Por primera vez desde la condena del mariscal colaboracionista Philippe Pétain en 1945, la justicia gala condenó a un ex jefe de Estado francés. Este jueves, el ex mandatario Jacques Chirac, de 79 años, fue sentenciado a dos años de prisión en suspenso en un caso de empleos ficticios de la municipalidad de París cuando era alcalde de la capital francesa, a principios de los 90.
El tribunal correccional lo halló culpable de ‘malversación de fondos públicos’, ‘abuso de Confianza’ y ‘adquisición ilícita de intereses’ en el caso de 28 empleos ficticios, remunerados por la alcaldía de París entre 1990 y 1995. Chirac era entonces el presidente de su partido, el RPR, y se disponía a presentarse a las elecciones presidenciales de 1995, que ganó en segunda vuelta ante el socialista Lionel Jospin. Se sospecha que el ex mandatario utilizó este sistema de desvío de fondos para financiar su campaña electoral.
Chirac no estaba en el tribunal en el momento de la lectura de la sentencia: un informe médico lo dispensó de asistir al juicio al determinar que el ex presidente padece problemas neurológicos “severos” e “irreversibles”.
Durante el proceso, el predecesor de Nicolas Sarkozy rechazó estas acusaciones y aseguró no haber cometido “ninguna falta penal ni moral”, en una declaración leída por sus abogados durante el juicio por su abogado Jean Veil.
Junto a Chirac fueron condenadas otras siete personas, mientras otros dos acusados, el ex director de gabinete Michel Roussin y Pierre Boué, resultaron absueltos
Por ser su primera condena, Chirac -que se exponía a una pena máxima de diez años de cárcel y 150.000 euros de multa- no irá a prisión.