El ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Pedro Pablo Errázuriz, anunció importantes cambios en el Transantiago que, según él, mejoraran el servicio a los usuarios gracias a la renegociación de contratos entre el Gobierno y las empresas.
El ministro Errázuriz aseguró además que “este es el primer cambio importante al sistema de transporte público”, desestimando los arreglos hechos anteriormente por su propio gobierno y los de la Concertación.
“Este cambio no tiene ninguna relación con los anteriores. Éstos eran marginales con pequeñas modificaciones. Ahora se piden transformaciones estructurales y de fondo. Incluso el contrato establece un mecanismo para revisar cada cierto tiempo las condiciones y, por lo tanto, tiene un instrumento de medición permanente. Este es el primer cambio de contrato verdadero”, afirmó el secretario de Estado.
Diez serán las modificaciones en los contratos, que apuntan principalmente a mejorar la calidad del servicio, disminuir la evasión y asegurar el cumplimiento de los operadores en materia de recorridos, servicio, condiciones laborales y rentabilidad del sistema.
Dentro de los anuncios destaca el cambio de foco en materia de ingresos, ya que actualmente el 70 por ciento de lo que perciben las empresas es fijo, realidad que según el ministro Errázuriz se modificará porque ahora el 70 por ciento de los dineros que reciban las empresas será por pasajero transportado.
Otra modificación interesante es en la calidad de servicio, ya que ahora por primera vez las empresas tendrán descuentos y también serán las responsables de la evasión.
En torno al sistema troncal-alimentador, en que se basa el sistema de transporte público capitalino, se fusionará y las actuales quince zonas pasarán a ser sólo siete, disminuyendo el número de transbordos.
Cambios que no tuvieron una buena acogida por parte de la oposición. El diputado PPD, Patricio Hales, aseguró que la nueva propuesta de transportes no ataca al principal problema del Transantiago: el incumplimiento del Administrador Financiero.
“Esto fracasó en los gobiernos anteriores y es cierto que es una herencia de ellos. Le hemos dicho al ministro que no se va a resolver nada si se hace un nuevo cambio de contrato, porque ya se han hecho muchos. Lo único que tiene de valioso es el pago por pasajero transportado que me parece bien, pero esto que la zona alimentadora se puede fundir con la troncal y la troncal con la alimentadora es simplemente un mapa del abastecimiento que además va a crear confusión”, comentó el parlamentario.
Algunos gremios de trabajadores del Transantiago han manifestado su molestia por las transformaciones, a las que aseguran “no se les incorporó ni preguntó” agregando que “las nuevas medidas sólo confundirán a la población y empeorarán las actuales condiciones laborales de los conductores”.
Críticas a las que respondió el ministro Errázuriz diciendo que “todos los cambios anunciados se pretenden gestionar en los próximos doce meses, en un proceso paulatino, y con mucha información a los usuarios y también con un gran contingente de fiscalizadores, ya que ahora el Ministerio de Transportes contará con mayores facultades para evaluar las condiciones de los buses en terminales, rutas y también en velar por el cumplimiento de las condiciones laborales de empresas con los trabajadores”.
Por el momento el plan del ministro supone que las concesionarias deberán entregar boletas de garantía de hasta 18 mil U.F. al Ministerio de Transportes, las que supuestamente serán cobradas en caso de incumplimiento de sueldos y también de cotizaciones.
El ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Pedro Pablo Errázuriz, anunció importantes cambios en el Transantiago que, según él, mejoraran el servicio a los usuarios gracias a la renegociación de contratos entre el Gobierno y las empresas.
El ministro Errázuriz aseguró además que “este es el primer cambio importante al sistema de transporte público”, desestimando los arreglos hechos anteriormente por su propio gobierno y los de la Concertación.
“Este cambio no tiene ninguna relación con los anteriores. Éstos eran marginales con pequeñas modificaciones. Ahora se piden transformaciones estructurales y de fondo. Incluso el contrato establece un mecanismo para revisar cada cierto tiempo las condiciones y, por lo tanto, tiene un instrumento de medición permanente. Este es el primer cambio de contrato verdadero”, afirmó el secretario de Estado.
Diez serán las modificaciones en los contratos, que apuntan principalmente a mejorar la calidad del servicio, disminuir la evasión y asegurar el cumplimiento de los operadores en materia de recorridos, servicio, condiciones laborales y rentabilidad del sistema.
Dentro de los anuncios destaca el cambio de foco en materia de ingresos, ya que actualmente el 70 por ciento de lo que perciben las empresas es fijo, realidad que según el ministro Errázuriz se modificará porque ahora el 70 por ciento de los dineros que reciban las empresas será por pasajero transportado.
Otra modificación interesante es en la calidad de servicio, ya que ahora por primera vez las empresas tendrán descuentos y también serán las responsables de la evasión.
En torno al sistema troncal-alimentador, en que se basa el sistema de transporte público capitalino, se fusionará y las actuales quince zonas pasarán a ser sólo siete, disminuyendo el número de transbordos.
Cambios que no tuvieron una buena acogida por parte de la oposición. El diputado PPD, Patricio Hales, aseguró que la nueva propuesta de transportes no ataca al principal problema del Transantiago: el incumplimiento del Administrador Financiero.
“Esto fracasó en los gobiernos anteriores y es cierto que es una herencia de ellos. Le hemos dicho al ministro que no se va a resolver nada si se hace un nuevo cambio de contrato, porque ya se han hecho muchos. Lo único que tiene de valioso es el pago por pasajero transportado que me parece bien, pero esto que la zona alimentadora se puede fundir con la troncal y la troncal con la alimentadora es simplemente un mapa del abastecimiento que además va a crear confusión”, comentó el parlamentario.
Algunos gremios de trabajadores del Transantiago han manifestado su molestia por las transformaciones, a las que aseguran “no se les incorporó ni preguntó” agregando que “las nuevas medidas sólo confundirán a la población y empeorarán las actuales condiciones laborales de los conductores”.
Críticas a las que respondió el ministro Errázuriz diciendo que “todos los cambios anunciados se pretenden gestionar en los próximos doce meses, en un proceso paulatino, y con mucha información a los usuarios y también con un gran contingente de fiscalizadores, ya que ahora el Ministerio de Transportes contará con mayores facultades para evaluar las condiciones de los buses en terminales, rutas y también en velar por el cumplimiento de las condiciones laborales de empresas con los trabajadores”.
Por el momento el plan del ministro supone que las concesionarias deberán entregar boletas de garantía de hasta 18 mil U.F. al Ministerio de Transportes, las que supuestamente serán cobradas en caso de incumplimiento de sueldos y también de cotizaciones.
El ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Pedro Pablo Errázuriz, anunció importantes cambios en el Transantiago que, según él, mejoraran el servicio a los usuarios gracias a la renegociación de contratos entre el Gobierno y las empresas.
El ministro Errázuriz aseguró además que “este es el primer cambio importante al sistema de transporte público”, desestimando los arreglos hechos anteriormente por su propio gobierno y los de la Concertación.
“Este cambio no tiene ninguna relación con los anteriores. Éstos eran marginales con pequeñas modificaciones. Ahora se piden transformaciones estructurales y de fondo. Incluso el contrato establece un mecanismo para revisar cada cierto tiempo las condiciones y, por lo tanto, tiene un instrumento de medición permanente. Este es el primer cambio de contrato verdadero”, afirmó el secretario de Estado.
Diez serán las modificaciones en los contratos, que apuntan principalmente a mejorar la calidad del servicio, disminuir la evasión y asegurar el cumplimiento de los operadores en materia de recorridos, servicio, condiciones laborales y rentabilidad del sistema.
Dentro de los anuncios destaca el cambio de foco en materia de ingresos, ya que actualmente el 70 por ciento de lo que perciben las empresas es fijo, realidad que según el ministro Errázuriz se modificará porque ahora el 70 por ciento de los dineros que reciban las empresas será por pasajero transportado.
Otra modificación interesante es en la calidad de servicio, ya que ahora por primera vez las empresas tendrán descuentos y también serán las responsables de la evasión.
En torno al sistema troncal-alimentador, en que se basa el sistema de transporte público capitalino, se fusionará y las actuales quince zonas pasarán a ser sólo siete, disminuyendo el número de transbordos.
Cambios que no tuvieron una buena acogida por parte de la oposición. El diputado PPD, Patricio Hales, aseguró que la nueva propuesta de transportes no ataca al principal problema del Transantiago: el incumplimiento del Administrador Financiero.
“Esto fracasó en los gobiernos anteriores y es cierto que es una herencia de ellos. Le hemos dicho al ministro que no se va a resolver nada si se hace un nuevo cambio de contrato, porque ya se han hecho muchos. Lo único que tiene de valioso es el pago por pasajero transportado que me parece bien, pero esto que la zona alimentadora se puede fundir con la troncal y la troncal con la alimentadora es simplemente un mapa del abastecimiento que además va a crear confusión”, comentó el parlamentario.
Algunos gremios de trabajadores del Transantiago han manifestado su molestia por las transformaciones, a las que aseguran “no se les incorporó ni preguntó” agregando que “las nuevas medidas sólo confundirán a la población y empeorarán las actuales condiciones laborales de los conductores”.
Críticas a las que respondió el ministro Errázuriz diciendo que “todos los cambios anunciados se pretenden gestionar en los próximos doce meses, en un proceso paulatino, y con mucha información a los usuarios y también con un gran contingente de fiscalizadores, ya que ahora el Ministerio de Transportes contará con mayores facultades para evaluar las condiciones de los buses en terminales, rutas y también en velar por el cumplimiento de las condiciones laborales de empresas con los trabajadores”.
Por el momento el plan del ministro supone que las concesionarias deberán entregar boletas de garantía de hasta 18 mil U.F. al Ministerio de Transportes, las que supuestamente serán cobradas en caso de incumplimiento de sueldos y también de cotizaciones.
