La Unión Nacional de Instituciones de Ciegos de Chile ha encabezado el llamado a las autoridades del Gobierno y del Congreso para introducir modificaciones oportunas a la ley electoral que permitan terminar con el voto asistido, que actualmente es la única opción a la cual personas con discapacidad visual pueden acceder para ejercer su derecho a sufragar.
Como explica el presidente de la agrupación, Sergio Cabello Montt, consiste en que un funcionario electoral debe acompañar a la persona no vidente a la cabina de votación, e indicarle su preferencia de voto para que éste la marque. Con ello no sólo se transgrede el principio de secreto, sino que también queda la sospecha acerca de si el funcionario realmente siguió las instrucciones que le fueron dadas, ya que no existe forma de verificarlo.
Cabello explica que han acudido ante las autoridades del Congreso, especialmente de la Comisión de Superación de la Pobreza, Planificación y Desarrollo Social de la Cámara Baja, para solicitar que tal mecanismo sea modificado, aprovechando la proximidad de elecciones y la discusión que se ha generado respecto a otros puntos como la inscripción automática y el voto voluntario.
Para ello han sostenido dos alternativas: incorporar marcas de Braille a las papeletas electorales, para que les sean legibles, o bien cambiar al actual sistema por uno electrónico, que además tendría ventajas para otras personas, como explica Sergio Cabello.
“El voto electrónico sería útil no sólo para los discapacitados visuales, sino para todos. No es menos cierto que nos facilita la tarea, porque tenemos un programa de lector de pantalla, esto serviría también para la tercera edad”, apuntó.
El presidente de la Unión Nacional de Instituciones de Ciegos afirma que han tenido recepción tanto en el Gobierno como en el Congreso a su iniciativa. Sin embargo, han encontrado ciertas resistencias dentro del Servicio Electoral donde, según afirma, los recibieron pero no les prometieron grandes cambios al actual sistema, que consideran suficiente para responder a sus necesidades.
Desde el Legislativo, el diputado del PPD Enrique Accorsi indicó que se encuentran analizando la propuesta de las agrupaciones de no videntes, de las cuales también se han hecho parte el propio Presidente Piñera y el Ministerio de Desarrollo Social, para buscar alternativas que permitan una pronta implementación, que debería darse ya para las elecciones municipales del próximo año.
Accorsi reconoce, eso sí, que se han presentado algunas complejidades técnicas, por lo que para esa ocasión podría estar disponible un sistema doble, que permita sufragar utilizando el sistema braille, pero sin eliminar el voto asistido. “Habrá un voto autónomo en el sistema, y otro asistido para quienes no puedan usar el Braille, pero está determinado que esto debiera estar operativo en las municipales, aún cuando encontramos problemas técnicos que se implementaría sólo para la elección de alcaldes”.
La razón de que el sistema doble no pueda utilizarse, por ahora, para las elecciones municipales radica en el amplio padrón de éstas, que en algunos casos supera la decena de candidatos, lo que impondría ciertas complejidades que no sería posible resolver en el plazo que queda hasta los comicios.
En tanto, las posibilidades de implementar un sistema electrónico parecen aún más remotas, por lo que aún deberá seguir en espera, por lo menos hasta que se resuelvan asuntos de mayor urgencia, como la inscripción automática y la voluntariedad del voto.
La Unión Nacional de Instituciones de Ciegos de Chile ha encabezado el llamado a las autoridades del Gobierno y del Congreso para introducir modificaciones oportunas a la ley electoral que permitan terminar con el voto asistido, que actualmente es la única opción a la cual personas con discapacidad visual pueden acceder para ejercer su derecho a sufragar.
Como explica el presidente de la agrupación, Sergio Cabello Montt, consiste en que un funcionario electoral debe acompañar a la persona no vidente a la cabina de votación, e indicarle su preferencia de voto para que éste la marque. Con ello no sólo se transgrede el principio de secreto, sino que también queda la sospecha acerca de si el funcionario realmente siguió las instrucciones que le fueron dadas, ya que no existe forma de verificarlo.
Cabello explica que han acudido ante las autoridades del Congreso, especialmente de la Comisión de Superación de la Pobreza, Planificación y Desarrollo Social de la Cámara Baja, para solicitar que tal mecanismo sea modificado, aprovechando la proximidad de elecciones y la discusión que se ha generado respecto a otros puntos como la inscripción automática y el voto voluntario.
Para ello han sostenido dos alternativas: incorporar marcas de Braille a las papeletas electorales, para que les sean legibles, o bien cambiar al actual sistema por uno electrónico, que además tendría ventajas para otras personas, como explica Sergio Cabello.
“El voto electrónico sería útil no sólo para los discapacitados visuales, sino para todos. No es menos cierto que nos facilita la tarea, porque tenemos un programa de lector de pantalla, esto serviría también para la tercera edad”, apuntó.
El presidente de la Unión Nacional de Instituciones de Ciegos afirma que han tenido recepción tanto en el Gobierno como en el Congreso a su iniciativa. Sin embargo, han encontrado ciertas resistencias dentro del Servicio Electoral donde, según afirma, los recibieron pero no les prometieron grandes cambios al actual sistema, que consideran suficiente para responder a sus necesidades.
Desde el Legislativo, el diputado del PPD Enrique Accorsi indicó que se encuentran analizando la propuesta de las agrupaciones de no videntes, de las cuales también se han hecho parte el propio Presidente Piñera y el Ministerio de Desarrollo Social, para buscar alternativas que permitan una pronta implementación, que debería darse ya para las elecciones municipales del próximo año.
Accorsi reconoce, eso sí, que se han presentado algunas complejidades técnicas, por lo que para esa ocasión podría estar disponible un sistema doble, que permita sufragar utilizando el sistema braille, pero sin eliminar el voto asistido. “Habrá un voto autónomo en el sistema, y otro asistido para quienes no puedan usar el Braille, pero está determinado que esto debiera estar operativo en las municipales, aún cuando encontramos problemas técnicos que se implementaría sólo para la elección de alcaldes”.
La razón de que el sistema doble no pueda utilizarse, por ahora, para las elecciones municipales radica en el amplio padrón de éstas, que en algunos casos supera la decena de candidatos, lo que impondría ciertas complejidades que no sería posible resolver en el plazo que queda hasta los comicios.
En tanto, las posibilidades de implementar un sistema electrónico parecen aún más remotas, por lo que aún deberá seguir en espera, por lo menos hasta que se resuelvan asuntos de mayor urgencia, como la inscripción automática y la voluntariedad del voto.
La Unión Nacional de Instituciones de Ciegos de Chile ha encabezado el llamado a las autoridades del Gobierno y del Congreso para introducir modificaciones oportunas a la ley electoral que permitan terminar con el voto asistido, que actualmente es la única opción a la cual personas con discapacidad visual pueden acceder para ejercer su derecho a sufragar.
Como explica el presidente de la agrupación, Sergio Cabello Montt, consiste en que un funcionario electoral debe acompañar a la persona no vidente a la cabina de votación, e indicarle su preferencia de voto para que éste la marque. Con ello no sólo se transgrede el principio de secreto, sino que también queda la sospecha acerca de si el funcionario realmente siguió las instrucciones que le fueron dadas, ya que no existe forma de verificarlo.
Cabello explica que han acudido ante las autoridades del Congreso, especialmente de la Comisión de Superación de la Pobreza, Planificación y Desarrollo Social de la Cámara Baja, para solicitar que tal mecanismo sea modificado, aprovechando la proximidad de elecciones y la discusión que se ha generado respecto a otros puntos como la inscripción automática y el voto voluntario.
Para ello han sostenido dos alternativas: incorporar marcas de Braille a las papeletas electorales, para que les sean legibles, o bien cambiar al actual sistema por uno electrónico, que además tendría ventajas para otras personas, como explica Sergio Cabello.
“El voto electrónico sería útil no sólo para los discapacitados visuales, sino para todos. No es menos cierto que nos facilita la tarea, porque tenemos un programa de lector de pantalla, esto serviría también para la tercera edad”, apuntó.
El presidente de la Unión Nacional de Instituciones de Ciegos afirma que han tenido recepción tanto en el Gobierno como en el Congreso a su iniciativa. Sin embargo, han encontrado ciertas resistencias dentro del Servicio Electoral donde, según afirma, los recibieron pero no les prometieron grandes cambios al actual sistema, que consideran suficiente para responder a sus necesidades.
Desde el Legislativo, el diputado del PPD Enrique Accorsi indicó que se encuentran analizando la propuesta de las agrupaciones de no videntes, de las cuales también se han hecho parte el propio Presidente Piñera y el Ministerio de Desarrollo Social, para buscar alternativas que permitan una pronta implementación, que debería darse ya para las elecciones municipales del próximo año.
Accorsi reconoce, eso sí, que se han presentado algunas complejidades técnicas, por lo que para esa ocasión podría estar disponible un sistema doble, que permita sufragar utilizando el sistema braille, pero sin eliminar el voto asistido. “Habrá un voto autónomo en el sistema, y otro asistido para quienes no puedan usar el Braille, pero está determinado que esto debiera estar operativo en las municipales, aún cuando encontramos problemas técnicos que se implementaría sólo para la elección de alcaldes”.
La razón de que el sistema doble no pueda utilizarse, por ahora, para las elecciones municipales radica en el amplio padrón de éstas, que en algunos casos supera la decena de candidatos, lo que impondría ciertas complejidades que no sería posible resolver en el plazo que queda hasta los comicios.
En tanto, las posibilidades de implementar un sistema electrónico parecen aún más remotas, por lo que aún deberá seguir en espera, por lo menos hasta que se resuelvan asuntos de mayor urgencia, como la inscripción automática y la voluntariedad del voto.
