Presidente de Yemen vuelve a renunciar y Premio Nobel de la Paz no le cree
El presidente Alí Abdullah Saleh insiste en que dejará el poder en los próximos días. La oposición rechaza la promesa que tantas veces ha incumplido el mandatario yemení. “No le creemos a este hombre. Tiene que entregar el poder que ha usurpado a nuestra revolución pacífica”, dijo Tawakkol Karman, la flamante Premio Nobel de la Paz 2011.
Domingo 9 de octubre 2011 10:34 hrs.
Por enésima vez, el presidente de Yemen anunció su intención de renunciar a su cargo con algunas condiciones y luego de asegurar que “será imposible” dejar el poder a sus opositores. La opositores calificaron la oferta como una nueva maniobra dilatoria del mandatario aferrado al poder desde hace 33 años.
Cansados de escuchar de boca de Alí Abdullah Saleh la promesa de su dimisión, los opositores a Saleh rechazaron la promesa. Y a su negativa se unió la voz de Tawakkol Karman, la joven yemení galardonada el viernes con Premio Nobel de la Paz. “No le creemos a este hombre. Tiene que entregar el poder que ha usurpado a nuestra revolución pacífica” denunció Karman al canal de noticias Al Jazeera.
Mohamad Sabri, dirigente del foro común donde se reúnen todos los partidos opositores, aseguró que la nueva intención de Abdalá Saleh de dejar el poder es “pura desinformación” y que si tiene realmente la intención de irse “debería hacerlo esta misma noche, como lo reclama el pueblo yemení”.
No es la primera vez que el gobernante yemení anuncia su salida del gobierno sin cumplirlo. Pero desde comiezos de este año, un enorme movimento popular antigubernamental acampa en la capital del país emplazándolo a que cumpla. La revuelta popular ha sido duramente reprimida desde sus inicios y en las últimas semanas se ha saldado con la muerte de más de un centenar de personas a manos de las fuerzas de seguridad del régimen.
Abdalá Saleh volvió el pasado 23 de septiembre a su país luego de tres meses de ausencia en Arabia Saudita donde estuvo hospitalizado después de ser blanco de un ataque en su palacio, en Saná, el 3 de junio. A su regreso, el mandatario reiteró su compromiso de traspasar de manera pacífica el poder tal y como figura en un plan elaborado por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que actua como mediador en esta crisis, e instó a los opositores a lanzarse a unas elecciones. Nada de eso se ha hecho efectivo y, en contrapartida, Saleh vuelve con el anuncio de su retiro y niega de manera enfática a la oposición la posibilidad de sucederlo en el poder.
Por enésima vez, el presidente de Yemen anunció su intención de renunciar a su cargo con algunas condiciones y luego de asegurar que “será imposible” dejar el poder a sus opositores. La opositores calificaron la oferta como una nueva maniobra dilatoria del mandatario aferrado al poder desde hace 33 años.
Cansados de escuchar de boca de Alí Abdullah Saleh la promesa de su dimisión, los opositores a Saleh rechazaron la promesa. Y a su negativa se unió la voz de Tawakkol Karman, la joven yemení galardonada el viernes con Premio Nobel de la Paz. “No le creemos a este hombre. Tiene que entregar el poder que ha usurpado a nuestra revolución pacífica” denunció Karman al canal de noticias Al Jazeera.
Mohamad Sabri, dirigente del foro común donde se reúnen todos los partidos opositores, aseguró que la nueva intención de Abdalá Saleh de dejar el poder es “pura desinformación” y que si tiene realmente la intención de irse “debería hacerlo esta misma noche, como lo reclama el pueblo yemení”.
No es la primera vez que el gobernante yemení anuncia su salida del gobierno sin cumplirlo. Pero desde comiezos de este año, un enorme movimento popular antigubernamental acampa en la capital del país emplazándolo a que cumpla. La revuelta popular ha sido duramente reprimida desde sus inicios y en las últimas semanas se ha saldado con la muerte de más de un centenar de personas a manos de las fuerzas de seguridad del régimen.
Abdalá Saleh volvió el pasado 23 de septiembre a su país luego de tres meses de ausencia en Arabia Saudita donde estuvo hospitalizado después de ser blanco de un ataque en su palacio, en Saná, el 3 de junio. A su regreso, el mandatario reiteró su compromiso de traspasar de manera pacífica el poder tal y como figura en un plan elaborado por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que actua como mediador en esta crisis, e instó a los opositores a lanzarse a unas elecciones. Nada de eso se ha hecho efectivo y, en contrapartida, Saleh vuelve con el anuncio de su retiro y niega de manera enfática a la oposición la posibilidad de sucederlo en el poder.
Por enésima vez, el presidente de Yemen anunció su intención de renunciar a su cargo con algunas condiciones y luego de asegurar que “será imposible” dejar el poder a sus opositores. La opositores calificaron la oferta como una nueva maniobra dilatoria del mandatario aferrado al poder desde hace 33 años.
Cansados de escuchar de boca de Alí Abdullah Saleh la promesa de su dimisión, los opositores a Saleh rechazaron la promesa. Y a su negativa se unió la voz de Tawakkol Karman, la joven yemení galardonada el viernes con Premio Nobel de la Paz. “No le creemos a este hombre. Tiene que entregar el poder que ha usurpado a nuestra revolución pacífica” denunció Karman al canal de noticias Al Jazeera.
Mohamad Sabri, dirigente del foro común donde se reúnen todos los partidos opositores, aseguró que la nueva intención de Abdalá Saleh de dejar el poder es “pura desinformación” y que si tiene realmente la intención de irse “debería hacerlo esta misma noche, como lo reclama el pueblo yemení”.
No es la primera vez que el gobernante yemení anuncia su salida del gobierno sin cumplirlo. Pero desde comiezos de este año, un enorme movimento popular antigubernamental acampa en la capital del país emplazándolo a que cumpla. La revuelta popular ha sido duramente reprimida desde sus inicios y en las últimas semanas se ha saldado con la muerte de más de un centenar de personas a manos de las fuerzas de seguridad del régimen.
Abdalá Saleh volvió el pasado 23 de septiembre a su país luego de tres meses de ausencia en Arabia Saudita donde estuvo hospitalizado después de ser blanco de un ataque en su palacio, en Saná, el 3 de junio. A su regreso, el mandatario reiteró su compromiso de traspasar de manera pacífica el poder tal y como figura en un plan elaborado por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que actua como mediador en esta crisis, e instó a los opositores a lanzarse a unas elecciones. Nada de eso se ha hecho efectivo y, en contrapartida, Saleh vuelve con el anuncio de su retiro y niega de manera enfática a la oposición la posibilidad de sucederlo en el poder.
