Fallece el ex-presidente checo Vaclav Havel, líder de la “revolución de terciopelo”
Havel murió este domingo en Praga a sus 75 años. El dramaturgo y disidente fue el primer presidente de Checoslovaquia tras la caída del régimen comunista. Considerado como uno de los artífices del cambio, su frágil estado de salud le alejó en los últimos tiempos de la vida pública.
Domingo 18 de diciembre 2011 20:04 hrs.
De la cárcel a la presidencia del país. El 29 de diciembre de 1989, tan solo seis meses después de su última encarcelación, Vaclav Havel accedió a la presidencia de Checoslovaquia, abriendo una nueva etapa para el país. Culminaba así la revolución pacífica que puso fin al régimen pro-soviético en Praga, una revolución que tuvo como decálogo el manifiesto opositor Carta 77 en la que un grupo de opositores, con Havel a su cabeza, abogaba por el cambio político en nombre de los derechos humanos.
Vaclav Havel nació en Praga el 5 de octubre de 1936 en el seno de una familia acomodada, propietaria de estudios de cine y de decenas de inmuebles en la ciudad. Sin embargo, no logró hacer estudios universitarios, impedido por el régimen comunista en nombre de la lucha anti-burguesa. Fue entonces cuando Havel entró en el mundo del teatro, primero como técnico, después como autor de teatro. Con el tiempo se convirtió en el dramaturgo más célebre de su país.
Rechazó el exilio tras la ocupación soviética de 1968, incorporándose a la disidencia. Fue uno de sus portavoces más insignes, lo que le valió varias estancias en la cárcel y ser considerado como “conciencia moral” de los checoslovacos. Tras las rejas escribió sus célebres “Cartas a Olga”, su primera mujer.
Tras acceder a la primera presidencia de la era post-comunista, Havel dejó el cargo en 1992 ante la perspectiva de la partición del país, un episodio que vivió como un inmenso fracaso. Poco después, en 1993, fue designado presidente de a recién creada República checa independiente. Impulsó las reformas democráticas frente a su rival Vaclav Klaus, economista y líder de la derecha checa, quien en 2003 le sucedió en la presidencia.
Havel volvió entonces a la literatura pero su salud se degradó rápidamente como consecuencias de las neumonías contraídas en la cárcel y su pasado de fumador empedernido. En 1996 fue operado de un cáncer en el pulmón. Su última hospitalización fue en marzo pasado a raíz de graves problemas respiratorios. Quince días después se estrenó su película “Retirándose”, basada en su última obra de teatro, un título premonitorio. Queda en la memoria de los europeos como uno de sus grandes intelectuales comprometidos.
De la cárcel a la presidencia del país. El 29 de diciembre de 1989, tan solo seis meses después de su última encarcelación, Vaclav Havel accedió a la presidencia de Checoslovaquia, abriendo una nueva etapa para el país. Culminaba así la revolución pacífica que puso fin al régimen pro-soviético en Praga, una revolución que tuvo como decálogo el manifiesto opositor Carta 77 en la que un grupo de opositores, con Havel a su cabeza, abogaba por el cambio político en nombre de los derechos humanos.
Vaclav Havel nació en Praga el 5 de octubre de 1936 en el seno de una familia acomodada, propietaria de estudios de cine y de decenas de inmuebles en la ciudad. Sin embargo, no logró hacer estudios universitarios, impedido por el régimen comunista en nombre de la lucha anti-burguesa. Fue entonces cuando Havel entró en el mundo del teatro, primero como técnico, después como autor de teatro. Con el tiempo se convirtió en el dramaturgo más célebre de su país.
Rechazó el exilio tras la ocupación soviética de 1968, incorporándose a la disidencia. Fue uno de sus portavoces más insignes, lo que le valió varias estancias en la cárcel y ser considerado como “conciencia moral” de los checoslovacos. Tras las rejas escribió sus célebres “Cartas a Olga”, su primera mujer.
Tras acceder a la primera presidencia de la era post-comunista, Havel dejó el cargo en 1992 ante la perspectiva de la partición del país, un episodio que vivió como un inmenso fracaso. Poco después, en 1993, fue designado presidente de a recién creada República checa independiente. Impulsó las reformas democráticas frente a su rival Vaclav Klaus, economista y líder de la derecha checa, quien en 2003 le sucedió en la presidencia.
Havel volvió entonces a la literatura pero su salud se degradó rápidamente como consecuencias de las neumonías contraídas en la cárcel y su pasado de fumador empedernido. En 1996 fue operado de un cáncer en el pulmón. Su última hospitalización fue en marzo pasado a raíz de graves problemas respiratorios. Quince días después se estrenó su película “Retirándose”, basada en su última obra de teatro, un título premonitorio. Queda en la memoria de los europeos como uno de sus grandes intelectuales comprometidos.
De la cárcel a la presidencia del país. El 29 de diciembre de 1989, tan solo seis meses después de su última encarcelación, Vaclav Havel accedió a la presidencia de Checoslovaquia, abriendo una nueva etapa para el país. Culminaba así la revolución pacífica que puso fin al régimen pro-soviético en Praga, una revolución que tuvo como decálogo el manifiesto opositor Carta 77 en la que un grupo de opositores, con Havel a su cabeza, abogaba por el cambio político en nombre de los derechos humanos.
Vaclav Havel nació en Praga el 5 de octubre de 1936 en el seno de una familia acomodada, propietaria de estudios de cine y de decenas de inmuebles en la ciudad. Sin embargo, no logró hacer estudios universitarios, impedido por el régimen comunista en nombre de la lucha anti-burguesa. Fue entonces cuando Havel entró en el mundo del teatro, primero como técnico, después como autor de teatro. Con el tiempo se convirtió en el dramaturgo más célebre de su país.
Rechazó el exilio tras la ocupación soviética de 1968, incorporándose a la disidencia. Fue uno de sus portavoces más insignes, lo que le valió varias estancias en la cárcel y ser considerado como “conciencia moral” de los checoslovacos. Tras las rejas escribió sus célebres “Cartas a Olga”, su primera mujer.
Tras acceder a la primera presidencia de la era post-comunista, Havel dejó el cargo en 1992 ante la perspectiva de la partición del país, un episodio que vivió como un inmenso fracaso. Poco después, en 1993, fue designado presidente de a recién creada República checa independiente. Impulsó las reformas democráticas frente a su rival Vaclav Klaus, economista y líder de la derecha checa, quien en 2003 le sucedió en la presidencia.
Havel volvió entonces a la literatura pero su salud se degradó rápidamente como consecuencias de las neumonías contraídas en la cárcel y su pasado de fumador empedernido. En 1996 fue operado de un cáncer en el pulmón. Su última hospitalización fue en marzo pasado a raíz de graves problemas respiratorios. Quince días después se estrenó su película “Retirándose”, basada en su última obra de teatro, un título premonitorio. Queda en la memoria de los europeos como uno de sus grandes intelectuales comprometidos.
