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Año XVI, 28 de marzo de 2024


Escritorio

Destacan calidad humana y profesional de José Miguel Varas durante su velorio

Este lunes se realizarán los funerales del destacado periodista, escritor y locutor chileno, fallecido el viernes a los 83 años. Durante el fin de semana, cientos de chilenos le rindieron homenaje en su velorio, que se realizó en la casa Michoacán de Los Guindos que pertenecía a Pablo Neruda y Delia del Carril.

Javier Candia

  Domingo 25 de septiembre 2011 23:29 hrs. 
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Gran impacto en  el mundo de la prensa, la cultura y la política causó la muerte del Premio Nacional de Literatura 2006, José Miguel Varas, este viernes a los 83 años de edad.

Durante su dilatada trayectoria, José Miguel Varas trabajó en muchos medios de comunicación como las radios Minería y Magallanes, el Diario El Siglo, del que fue director, y Televisión Nacional, donde fue jefe de prensa.

Pero sin duda, gran parte de los chilenos, lo recuerdan como una de las voces principales del programa Escucha Chile, espacio que desde la Unión Soviética, la Radio Moscú transmitía por onda corta, como apoyo a la resistencia chilena a la dictadura militar.

Marcel Garcés, periodista que trabajó con Varas en El Siglo y en Radio Moscú  llegó a ser uno de sus amigos más cercanos y lo recuerda emocionadamente.

“Era un hombre de una gran sencillez, de una gran calidad humana, era un hombre que entregaba mucho a cada uno de los que en ese tiempo empezábamos en el periodismo, nos enseñó muchas cosas, tanto en lo profesional como en su ejemplo de ser humano. Era muy íntegro, muy cariñoso, muy cálido, al mismo tiempo muy exigente en su trabajo. Lo que yo destacaría de él, es que era un hombre muy comprometido con la lucha del pueblo chileno por la democracia, y en la etapa negra de la dictadura de Pinochet, por la defensa de los derechos humanos, de la vida”, recordó Garcés.

El rol del programa Escucha Chile y de José Miguel Varas en particular, en la lucha por el respeto a los derechos humanos y la recuperación de la democracia es recordado  por Manuel Guerrero Antequera, hijo de uno de los tres profesionales comunistas degollados en 1985.

“Un tremendo ser humano, un intelectual chileno excepcional, una persona comprometida, militante, con la causa de los trabajadores de Chile. Fue gran amigo de mi abuelo y también de mi padre, de hecho, una de las últimas entrevistas que dio mi padre se la dio a José Miguel. Le guardo mucho agradecimiento por la forma en que afrontó el periodismo, la escritura, la literatura, yo creo que es ejemplo para los jóvenes”, señaló Guerrero.

José´ Miguel Varas fue un hombre comprometido con su entorno, de militancia comunista durante casi toda su vida, trabajó activamente en el gobierno de la Unidad Popular, lo que le costó el exilio en la Unión Soviética- Luego de retornar a Chile siguió preocupado de la realidad nacional y en sus últimos días se emocionaba observando las luchas del movimiento estudiantil.

El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago de Chile, Camilo Ballesteros, asistió al velorio, según afirmó, para “demostrar lo que mi madre sentía” cuando escuchaba la voz de Varas desde Radio Moscú.

El diputado PC Guillermo Teillier, en tanto, descató la capacidad de Varas para ligar su militancia con su escritura. Además, destacó su sencillez y desapego a las cosas materiales. “Él lo que puso por delante fue acercarse a las personas”, dijo.

José Miguel Varas nació en Santiago en 1928. En 1945, ingresó a la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, donde cursó primero y segundo año. En 1947 abandonó sus estudios y durante un año concurrió como alumno libre a clases de Literatura  y de Filosofía (Teoría del conocimiento), en el Instituto Pedagógico de nuestra casa de estudios.

Su carrera literaria destaca por abordar distintos géneros como la novela, el cuento, la biografía y el periodismo. Miltante del Partido Comunista, después del golpe de estado partió al exilio a la Unión Soviética desde donde se convirtió en la voz representantiva de Radio Moscú con su programa “Escucha Chile”.

Dentro de sus obras destacan “Chacón” (biografía novelada, 1967), “Las pantuflas de Stalin” (crónicas, 1990), “Neruda y el huevo de Damocles” (1992), “El correo de Bagdad”, (novela, 1994), “La novela de Galvarino y Elena” (biografía novelada, 1995), “Neruda clandestino” (crónica, 2003) y “Los sueños del pintor” (novela, 2005).

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