Cifras a la baja. Malas percepciones. Porcentajes negativos. Palabras que pueden definir el resultado que tuvo para el presidente Sebastián Piñera el estudio dado a conocer por la Corporación Latinobarómetro y que incluyó a Chile dentro de otras 17 naciones, con 20 mil 204 consultados en toda América Latina.
En el caso del Mandatario chileno son elocuentes las frías cifras. Apenas el 28% de los ciudadanos aprobó su gestión, lo que significa una caída de 26 puntos porcentuales en relación al 2010. Esto mantiene a Piñera en los rangos bajo los 30 puntos en el balance positivo de su gestión, reflejado en otros sondeos y donde la desaprobación llega a superar el 60 por ciento.
Balde de agua fría la nota 5.1 que la gente le puso a Sebastián Piñera, dejándolo en el rincón de los Mandatarios peor evaluados de todo el continente. Nada debe gustarle al militante de Renovación Nacional estar en números rojos junto a Hugo Chávez y Evo Morales.
Sólo un 34% de los encuestados confía en el gobierno, dejando el espacio de desconfianza más arriba de los cincuenta puntos porcentuales.
El estudio de la Corporación Latinobarómetro reveló que sólo el 32% de los chilenos están satisfechos con la democracia en el país, lo que implica una baja de 26 puntos respecto al año anterior. Y sólo el 12% de los consultados cree que la democracia mejoró en el último año.
No pasa desapercibido que esos números negativos sobre percepciones de la gente en cuanto al sistema político chileno se producen en el primer trazo de la administración piñerista y de la derecha del país, cuyos partidos, junto a colectividades de otras corrientes, están bajo el 25 por ciento de aprobación ciudadana.
No podría descartarse que el gobierno le eche la culpa a las movilizaciones sociales, pero lo concreto que el estudio indicó que sólo el 29% de los chilenos piensa que el país tiene una imagen de progreso, lo que marcó una baja de 26% respecto al 2010 en cuanto a esta percepción.
Según el Latinobarómetro, en Argentina el apoyo a la democracia subió de 66 a 70 por ciento, con una Cristina Fernández reelecta con abrumadora votación, en cambio en Chile bajó de 63 a 61 por ciento, gobernado por un Sebastián Piñera a la baja.
La revista del Reino Unido, The Economist, relevó el informe de la Corporación Latinobarómetro y dedicó algunos conceptos a la situación chilena. Quizá análisis ya realizados por medios chilenos, sobre todo opositores y alternativos, que probablemente desprecian Piñera y sus colaboradores. Pero se sabe que la clase política chilena, cuando hablan publicaciones como The Economist, se aprieta los dientes o esboza sonrisas, como ocurrió con el titular de Hacienda y parlamentarios, paseándose felices y sacándose fotos con un diario estadounidense en las manos que dedicó páginas positivas sobre Chile.
La revista inglesa planteó que Piñera “está intentando desviar el debate sobre la educación a uno sobre la ley y el orden”, en alusión al proyecto para criminalizar las tomas, los saqueos y los encapuchados. Agregó el texto que el Mandatario chileno “no tiene reparos en que las escuelas obtengan ganancias” y recuerdó que “al menos dos de sus ministros tienen un pasado vinculado al negocio de la educación”.
Mientras el Latinobarómetro reveló que apenas un 6% de los chilenos considera que es justa la redistribución del ingreso en el país -es decir, más del 80% cree que es injusta- The Economist señaló que “Chile está penosamente lejos de la igualdad de oportunidades para su pueblo”.
Cifras a la baja. Malas percepciones. Porcentajes negativos. Palabras que pueden definir el resultado que tuvo para el presidente Sebastián Piñera el estudio dado a conocer por la Corporación Latinobarómetro y que incluyó a Chile dentro de otras 17 naciones, con 20 mil 204 consultados en toda América Latina.
En el caso del Mandatario chileno son elocuentes las frías cifras. Apenas el 28% de los ciudadanos aprobó su gestión, lo que significa una caída de 26 puntos porcentuales en relación al 2010. Esto mantiene a Piñera en los rangos bajo los 30 puntos en el balance positivo de su gestión, reflejado en otros sondeos y donde la desaprobación llega a superar el 60 por ciento.
Balde de agua fría la nota 5.1 que la gente le puso a Sebastián Piñera, dejándolo en el rincón de los Mandatarios peor evaluados de todo el continente. Nada debe gustarle al militante de Renovación Nacional estar en números rojos junto a Hugo Chávez y Evo Morales.
Sólo un 34% de los encuestados confía en el gobierno, dejando el espacio de desconfianza más arriba de los cincuenta puntos porcentuales.
El estudio de la Corporación Latinobarómetro reveló que sólo el 32% de los chilenos están satisfechos con la democracia en el país, lo que implica una baja de 26 puntos respecto al año anterior. Y sólo el 12% de los consultados cree que la democracia mejoró en el último año.
No pasa desapercibido que esos números negativos sobre percepciones de la gente en cuanto al sistema político chileno se producen en el primer trazo de la administración piñerista y de la derecha del país, cuyos partidos, junto a colectividades de otras corrientes, están bajo el 25 por ciento de aprobación ciudadana.
No podría descartarse que el gobierno le eche la culpa a las movilizaciones sociales, pero lo concreto que el estudio indicó que sólo el 29% de los chilenos piensa que el país tiene una imagen de progreso, lo que marcó una baja de 26% respecto al 2010 en cuanto a esta percepción.
Según el Latinobarómetro, en Argentina el apoyo a la democracia subió de 66 a 70 por ciento, con una Cristina Fernández reelecta con abrumadora votación, en cambio en Chile bajó de 63 a 61 por ciento, gobernado por un Sebastián Piñera a la baja.
La revista del Reino Unido, The Economist, relevó el informe de la Corporación Latinobarómetro y dedicó algunos conceptos a la situación chilena. Quizá análisis ya realizados por medios chilenos, sobre todo opositores y alternativos, que probablemente desprecian Piñera y sus colaboradores. Pero se sabe que la clase política chilena, cuando hablan publicaciones como The Economist, se aprieta los dientes o esboza sonrisas, como ocurrió con el titular de Hacienda y parlamentarios, paseándose felices y sacándose fotos con un diario estadounidense en las manos que dedicó páginas positivas sobre Chile.
La revista inglesa planteó que Piñera “está intentando desviar el debate sobre la educación a uno sobre la ley y el orden”, en alusión al proyecto para criminalizar las tomas, los saqueos y los encapuchados. Agregó el texto que el Mandatario chileno “no tiene reparos en que las escuelas obtengan ganancias” y recuerdó que “al menos dos de sus ministros tienen un pasado vinculado al negocio de la educación”.
Mientras el Latinobarómetro reveló que apenas un 6% de los chilenos considera que es justa la redistribución del ingreso en el país -es decir, más del 80% cree que es injusta- The Economist señaló que “Chile está penosamente lejos de la igualdad de oportunidades para su pueblo”.
Cifras a la baja. Malas percepciones. Porcentajes negativos. Palabras que pueden definir el resultado que tuvo para el presidente Sebastián Piñera el estudio dado a conocer por la Corporación Latinobarómetro y que incluyó a Chile dentro de otras 17 naciones, con 20 mil 204 consultados en toda América Latina.
En el caso del Mandatario chileno son elocuentes las frías cifras. Apenas el 28% de los ciudadanos aprobó su gestión, lo que significa una caída de 26 puntos porcentuales en relación al 2010. Esto mantiene a Piñera en los rangos bajo los 30 puntos en el balance positivo de su gestión, reflejado en otros sondeos y donde la desaprobación llega a superar el 60 por ciento.
Balde de agua fría la nota 5.1 que la gente le puso a Sebastián Piñera, dejándolo en el rincón de los Mandatarios peor evaluados de todo el continente. Nada debe gustarle al militante de Renovación Nacional estar en números rojos junto a Hugo Chávez y Evo Morales.
Sólo un 34% de los encuestados confía en el gobierno, dejando el espacio de desconfianza más arriba de los cincuenta puntos porcentuales.
El estudio de la Corporación Latinobarómetro reveló que sólo el 32% de los chilenos están satisfechos con la democracia en el país, lo que implica una baja de 26 puntos respecto al año anterior. Y sólo el 12% de los consultados cree que la democracia mejoró en el último año.
No pasa desapercibido que esos números negativos sobre percepciones de la gente en cuanto al sistema político chileno se producen en el primer trazo de la administración piñerista y de la derecha del país, cuyos partidos, junto a colectividades de otras corrientes, están bajo el 25 por ciento de aprobación ciudadana.
No podría descartarse que el gobierno le eche la culpa a las movilizaciones sociales, pero lo concreto que el estudio indicó que sólo el 29% de los chilenos piensa que el país tiene una imagen de progreso, lo que marcó una baja de 26% respecto al 2010 en cuanto a esta percepción.
Según el Latinobarómetro, en Argentina el apoyo a la democracia subió de 66 a 70 por ciento, con una Cristina Fernández reelecta con abrumadora votación, en cambio en Chile bajó de 63 a 61 por ciento, gobernado por un Sebastián Piñera a la baja.
La revista del Reino Unido, The Economist, relevó el informe de la Corporación Latinobarómetro y dedicó algunos conceptos a la situación chilena. Quizá análisis ya realizados por medios chilenos, sobre todo opositores y alternativos, que probablemente desprecian Piñera y sus colaboradores. Pero se sabe que la clase política chilena, cuando hablan publicaciones como The Economist, se aprieta los dientes o esboza sonrisas, como ocurrió con el titular de Hacienda y parlamentarios, paseándose felices y sacándose fotos con un diario estadounidense en las manos que dedicó páginas positivas sobre Chile.
La revista inglesa planteó que Piñera “está intentando desviar el debate sobre la educación a uno sobre la ley y el orden”, en alusión al proyecto para criminalizar las tomas, los saqueos y los encapuchados. Agregó el texto que el Mandatario chileno “no tiene reparos en que las escuelas obtengan ganancias” y recuerdó que “al menos dos de sus ministros tienen un pasado vinculado al negocio de la educación”.
Mientras el Latinobarómetro reveló que apenas un 6% de los chilenos considera que es justa la redistribución del ingreso en el país -es decir, más del 80% cree que es injusta- The Economist señaló que “Chile está penosamente lejos de la igualdad de oportunidades para su pueblo”.
