La Corte de Apelaciones de Santiago dictó ayer sentencia en segunda instancia en la arista “Banco Central” del caso Inverlink, resolviendo por decisión unánime aplicar diferentes penas a 11 personas involucradas en el escándalo del holding financiero, develado a comienzos del año 2003.
Entre los sentenciados, la condena más dura la recibió Pamela Andrada Díaz, ex secretaria del entonces presidente del Banco Central, Carlos Massad, a quien se le aplicaron 4 años de presidio por su responsabilidad como autora del delito de cohecho y 600 días de presidio por su responsabilidad como autora del delito de revelar información privilegiada. Sin embargo, se le concedió el beneficio de la libertad vigilada.
También fueron condenados el ex gerente general de Inverlink, Enzo Bertinelli; el ex gerente de administración del holding, Pablo Schaffhauser; y su ex presidente, Eduardo Monasterio; entre otros, los cuales recibieron penas de presidio de entre 300 y 800 días. Además, cinco personas fueron absueltas.
A pesar de ello, el tribunal accedió a otorgar diversos beneficios a los inculpados, los cuales les permitirían cumplir sus condenas en libertad, ya sea por la concesión de la remisión condicional, o bien porque se descontaron los días que algunos de ellos permanecieron en prisión preventiva, como en el caso de Eduardo Monasterio.
Cabe destacar que la Corte Suprema ya se pronunció la semana pasada respecto a la arista “tributaria” del caso y aún permanece en estado de sumario la denominada “Corfo Inverlink”.
La Corte de Apelaciones de Santiago dictó ayer sentencia en segunda instancia en la arista “Banco Central” del caso Inverlink, resolviendo por decisión unánime aplicar diferentes penas a 11 personas involucradas en el escándalo del holding financiero, develado a comienzos del año 2003.
Entre los sentenciados, la condena más dura la recibió Pamela Andrada Díaz, ex secretaria del entonces presidente del Banco Central, Carlos Massad, a quien se le aplicaron 4 años de presidio por su responsabilidad como autora del delito de cohecho y 600 días de presidio por su responsabilidad como autora del delito de revelar información privilegiada. Sin embargo, se le concedió el beneficio de la libertad vigilada.
También fueron condenados el ex gerente general de Inverlink, Enzo Bertinelli; el ex gerente de administración del holding, Pablo Schaffhauser; y su ex presidente, Eduardo Monasterio; entre otros, los cuales recibieron penas de presidio de entre 300 y 800 días. Además, cinco personas fueron absueltas.
A pesar de ello, el tribunal accedió a otorgar diversos beneficios a los inculpados, los cuales les permitirían cumplir sus condenas en libertad, ya sea por la concesión de la remisión condicional, o bien porque se descontaron los días que algunos de ellos permanecieron en prisión preventiva, como en el caso de Eduardo Monasterio.
Cabe destacar que la Corte Suprema ya se pronunció la semana pasada respecto a la arista “tributaria” del caso y aún permanece en estado de sumario la denominada “Corfo Inverlink”.
La Corte de Apelaciones de Santiago dictó ayer sentencia en segunda instancia en la arista “Banco Central” del caso Inverlink, resolviendo por decisión unánime aplicar diferentes penas a 11 personas involucradas en el escándalo del holding financiero, develado a comienzos del año 2003.
Entre los sentenciados, la condena más dura la recibió Pamela Andrada Díaz, ex secretaria del entonces presidente del Banco Central, Carlos Massad, a quien se le aplicaron 4 años de presidio por su responsabilidad como autora del delito de cohecho y 600 días de presidio por su responsabilidad como autora del delito de revelar información privilegiada. Sin embargo, se le concedió el beneficio de la libertad vigilada.
También fueron condenados el ex gerente general de Inverlink, Enzo Bertinelli; el ex gerente de administración del holding, Pablo Schaffhauser; y su ex presidente, Eduardo Monasterio; entre otros, los cuales recibieron penas de presidio de entre 300 y 800 días. Además, cinco personas fueron absueltas.
A pesar de ello, el tribunal accedió a otorgar diversos beneficios a los inculpados, los cuales les permitirían cumplir sus condenas en libertad, ya sea por la concesión de la remisión condicional, o bien porque se descontaron los días que algunos de ellos permanecieron en prisión preventiva, como en el caso de Eduardo Monasterio.
Cabe destacar que la Corte Suprema ya se pronunció la semana pasada respecto a la arista “tributaria” del caso y aún permanece en estado de sumario la denominada “Corfo Inverlink”.
