El municipio de Ñuñoa fue tomado por una serie de profesores, padres, apoderados, y organizaciones sociales a modo de advertencia para que en la comuna se reviertan las medidas que se han tomado, entre ellas la amenaza y expulsión de alumnos que ya se está llevando a cabo, pese a que no ha finalizado el año escolar.
Esto además de violentos desalojos que han sufrido los estudiantes en colegios emblemáticos como el Liceo 7, el Agusto D’ Halmar o el liceo República de Siria en los que se ha podido constatar la presencia de personas que han reconocido haber sido contratados por el municipio y que actúan violentamente, como verdaderos “matones a sueldo”.
La presidenta del Colegio de Profesores comunal, Alejandra Placencia, afirmó que esto ha afectado también a los docentes, ya que el alcalde tiene a una serie de profesores en una lista negra a la espera de ser despedidos por apoyar el movimiento estudiantil. La dirigenta se refirió a esta conducta que ha mantenido el alcalde Pedro Sabat.
“Las medidas que ha tomado el alcalde Labbé son más o menos las medidas que el alcalde ya estaba tomando desde hace algunas semanas. Y por el revuelo público visto en Providencia debido al violento desalojo en el Liceo Lastarria. En ese sentido, las medidas podrían profundizarse para llegar a ese extremo, por eso el sentido de la acción de hoy, y evitar que esto se profundice y a modo de advertencia”, señaló la dirigenta.
Además el Liceo 7 de Ñuñoa fue retomado esta mañana por sus alumnos y el edificio está rodeado de fuerzas especiales, a la espera de un nuevo desalojo. Por lo que los padres y apoderados se reunieron en las afueras del establecimiento para evitar que se repitan los hechos de violencia ocurridos en el mismo colegio que fue desalojado dos veces anteriormente.
Uno de los voceros del liceo, señaló que se está viviendo un fuerte ensañamiento del alcalde Sabat, quien sólo busca frenar el movimiento estudiantil para demostrar a su sector político que puede mantener en orden la comuna, lo que no es así, ya que el movimiento ha alcanzado, también en Ñuñoa, una altísima adhesión.
El municipio de Ñuñoa fue tomado por una serie de profesores, padres, apoderados, y organizaciones sociales a modo de advertencia para que en la comuna se reviertan las medidas que se han tomado, entre ellas la amenaza y expulsión de alumnos que ya se está llevando a cabo, pese a que no ha finalizado el año escolar.
Esto además de violentos desalojos que han sufrido los estudiantes en colegios emblemáticos como el Liceo 7, el Agusto D’ Halmar o el liceo República de Siria en los que se ha podido constatar la presencia de personas que han reconocido haber sido contratados por el municipio y que actúan violentamente, como verdaderos “matones a sueldo”.
La presidenta del Colegio de Profesores comunal, Alejandra Placencia, afirmó que esto ha afectado también a los docentes, ya que el alcalde tiene a una serie de profesores en una lista negra a la espera de ser despedidos por apoyar el movimiento estudiantil. La dirigenta se refirió a esta conducta que ha mantenido el alcalde Pedro Sabat.
“Las medidas que ha tomado el alcalde Labbé son más o menos las medidas que el alcalde ya estaba tomando desde hace algunas semanas. Y por el revuelo público visto en Providencia debido al violento desalojo en el Liceo Lastarria. En ese sentido, las medidas podrían profundizarse para llegar a ese extremo, por eso el sentido de la acción de hoy, y evitar que esto se profundice y a modo de advertencia”, señaló la dirigenta.
Además el Liceo 7 de Ñuñoa fue retomado esta mañana por sus alumnos y el edificio está rodeado de fuerzas especiales, a la espera de un nuevo desalojo. Por lo que los padres y apoderados se reunieron en las afueras del establecimiento para evitar que se repitan los hechos de violencia ocurridos en el mismo colegio que fue desalojado dos veces anteriormente.
Uno de los voceros del liceo, señaló que se está viviendo un fuerte ensañamiento del alcalde Sabat, quien sólo busca frenar el movimiento estudiantil para demostrar a su sector político que puede mantener en orden la comuna, lo que no es así, ya que el movimiento ha alcanzado, también en Ñuñoa, una altísima adhesión.
El municipio de Ñuñoa fue tomado por una serie de profesores, padres, apoderados, y organizaciones sociales a modo de advertencia para que en la comuna se reviertan las medidas que se han tomado, entre ellas la amenaza y expulsión de alumnos que ya se está llevando a cabo, pese a que no ha finalizado el año escolar.
Esto además de violentos desalojos que han sufrido los estudiantes en colegios emblemáticos como el Liceo 7, el Agusto D’ Halmar o el liceo República de Siria en los que se ha podido constatar la presencia de personas que han reconocido haber sido contratados por el municipio y que actúan violentamente, como verdaderos “matones a sueldo”.
La presidenta del Colegio de Profesores comunal, Alejandra Placencia, afirmó que esto ha afectado también a los docentes, ya que el alcalde tiene a una serie de profesores en una lista negra a la espera de ser despedidos por apoyar el movimiento estudiantil. La dirigenta se refirió a esta conducta que ha mantenido el alcalde Pedro Sabat.
“Las medidas que ha tomado el alcalde Labbé son más o menos las medidas que el alcalde ya estaba tomando desde hace algunas semanas. Y por el revuelo público visto en Providencia debido al violento desalojo en el Liceo Lastarria. En ese sentido, las medidas podrían profundizarse para llegar a ese extremo, por eso el sentido de la acción de hoy, y evitar que esto se profundice y a modo de advertencia”, señaló la dirigenta.
Además el Liceo 7 de Ñuñoa fue retomado esta mañana por sus alumnos y el edificio está rodeado de fuerzas especiales, a la espera de un nuevo desalojo. Por lo que los padres y apoderados se reunieron en las afueras del establecimiento para evitar que se repitan los hechos de violencia ocurridos en el mismo colegio que fue desalojado dos veces anteriormente.
Uno de los voceros del liceo, señaló que se está viviendo un fuerte ensañamiento del alcalde Sabat, quien sólo busca frenar el movimiento estudiantil para demostrar a su sector político que puede mantener en orden la comuna, lo que no es así, ya que el movimiento ha alcanzado, también en Ñuñoa, una altísima adhesión.
