Hace poco más de un mes en Naciones Unidas, el Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos dio a conocer su 14° Informe Anual sobre la situación de los defensores y defensoras de Derechos Humanos, basado en el análisis de las dificultades que sufren en cerca de 70 países.
Esta mañana diferentes organizaciones – que trabajan hace años en la defensa de los derechos humanos en Chile – se reunieron para dar a conocer los resultados de este informe mundial que elaboró el Observatorio en base a 509 casos específicos en distintas latitudes y que dan cuenta de un panorama mundial alarmante.
Si bien la llamada primavera árabe y la represión de los movimientos sociales y políticos del norte de África acaparan las miradas y manifiestan una violencia extrema, en América Latina también se marcan algunas tendencias preocupantes, respaldadas bajo una institucionalidad débil y a la vez muy violenta con la ciudadanía, establece el informe: como la violencia policial contra los estudiantes y los pueblos indígenas; el hostigamiento al movimiento sindical, que por ejemplo ha terminado en matanzas en Colombia; y el alto número de femicidios en Panamá y otros países centroamericanos.
Situaciones que los defensores de derechos humanos han denunciado pese a las dificultades que enfrentan en los diferentes contextos, ya sea la violencia directa de la policía, la vigilancia constante y la carencia de leyes que los reconozcan.
En este sentido, José Aylwin, codirector del Observatorio Ciudadano afirmó que “fundamentalmente a partir de más de 500 casos que son situaciones de las que el Observatorio para la protección de Derechos Humanos. Casos que van desde los homicidios, las amenazas, los hostigamientos, las detenciones arbitrarias, la persecución judicial, la criminalización de la protesta social”.
Por su parte José Araya, secretario ejecutivo Corporación de Defensa y Derechos del Pueblo (Codepu) plantea que en Chile la situación si bien tiene un nivel de violencia menor, hay distintos casos que muestran el bajo nivel de protección en que actúan las organizaciones, abogados y agrupaciones que velan por la defensa de los derechos de la ciudadanía.
La persecución constante sobre el abogado Jaime Madariaga, quien ha sido defensor en numerosas causas Mapuche, como la reciente condena a la abogada de la Corporación Liberar, Karina Riquelme, dan cuenta de esto.
Así también los encarcelamientos y juicios contra la documentalista Elena Varela, contra la Lonko Juana Calfunao y la presidenta de Codepu, Viviana Uribe, mencionó Araya, quien al menos indica avances y logros del sector pese a no tener respaldo por parte del Estado.
“En el caso de Chile podríamos decir que sí hay logros importantes que son fruto del movimiento de derechos humanos, como la creación del Instituto Nacional de Derechos Humanos, la creación del Museo Nacional de la Memoria y los Derechos Humanos. El reciente cierre de la comisión de investigación, la nueva comisión Valech son fruto de este movimiento por los DD.HH. que a veces es bastante inmovilizado y como un compañero de Temuco dijo tiene grados de protección muy bajos en este país”, detalló Araya.
Víctor Maturana, director del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos, señaló que “las principales dificultades para el desempeño de nosotros, los activistas de derechos humanos radica en el absoluto desconocimiento que hay hacia nuestra tarea y el entorpecimiento de ella por parte de la policía. Eso no es por iniciativa propia de la policía, sino que detrás de ese comportamiento hay un respalde de parte del Gobierno”.
En esa línea, mañana y el miércoles se realiza – en el Museo de la Memoria y la Biblioteca de Santiago – el “Seminario Internacional sobre Equidad, Interculturalidad y Democratización”, donde participan algunas de estas organizaciones y donde se continuará discutiendo sobre la relevancia de los observadores y defensores de derechos humanos en la formación de democracia.
Hace poco más de un mes en Naciones Unidas, el Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos dio a conocer su 14° Informe Anual sobre la situación de los defensores y defensoras de Derechos Humanos, basado en el análisis de las dificultades que sufren en cerca de 70 países.
Esta mañana diferentes organizaciones – que trabajan hace años en la defensa de los derechos humanos en Chile – se reunieron para dar a conocer los resultados de este informe mundial que elaboró el Observatorio en base a 509 casos específicos en distintas latitudes y que dan cuenta de un panorama mundial alarmante.
Si bien la llamada primavera árabe y la represión de los movimientos sociales y políticos del norte de África acaparan las miradas y manifiestan una violencia extrema, en América Latina también se marcan algunas tendencias preocupantes, respaldadas bajo una institucionalidad débil y a la vez muy violenta con la ciudadanía, establece el informe: como la violencia policial contra los estudiantes y los pueblos indígenas; el hostigamiento al movimiento sindical, que por ejemplo ha terminado en matanzas en Colombia; y el alto número de femicidios en Panamá y otros países centroamericanos.
Situaciones que los defensores de derechos humanos han denunciado pese a las dificultades que enfrentan en los diferentes contextos, ya sea la violencia directa de la policía, la vigilancia constante y la carencia de leyes que los reconozcan.
En este sentido, José Aylwin, codirector del Observatorio Ciudadano afirmó que “fundamentalmente a partir de más de 500 casos que son situaciones de las que el Observatorio para la protección de Derechos Humanos. Casos que van desde los homicidios, las amenazas, los hostigamientos, las detenciones arbitrarias, la persecución judicial, la criminalización de la protesta social”.
Por su parte José Araya, secretario ejecutivo Corporación de Defensa y Derechos del Pueblo (Codepu) plantea que en Chile la situación si bien tiene un nivel de violencia menor, hay distintos casos que muestran el bajo nivel de protección en que actúan las organizaciones, abogados y agrupaciones que velan por la defensa de los derechos de la ciudadanía.
La persecución constante sobre el abogado Jaime Madariaga, quien ha sido defensor en numerosas causas Mapuche, como la reciente condena a la abogada de la Corporación Liberar, Karina Riquelme, dan cuenta de esto.
Así también los encarcelamientos y juicios contra la documentalista Elena Varela, contra la Lonko Juana Calfunao y la presidenta de Codepu, Viviana Uribe, mencionó Araya, quien al menos indica avances y logros del sector pese a no tener respaldo por parte del Estado.
“En el caso de Chile podríamos decir que sí hay logros importantes que son fruto del movimiento de derechos humanos, como la creación del Instituto Nacional de Derechos Humanos, la creación del Museo Nacional de la Memoria y los Derechos Humanos. El reciente cierre de la comisión de investigación, la nueva comisión Valech son fruto de este movimiento por los DD.HH. que a veces es bastante inmovilizado y como un compañero de Temuco dijo tiene grados de protección muy bajos en este país”, detalló Araya.
Víctor Maturana, director del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos, señaló que “las principales dificultades para el desempeño de nosotros, los activistas de derechos humanos radica en el absoluto desconocimiento que hay hacia nuestra tarea y el entorpecimiento de ella por parte de la policía. Eso no es por iniciativa propia de la policía, sino que detrás de ese comportamiento hay un respalde de parte del Gobierno”.
En esa línea, mañana y el miércoles se realiza – en el Museo de la Memoria y la Biblioteca de Santiago – el “Seminario Internacional sobre Equidad, Interculturalidad y Democratización”, donde participan algunas de estas organizaciones y donde se continuará discutiendo sobre la relevancia de los observadores y defensores de derechos humanos en la formación de democracia.
Hace poco más de un mes en Naciones Unidas, el Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos dio a conocer su 14° Informe Anual sobre la situación de los defensores y defensoras de Derechos Humanos, basado en el análisis de las dificultades que sufren en cerca de 70 países.
Esta mañana diferentes organizaciones – que trabajan hace años en la defensa de los derechos humanos en Chile – se reunieron para dar a conocer los resultados de este informe mundial que elaboró el Observatorio en base a 509 casos específicos en distintas latitudes y que dan cuenta de un panorama mundial alarmante.
Si bien la llamada primavera árabe y la represión de los movimientos sociales y políticos del norte de África acaparan las miradas y manifiestan una violencia extrema, en América Latina también se marcan algunas tendencias preocupantes, respaldadas bajo una institucionalidad débil y a la vez muy violenta con la ciudadanía, establece el informe: como la violencia policial contra los estudiantes y los pueblos indígenas; el hostigamiento al movimiento sindical, que por ejemplo ha terminado en matanzas en Colombia; y el alto número de femicidios en Panamá y otros países centroamericanos.
Situaciones que los defensores de derechos humanos han denunciado pese a las dificultades que enfrentan en los diferentes contextos, ya sea la violencia directa de la policía, la vigilancia constante y la carencia de leyes que los reconozcan.
En este sentido, José Aylwin, codirector del Observatorio Ciudadano afirmó que “fundamentalmente a partir de más de 500 casos que son situaciones de las que el Observatorio para la protección de Derechos Humanos. Casos que van desde los homicidios, las amenazas, los hostigamientos, las detenciones arbitrarias, la persecución judicial, la criminalización de la protesta social”.
Por su parte José Araya, secretario ejecutivo Corporación de Defensa y Derechos del Pueblo (Codepu) plantea que en Chile la situación si bien tiene un nivel de violencia menor, hay distintos casos que muestran el bajo nivel de protección en que actúan las organizaciones, abogados y agrupaciones que velan por la defensa de los derechos de la ciudadanía.
La persecución constante sobre el abogado Jaime Madariaga, quien ha sido defensor en numerosas causas Mapuche, como la reciente condena a la abogada de la Corporación Liberar, Karina Riquelme, dan cuenta de esto.
Así también los encarcelamientos y juicios contra la documentalista Elena Varela, contra la Lonko Juana Calfunao y la presidenta de Codepu, Viviana Uribe, mencionó Araya, quien al menos indica avances y logros del sector pese a no tener respaldo por parte del Estado.
“En el caso de Chile podríamos decir que sí hay logros importantes que son fruto del movimiento de derechos humanos, como la creación del Instituto Nacional de Derechos Humanos, la creación del Museo Nacional de la Memoria y los Derechos Humanos. El reciente cierre de la comisión de investigación, la nueva comisión Valech son fruto de este movimiento por los DD.HH. que a veces es bastante inmovilizado y como un compañero de Temuco dijo tiene grados de protección muy bajos en este país”, detalló Araya.
Víctor Maturana, director del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos, señaló que “las principales dificultades para el desempeño de nosotros, los activistas de derechos humanos radica en el absoluto desconocimiento que hay hacia nuestra tarea y el entorpecimiento de ella por parte de la policía. Eso no es por iniciativa propia de la policía, sino que detrás de ese comportamiento hay un respalde de parte del Gobierno”.
En esa línea, mañana y el miércoles se realiza – en el Museo de la Memoria y la Biblioteca de Santiago – el “Seminario Internacional sobre Equidad, Interculturalidad y Democratización”, donde participan algunas de estas organizaciones y donde se continuará discutiendo sobre la relevancia de los observadores y defensores de derechos humanos en la formación de democracia.
