Multitud de “indignados” en Europa, disturbios en Roma y menor participación en América. Miles de “indignados” del mundo se manifestaron el sábado en casi mil ciudades bajo la frase “Unidos para un cambio global” contra los políticos y el poder financiero y bancario actual.
En la capital japonesa un centenar de personas reclamó por las desigualdades políticas y financieras y también contra las centrales atómicas, cada vez más viva tras el terremoto que en marzo dañó la central nuclear de Fukushima.
Las marchas más masivas del descontento social se vivieron en Europa y fueron pacíficas y con un tono festivo, excepto en Roma, en donde se registraron incidentes violentos con decenas de heridos y multitud de daños materiales.
En Italia, los enfrentamientos entre la policía y varios centenares de encapuchados durante la manifestación convirtieron Roma en un campo de batalla.
Los encapuchados incendiaron vehículos y un edificio del ministerio de Defensa, atacaron comercios y bancos y les arrojaron piedras, bengalas y petardos durante la manifestación, que comenzó pacíficamente y en la que participaron unas 200.000 personas, según los organizadores.
En España, país inmerso en una fuerte crisis económica y con un índice de desempleo del 20%, cientos de miles de personas salieron a las calles en casi un centenar de ciudades bajo el lema “Unidos por un cambio global”.
La protesta más importante fue en Madrid, donde la multitud caminó entre la plaza de Cibeles y la Puerta del Sol, donde hace cinco meses se inició el movimiento de indignados del “15M”.
En Alemania, unas 40.000 personas -según cálculos del movimiento antiglobalización ATTAC- participaron por todo el país, con las mayores concentraciones ante la sede del Banco Central Europeo en Fráncfort y ante la Cancillería.
En Atenas centenares de “indignados” griegos estuvieron en la plaza Sintagma, símbolo de las protestas contra la política de recortes que aplica el Gobierno para evitar la bancarrota.
En Londres, la concentración estuvo frente a la catedral de San Pablo, aunque los manifestantes no pudieron acceder a la zona donde se ubica la Bolsa de Valores debido a un fuerte cordón policial.
Los “indignados” del “Ocupa Wall Street” reunieron a más de 5.000 personas en Nueya York, en donde las marchas desde la plaza Zucotti, en Manhattan y en donde mantienen un campamento desde hace cinco semanas, hasta otras céntricas zonas de Manhattan.
Chile fue el escenario de la mayor muestra de indignación social en Latinoamérica. En Santiago unas 100 mil personas, según los organizadores, exigió la redacción de una nueva Constitución que sustituya a la actual, original de la dictadura de Augusto Pinochet, entre otros temas.
Multitud de “indignados” en Europa, disturbios en Roma y menor participación en América. Miles de “indignados” del mundo se manifestaron el sábado en casi mil ciudades bajo la frase “Unidos para un cambio global” contra los políticos y el poder financiero y bancario actual.
En la capital japonesa un centenar de personas reclamó por las desigualdades políticas y financieras y también contra las centrales atómicas, cada vez más viva tras el terremoto que en marzo dañó la central nuclear de Fukushima.
Las marchas más masivas del descontento social se vivieron en Europa y fueron pacíficas y con un tono festivo, excepto en Roma, en donde se registraron incidentes violentos con decenas de heridos y multitud de daños materiales.
En Italia, los enfrentamientos entre la policía y varios centenares de encapuchados durante la manifestación convirtieron Roma en un campo de batalla.
Los encapuchados incendiaron vehículos y un edificio del ministerio de Defensa, atacaron comercios y bancos y les arrojaron piedras, bengalas y petardos durante la manifestación, que comenzó pacíficamente y en la que participaron unas 200.000 personas, según los organizadores.
En España, país inmerso en una fuerte crisis económica y con un índice de desempleo del 20%, cientos de miles de personas salieron a las calles en casi un centenar de ciudades bajo el lema “Unidos por un cambio global”.
La protesta más importante fue en Madrid, donde la multitud caminó entre la plaza de Cibeles y la Puerta del Sol, donde hace cinco meses se inició el movimiento de indignados del “15M”.
En Alemania, unas 40.000 personas -según cálculos del movimiento antiglobalización ATTAC- participaron por todo el país, con las mayores concentraciones ante la sede del Banco Central Europeo en Fráncfort y ante la Cancillería.
En Atenas centenares de “indignados” griegos estuvieron en la plaza Sintagma, símbolo de las protestas contra la política de recortes que aplica el Gobierno para evitar la bancarrota.
En Londres, la concentración estuvo frente a la catedral de San Pablo, aunque los manifestantes no pudieron acceder a la zona donde se ubica la Bolsa de Valores debido a un fuerte cordón policial.
Los “indignados” del “Ocupa Wall Street” reunieron a más de 5.000 personas en Nueya York, en donde las marchas desde la plaza Zucotti, en Manhattan y en donde mantienen un campamento desde hace cinco semanas, hasta otras céntricas zonas de Manhattan.
Chile fue el escenario de la mayor muestra de indignación social en Latinoamérica. En Santiago unas 100 mil personas, según los organizadores, exigió la redacción de una nueva Constitución que sustituya a la actual, original de la dictadura de Augusto Pinochet, entre otros temas.
Multitud de “indignados” en Europa, disturbios en Roma y menor participación en América. Miles de “indignados” del mundo se manifestaron el sábado en casi mil ciudades bajo la frase “Unidos para un cambio global” contra los políticos y el poder financiero y bancario actual.
En la capital japonesa un centenar de personas reclamó por las desigualdades políticas y financieras y también contra las centrales atómicas, cada vez más viva tras el terremoto que en marzo dañó la central nuclear de Fukushima.
Las marchas más masivas del descontento social se vivieron en Europa y fueron pacíficas y con un tono festivo, excepto en Roma, en donde se registraron incidentes violentos con decenas de heridos y multitud de daños materiales.
En Italia, los enfrentamientos entre la policía y varios centenares de encapuchados durante la manifestación convirtieron Roma en un campo de batalla.
Los encapuchados incendiaron vehículos y un edificio del ministerio de Defensa, atacaron comercios y bancos y les arrojaron piedras, bengalas y petardos durante la manifestación, que comenzó pacíficamente y en la que participaron unas 200.000 personas, según los organizadores.
En España, país inmerso en una fuerte crisis económica y con un índice de desempleo del 20%, cientos de miles de personas salieron a las calles en casi un centenar de ciudades bajo el lema “Unidos por un cambio global”.
La protesta más importante fue en Madrid, donde la multitud caminó entre la plaza de Cibeles y la Puerta del Sol, donde hace cinco meses se inició el movimiento de indignados del “15M”.
En Alemania, unas 40.000 personas -según cálculos del movimiento antiglobalización ATTAC- participaron por todo el país, con las mayores concentraciones ante la sede del Banco Central Europeo en Fráncfort y ante la Cancillería.
En Atenas centenares de “indignados” griegos estuvieron en la plaza Sintagma, símbolo de las protestas contra la política de recortes que aplica el Gobierno para evitar la bancarrota.
En Londres, la concentración estuvo frente a la catedral de San Pablo, aunque los manifestantes no pudieron acceder a la zona donde se ubica la Bolsa de Valores debido a un fuerte cordón policial.
Los “indignados” del “Ocupa Wall Street” reunieron a más de 5.000 personas en Nueya York, en donde las marchas desde la plaza Zucotti, en Manhattan y en donde mantienen un campamento desde hace cinco semanas, hasta otras céntricas zonas de Manhattan.
Chile fue el escenario de la mayor muestra de indignación social en Latinoamérica. En Santiago unas 100 mil personas, según los organizadores, exigió la redacción de una nueva Constitución que sustituya a la actual, original de la dictadura de Augusto Pinochet, entre otros temas.
