Hoy se vota en el Congreso Nacional la Ley Anti-discriminación y el “Movimiento por la No Discriminación en Chile”, integrado por distintas organizaciones sociales, entregó una carta con demandas al ministro Secretario General de Gobierno, Andrés Chadwick.
Shai Agosin, presidente de la comunidad Judía, criticó duramente el contenido del proyecto el que calificó de “imperfecto”, pero advirtió que su aprobación es una señal para dar un paso en este sentido.
Con esto coincidió Pablo Simonetti, escritor y director de la Fundación Iguales, quien apuntó a las deficiencias de la legislación.
“La ley ha sido disminuida en su alcance y en su eficacia por grupos conservadores que han intentado aferrarse a sus privilegios, entre lo más importante está la reducción del papel del Estado en el trabajo en contra de la discriminación. Nosotros esperamos que la ley incorporara un instituto contra la discriminación, una acción afirmativa del Estado que luchara contra la discriminación. Eso no está y eso nos parece grave y vinimos a hablar con el ministro Chadwick para que el Gobierno desarrolle una política integral de Estado para luchar contra la discriminación”, señaló Simonetti
El líder de la Fundación indicó que la ley contempla sanciones procedimentales y agravantes en el caso de delitos por discriminación, pero lo que no contempla es el trabajo del estado para luchar contra la discriminación a través de políticas educativas, planes de difusión, de integración y todo un grupo de esfuerzos que apuntan al respeto a la diversidad.
Por su parte, la Comunidad de Inmigrantes en Chile apuntó a los vacíos legales que existen y que permiten abusar de los extranjeros y diversos grupos sociales, los que se conocen hace años y a los que aún no se les pone coto, ya que permiten continuar con el maltrato.
En tanto el pastor evangélico Víctor Reyes se refirió al pluralismo que existe dentro de su Iglesia, e hizo un llamado al resto de su comunidad religiosa a leer el proyecto y ampliar la mirada.
“Se ha visto a través de los medios de comunicación que muchos líderes pastores están en contra de esta ley, pero yo quiero decir que hay muchas otras iglesias, iglesias históricas, iglesias pentecostales que ven con buenos ojos esta ley, porque nosotros mismos como evangélicos, cuando éramos una minoría muy insignificante fuimos muy discriminados. Yo creo que algunos de mis hermanos evangélicos no han leído bien la ley y los invito a que lo hagan”, explicó el religioso.
Las diversas organizaciones sociales que participaron en la reunión con el ministro vocero de Gobierno, hicieron un llamado también a los parlamentarios a demostrar su intención de avanzar en este sentido para construir un Chile más grande, más solitario y más justo.
Hoy se vota en el Congreso Nacional la Ley Anti-discriminación y el “Movimiento por la No Discriminación en Chile”, integrado por distintas organizaciones sociales, entregó una carta con demandas al ministro Secretario General de Gobierno, Andrés Chadwick.
Shai Agosin, presidente de la comunidad Judía, criticó duramente el contenido del proyecto el que calificó de “imperfecto”, pero advirtió que su aprobación es una señal para dar un paso en este sentido.
Con esto coincidió Pablo Simonetti, escritor y director de la Fundación Iguales, quien apuntó a las deficiencias de la legislación.
“La ley ha sido disminuida en su alcance y en su eficacia por grupos conservadores que han intentado aferrarse a sus privilegios, entre lo más importante está la reducción del papel del Estado en el trabajo en contra de la discriminación. Nosotros esperamos que la ley incorporara un instituto contra la discriminación, una acción afirmativa del Estado que luchara contra la discriminación. Eso no está y eso nos parece grave y vinimos a hablar con el ministro Chadwick para que el Gobierno desarrolle una política integral de Estado para luchar contra la discriminación”, señaló Simonetti
El líder de la Fundación indicó que la ley contempla sanciones procedimentales y agravantes en el caso de delitos por discriminación, pero lo que no contempla es el trabajo del estado para luchar contra la discriminación a través de políticas educativas, planes de difusión, de integración y todo un grupo de esfuerzos que apuntan al respeto a la diversidad.
Por su parte, la Comunidad de Inmigrantes en Chile apuntó a los vacíos legales que existen y que permiten abusar de los extranjeros y diversos grupos sociales, los que se conocen hace años y a los que aún no se les pone coto, ya que permiten continuar con el maltrato.
En tanto el pastor evangélico Víctor Reyes se refirió al pluralismo que existe dentro de su Iglesia, e hizo un llamado al resto de su comunidad religiosa a leer el proyecto y ampliar la mirada.
“Se ha visto a través de los medios de comunicación que muchos líderes pastores están en contra de esta ley, pero yo quiero decir que hay muchas otras iglesias, iglesias históricas, iglesias pentecostales que ven con buenos ojos esta ley, porque nosotros mismos como evangélicos, cuando éramos una minoría muy insignificante fuimos muy discriminados. Yo creo que algunos de mis hermanos evangélicos no han leído bien la ley y los invito a que lo hagan”, explicó el religioso.
Las diversas organizaciones sociales que participaron en la reunión con el ministro vocero de Gobierno, hicieron un llamado también a los parlamentarios a demostrar su intención de avanzar en este sentido para construir un Chile más grande, más solitario y más justo.
Hoy se vota en el Congreso Nacional la Ley Anti-discriminación y el “Movimiento por la No Discriminación en Chile”, integrado por distintas organizaciones sociales, entregó una carta con demandas al ministro Secretario General de Gobierno, Andrés Chadwick.
Shai Agosin, presidente de la comunidad Judía, criticó duramente el contenido del proyecto el que calificó de “imperfecto”, pero advirtió que su aprobación es una señal para dar un paso en este sentido.
Con esto coincidió Pablo Simonetti, escritor y director de la Fundación Iguales, quien apuntó a las deficiencias de la legislación.
“La ley ha sido disminuida en su alcance y en su eficacia por grupos conservadores que han intentado aferrarse a sus privilegios, entre lo más importante está la reducción del papel del Estado en el trabajo en contra de la discriminación. Nosotros esperamos que la ley incorporara un instituto contra la discriminación, una acción afirmativa del Estado que luchara contra la discriminación. Eso no está y eso nos parece grave y vinimos a hablar con el ministro Chadwick para que el Gobierno desarrolle una política integral de Estado para luchar contra la discriminación”, señaló Simonetti
El líder de la Fundación indicó que la ley contempla sanciones procedimentales y agravantes en el caso de delitos por discriminación, pero lo que no contempla es el trabajo del estado para luchar contra la discriminación a través de políticas educativas, planes de difusión, de integración y todo un grupo de esfuerzos que apuntan al respeto a la diversidad.
Por su parte, la Comunidad de Inmigrantes en Chile apuntó a los vacíos legales que existen y que permiten abusar de los extranjeros y diversos grupos sociales, los que se conocen hace años y a los que aún no se les pone coto, ya que permiten continuar con el maltrato.
En tanto el pastor evangélico Víctor Reyes se refirió al pluralismo que existe dentro de su Iglesia, e hizo un llamado al resto de su comunidad religiosa a leer el proyecto y ampliar la mirada.
“Se ha visto a través de los medios de comunicación que muchos líderes pastores están en contra de esta ley, pero yo quiero decir que hay muchas otras iglesias, iglesias históricas, iglesias pentecostales que ven con buenos ojos esta ley, porque nosotros mismos como evangélicos, cuando éramos una minoría muy insignificante fuimos muy discriminados. Yo creo que algunos de mis hermanos evangélicos no han leído bien la ley y los invito a que lo hagan”, explicó el religioso.
Las diversas organizaciones sociales que participaron en la reunión con el ministro vocero de Gobierno, hicieron un llamado también a los parlamentarios a demostrar su intención de avanzar en este sentido para construir un Chile más grande, más solitario y más justo.
