El balance de los enfrentamientos del viernes ante la sede del Gobierno, en el centro de El Cairo, subió a “ocho muertos y 299 heridos”, indicó Adel Adaui, viceministro de Salud, citado por la agencia oficial Mena.
Este sábado por la mañana, las fuerzas del orden tomaron el control de las inmediaciones de la sede de Gobierno. Soldados y policías cerraron los accesos a la zona, desplegando alambradas a cientos de metros de la plaza Tahrir, epicentro de la movilización.
Pero tras varias horas de calma se produjeron enfrentamientos esporádicos por la mañana con grupos de manifestantes, que lanzaron piedras y cócteles molotov, constató un periodista de AFP. Unos hombres vestidos de civil les lanzaban piedras y botellas incendiarias desde los tejados de los edificios vecinos.
Además podían verse llamas saliendo de un edificio del ministerio de Transportes, situado en la zona, así como de otro edificio público.
El primer ministro Kamal El Ganzuri indicó que 18 personas fueron heridas de bala, pero aseguró que ni la policía ni el ejército abrieron fuego. Acusó a “elementos infiltrados” que “no quieren el bien de Egipto”, sin dar más precisiones.
“Los que están en la plaza Tahrir no son los jóvenes de la revolución”, afirmó, refiriéndose a la revuelta que acabó con el régimen de Hosni Mubarak en febrero. “No es una revolución, sino una contrarrevolución”, dijo el primer ministro, en alusión a los enfrentamientos con las fuerzas del orden del viernes.
Los enfrentamientos comenzaron el viernes por la mañana, entre las fuerzas del orden y los manifestantes que desde finales de noviembre acampaban ante la sede del gobierno para protestar por la decisión del ejército de nombrar a un primer ministro, Kamal el Ganzuri, que ya fue jefe de gobierno del presidente derrocado Hosni Mubarak.
Los manifestantes piden también el final del poder militar instalado desde la dimisión de Mubarak, y critican en particular al jefe del ejército y jefe de Estado de hecho, el mariscal Husein Tantaui.
El poder militar acusó a los manifestantes del estallido de violencia, en un comunicado publicado el viernes.
“Incluso si la sentada era ilegal, ¿debía dispersarse de una forma tan salvaje y brutal, incurriendo en una mayor violación de la ley y la humanidad?”, se preguntó en su cuenta de Twitter Mohamed ElBaradei, posible candidato a la elección presidencial.
Los enfrentamientos se produjeron en pleno período electoral. Egipto celebra desde el 28 de noviembre y hasta enero elecciones legislativas, que por el momento dominan los partidos islamistas, en detrimento de los partidos liberales y los movimientos nacidos de la revolución.
En la primera fase de las elecciones, en un tercio del país, 65% de los votos fueron para los partidos islamistas. Concretamente, los Hermanos Musulmanes tuvieron el 36% y los fundamentalistas salafistas el 24%.