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El Deshuesadero de la Noticia

La trastienda del “Occupy Wall Street”

Los “indignados” estadounidenses se manifiestan en 52 ciudades de Estados Unidos y llegarán a pasos de la Casa Blanca. Una protesta en la entraña de la potencia que batió record en materia de pobreza y reduce el presupuesto federal. Los manifestantes del Parque Zuccotti parecen estar en la ruta de la Plaza Tahrir y la Plaza Catalunya.

Hugo Guzmán

  Lunes 3 de octubre 2011 18:31 hrs. 
Occupy-Wall-Street

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Para la periodista de “El País” de España, Bárbara Celis, se trata de “El otoño norteamericano”. Otros prefieren llamarla “La primavera estadounidense”, estableciendo una analogía con “La primavera árabe” que movió rebelados en Egipto y otros países. Y es que como en la Plaza Tahrir de El Cairo, la Puerta del Sol en Madrid o la Plaza Catalunya en Barcelona, los “indignados” se aparecieron ahora en el Parque Zuccotti, en Nueva York, estableciendo el “Occupy Wal Street”, a cuadras de la Bolsa de Valores y de oficinas de la gran banca y consorcios financieros de Estados Unidos.

Una rebelión que podría traer cambios o nuevas situaciones en la entraña del monstruo. Una suerte de primavera de la esperanza y la protesta social.

Dicen que el llamado a concentrarse en el centro financiero estadounidense y mundial llegó desde la revista “Adbusters” de Canadá. Lo comprobable es que un par de miles de estadounidenses terminaron por indignarse por la corrupción de las entidades financieras, los recortes al presupuesto federal, los abusos bancarios, la codicia de los millonarios y las desigualdades sociales y económicas. (¿En qué otro país hay enojo por aquello?)

En una nación donde se registra el peor índice de pobreza de los últimos 50 años, con 46 millones de personas (15% de la población) en esa situación, un 9% de desempleo formal y donde se pasó de 49 millones a 50 millones de ciudadanos sin seguro médico. En Estados Unidos el ingreso real familiar descendió en 6.4% y según el Departamento de Comercio el Producto Interno Bruto (PIB) subió apenas un 1.8%, a pesar de preverse en 2.3. El 26.6% de los hispanos en esa nación son pobres (13 millones) y el 7% de niñas y niños viven en la pobreza.

Contraste con grandes millonarios estadounidenses que tienen cuentas arriba de los 10 mil millones de dólares y en un país donde operan con éxito entidades como el Bank of America, Wells Fargo, JP Morgan Chase o el Citigroup. La Consultora Capgemini informó hace un tiempo que en Nueva York –donde se instalaron los “indignados”- hay unas 667 mil personas ricas, cada una con capital arriba de un millón de dólares, convirtiéndose esa urbe en la que concentra la mayor cantidad de adinerados de la Unión Americana. También de gente endeudada, sin seguro médico, desempleada, con trabajo precario.

El par de miles de “indignados” se concentró en el Parque Zuccotti, rebautizado como “Plaza de la Libertad” y se anidó bajo la consigna “La voz del 99 por ciento del país, y no la del 1 por ciento que sigue enriqueciéndose”; un uno por ciento que tiene más del 40% de la riqueza mundial. Los manifestantes se instalaron en el espacio de Wall Street y se colaron al puente Brookling que une Manhattan con Long Island.

Tienen el respaldo de personalidades como Michael Moore, Susan Sarandon, Cornel West y Noam Chomsky y de organizaciones como el Sindicato de Correos, la AFL-CIO, el Sindicato TWV del Metro neoyorquino, Sindicato automotriz UAW, Abuelas por la Paz y agrupaciones de profesores e inmigrantes. “Estudiantes y trabajadores, tomemos la ciudad” rezaba un cartel en la Plaza de la Libertad.

El movimiento traspasó las avenidas de Nueva York. Miles participaron en actividades en Los Ángeles, Boston, Filadelfia, Seattle, Chicago, San Francisco, Washington DC, Raleigh, Austin, Albuquerque y Portland. Se reporta que en unas 52 ciudades existen expresiones de indignación.

Michael Moore les dijo a los “indignados” que “en 100 años la gente recordará que ustedes llegaron a esta plaza e iniciaron este movimiento…Han hecho algo histórico, muy importante, esto tenía que suceder en algún lugar” de Estados Unidos.

Todo comenzó el 17 de septiembre (17/9) y los “indignados” estadounidenses están desafiando la lluvia, la represión, la hostilidad del alcalde neoyorquino y el cerco informativo montado en Estados Unidos y más allá de sus fronteras.

Esta expresión rebelde apunta a que los millonarios paguen más impuestos, dejen de participar en actividades corruptas, se regulen sus operaciones e ingresos, dejen de abusar de consumidores y se alejen de la política. Moore indicó que aquellos “son ladrones, son gánsters, son cleptómanos; han intentado tomar nuestra democracia y volverla una hipocresía”.

Noam Chomsky envío un saludo a los “indignados”: “Cualquiera que tenga los ojos abiertos sabe que el gansterismo de Wall Street -las instituciones financieras en general- ha causado un daño severo al pueblo de Estados Unidos (y del mundo). Y deben saber que ha sido así cada vez más a lo largo de más de 30 años, al incrementarse de manera radical su poder en la economía, y con ello su poder político. Eso desencadenó un ciclo vicioso que ha concentrado riqueza inmensa, y con ello poder político, en un sector muy reducido de la población, una fracción del uno por ciento, mientras el resto se vuelve cada vez más lo que a veces se llama ‘un precariado’: sobrevivir en una existencia precaria”.

El 17/9 se observa como continuidad del movimiento de los “indignados” españoles. Como parte de las manifestaciones en Grecia, Egipto, Reino Unido y ciudades latinoamericanas. En información del “New York Times” se recordó lo sucedido en Seattle en 1999 y Londres en 2009, donde miles protestaron contra las naciones más ricas y las multifinancieras. Distintos organismos de seguridad estadounidense están recopilando información de movimientos antisistémicos y acerca de los “indignados” para establecer tácticas a seguir. No es para menos. La protesta se metió en territorio del imperio.

Tan así, que el jueves 6 de octubre los “indignados” se instalarán en la capital estadounidense, en Freedom Plaza, entre la Casa Blanca y el Capitolio. A pocas cuadras del centro del poder político, después de estar a pocas cuadras del centro del poder financiero.-

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