonces yo creo que hay que buscar alguna fórmula para que el Presupuesto contemple un margen de flexibilidad que le permita al Gobierno reaccionar a tiempo el próximo año en caso que la cosa se ponga mala”, sostuvo el economista.
Larraín espera que China no tenga problemas porque, a pesar de tener algunas falencias inflacionarias y algo de riesgo crediticio, “tendrán que arrastrar la locomotora del crecimiento durante mucho tiempo”, señala el especialista.
Además, recomienda que Chile utilice sus lazos comerciales con economías consolidadas como potencias emergentes como son Brasil e India. “Chile tiene la flexibilidad, los canales y una batería de acuerdos de libre comercio que le permitirá a sus empresas moverse bien los próximos años”, asegura el académico de la Universidad de Chile.
En el peor de los casos, Chile tiene capacidad para acceder a los mercados financieros internacionales a buen precio, ya que es calificado como un buen pagador de créditos.
Para finalizar, los economistas fueron enfáticos en que va a haber una desaceleración inevitablemente, eso no está en discusión, pero hay margen para moverse con tranquilidad.
Especialistas del Grupo de Política Monetaria (GPM) recomiendan al Banco Central mantener la tasa que fija el interés para las operaciones interbancarias en un 5,25 por ciento, es decir, mantenerse neutral ante el escenario mundial de desequilibro económico.
La semana pasada Chile colocó bonos soberanos en los mercados internacionales por unos US$ 1.350 millones, una medida presentada por el ministro Felipe Larraín para asegurar la liquidez, como parte del plan de contingencia para actuar ante una eventual agudización de los problemas de la economía global.
La medida adoptada por el gobierno fue considerado un buen gesto por parte de los economistas del GPM que observan constantemente las variables que inciden en la estabilidad, como el mercado del dinero, el tipo y porcentaje de interés, pero declaran que no es suficiente para mitigar el impacto que podría tener la economía mundial sobre la situación en Chile, ya que este semestre ni los próximos años podrá crecer a tasas cercanas al 5 por ciento, lo que probablemente aumentará el desempleo.
Es por eso, que analizando las distintas aristas, el Grupo de Política Monetaria recomienda al Banco Central mantener la tasa de interés de las operaciones de mercado abierto, facilidades de crédito y depósito.
Así lo informó Alejandro Fernández, socio y gerente de estudios de Gemines Consultores y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, quien no visualiza un panorama auspicioso futuro. “Tengo la impresión de que el escenario es realmente malo en el exterior y creo que es bueno estar preparado. Si al final del día no pasa nada, eso es fantástico. Pero si ocurre algo, es bueno estar consciente de lo que puede suceder. Siempre es preferible que las cosas se anticipen de alguna manera y no nos pillen de sorpresa”, dijo.
El experto agregó que las empresas chilenas están en una posición muy sólida para enfrentar lo que venga. Además es optimista con la participación de China, ya que el país oriental ha demostrado su capacidad para mantenerse estable durante la crisis del 2008, y está llamado a sostener la economía mundial.
Por su parte, Guillermo Larraín, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, señala que el gobierno debe adelantarse y buscar algún mecanismo que les permita reaccionar ante un escenario que podría empeorar.
“Esperar que haya una crisis para mandar una ley, para enseguida pasar otros meses esperando a que se eche a andar la maquinaria estatal, probablemente uno se expone a que el gasto público llegue seis o nueve meses tarde dentro de lo que se quisiera y eso implica desempleo y una serie de problemas. Entonces yo creo que hay que buscar alguna fórmula para que el Presupuesto contemple un margen de flexibilidad que le permita al Gobierno reaccionar a tiempo el próximo año en caso que la cosa se ponga mala”, sostuvo el economista.
Larraín espera que China no tenga problemas porque, a pesar de tener algunas falencias inflacionarias y algo de riesgo crediticio, “tendrán que arrastrar la locomotora del crecimiento durante mucho tiempo”, señala el especialista.
Además, recomienda que Chile utilice sus lazos comerciales con economías consolidadas como potencias emergentes como son Brasil e India. “Chile tiene la flexibilidad, los canales y una batería de acuerdos de libre comercio que le permitirá a sus empresas moverse bien los próximos años”, asegura el académico de la Universidad de Chile.
En el peor de los casos, Chile tiene capacidad para acceder a los mercados financieros internacionales a buen precio, ya que es calificado como un buen pagador de créditos.
Para finalizar, los economistas fueron enfáticos en que va a haber una desaceleración inevitablemente, eso no está en discusión, pero hay margen para moverse con tranquilidad.
