El proyecto de ley enviado por el Gobierno al Congreso Nacional de fomento para zonas extremas descartó la creación de una zona franca turística e industrial ampliamente solicitada por los gremios de Arica.
En concreto, la iniciativa amplía hasta el 2025 la vigencia de los beneficios especiales para zonas extremas, los cuales benefician a las regiones de Arica-Parinacota, Tarapacá, Aysén y Magallanes, además de las provincias de Chiloé y Palena. Éstos son incentivos para la contratación de mano de obra, al crédito tributario y bonificaciones a la inversión.
El subsecretario de Hacienda, Julio Dittborn, explicó que establecer una Zona Franca Industrial Autónoma, como se estaba solicitando, era un mecanismo muy lento jurídicamente, así que se optó por establecer un protocolo complementario al proyecto entre la Intendencia de Arica y la Zona Franca de Iquique.
Sin embargo, los gremios criticaron la medida, tal como señaló el presidente del Consejo de la Ciudadanía de Arica, Hermann Mondaca, quien dijo “No consideró nada de esta región, porque la verdad lo quie la ley en relación a los beneficios de zonas extremas, son extensiones de más de lo mismo, pero las peticiones de la ciudadanía de Arica respecto de una zona franca turística han sido desechadas de plano. Nuevamente hay un incumplimiento del Presidente de la República y del Gobierno sobre medidas anunciadas”.
El dirigente regional recordó que el presidente Piñera afirmó que se tomarían medidas equivalentes a las que hoy tiene la vecina Tacna, lo que no se ha cumplido. Además, afirmó que las autoridades dieron por cerrada la discusión y no han vuelto a escuchar a los ciudadanos.
Por todas estas razones, Mondaca indicó que el sábado se unieron a la marcha de los indignados: “Estamos indignados por los 38 años de abandono del Estado, porque nos quieren instalar la central termoeléctrica más contaminante de Chile y por la situación económica deplorable de Arica” y añadió que “es hora de dejar atrás la añeja política que ve la ciudad como un enclave militar y no como un polo de desarrollo e de integración regional”.
El proyecto de ley enviado por el Gobierno al Congreso Nacional de fomento para zonas extremas descartó la creación de una zona franca turística e industrial ampliamente solicitada por los gremios de Arica.
En concreto, la iniciativa amplía hasta el 2025 la vigencia de los beneficios especiales para zonas extremas, los cuales benefician a las regiones de Arica-Parinacota, Tarapacá, Aysén y Magallanes, además de las provincias de Chiloé y Palena. Éstos son incentivos para la contratación de mano de obra, al crédito tributario y bonificaciones a la inversión.
El subsecretario de Hacienda, Julio Dittborn, explicó que establecer una Zona Franca Industrial Autónoma, como se estaba solicitando, era un mecanismo muy lento jurídicamente, así que se optó por establecer un protocolo complementario al proyecto entre la Intendencia de Arica y la Zona Franca de Iquique.
Sin embargo, los gremios criticaron la medida, tal como señaló el presidente del Consejo de la Ciudadanía de Arica, Hermann Mondaca, quien dijo “No consideró nada de esta región, porque la verdad lo quie la ley en relación a los beneficios de zonas extremas, son extensiones de más de lo mismo, pero las peticiones de la ciudadanía de Arica respecto de una zona franca turística han sido desechadas de plano. Nuevamente hay un incumplimiento del Presidente de la República y del Gobierno sobre medidas anunciadas”.
El dirigente regional recordó que el presidente Piñera afirmó que se tomarían medidas equivalentes a las que hoy tiene la vecina Tacna, lo que no se ha cumplido. Además, afirmó que las autoridades dieron por cerrada la discusión y no han vuelto a escuchar a los ciudadanos.
Por todas estas razones, Mondaca indicó que el sábado se unieron a la marcha de los indignados: “Estamos indignados por los 38 años de abandono del Estado, porque nos quieren instalar la central termoeléctrica más contaminante de Chile y por la situación económica deplorable de Arica” y añadió que “es hora de dejar atrás la añeja política que ve la ciudad como un enclave militar y no como un polo de desarrollo e de integración regional”.
El proyecto de ley enviado por el Gobierno al Congreso Nacional de fomento para zonas extremas descartó la creación de una zona franca turística e industrial ampliamente solicitada por los gremios de Arica.
En concreto, la iniciativa amplía hasta el 2025 la vigencia de los beneficios especiales para zonas extremas, los cuales benefician a las regiones de Arica-Parinacota, Tarapacá, Aysén y Magallanes, además de las provincias de Chiloé y Palena. Éstos son incentivos para la contratación de mano de obra, al crédito tributario y bonificaciones a la inversión.
El subsecretario de Hacienda, Julio Dittborn, explicó que establecer una Zona Franca Industrial Autónoma, como se estaba solicitando, era un mecanismo muy lento jurídicamente, así que se optó por establecer un protocolo complementario al proyecto entre la Intendencia de Arica y la Zona Franca de Iquique.
Sin embargo, los gremios criticaron la medida, tal como señaló el presidente del Consejo de la Ciudadanía de Arica, Hermann Mondaca, quien dijo “No consideró nada de esta región, porque la verdad lo quie la ley en relación a los beneficios de zonas extremas, son extensiones de más de lo mismo, pero las peticiones de la ciudadanía de Arica respecto de una zona franca turística han sido desechadas de plano. Nuevamente hay un incumplimiento del Presidente de la República y del Gobierno sobre medidas anunciadas”.
El dirigente regional recordó que el presidente Piñera afirmó que se tomarían medidas equivalentes a las que hoy tiene la vecina Tacna, lo que no se ha cumplido. Además, afirmó que las autoridades dieron por cerrada la discusión y no han vuelto a escuchar a los ciudadanos.
Por todas estas razones, Mondaca indicó que el sábado se unieron a la marcha de los indignados: “Estamos indignados por los 38 años de abandono del Estado, porque nos quieren instalar la central termoeléctrica más contaminante de Chile y por la situación económica deplorable de Arica” y añadió que “es hora de dejar atrás la añeja política que ve la ciudad como un enclave militar y no como un polo de desarrollo e de integración regional”.
