La cuenta pública que Cancillería presentara la semana pasada confirmó la posición estratégica que busca Chile en el escenario internacional. La administración de Rafael Moreno ha confirmado el interés local por un posicionamiento con grandes potencias, al margen de los conflictos limítrofes que han agudizado su tensión en el actual período.
No obstante, son varios los escenarios que durante 2012 obligarán a Chile a mantener una imagen sólida en el escenario internacional, equilibrando una crisis financiera que nace en el hemisferio norte versus el avance de la demanda que Bolivia mantiene en La Haya.
Al respecto, el senador Eugenio Tuma, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, apuntó a un perfil foráneo que la administración de Sebastián Piñera ha mantenido en lo económico y político, lo que impide apreciar el crecimiento local en un contexto de desarrollo comunitario en la región.
Tuma declaró que “lo que hemos instalado es que somos los malos del barrio, los malos vecinos. Aunque no es así, se ha instalado esa imagen internacional y no hemos tenido éxito al convencer a la opinión internacional respecto a que esto es un tema que se resuelve en un contexto de integración regional”.
Por otro lado, su homólogo en la Cámara de Diputados, el radical Carlos Abel Jarpa, subrayó los conflictos limítrofes que hoy se agudizan, de momento en que las demanda marítima alcanza escenarios judiciales a nivel global.
Ante ello, el parlamentario subraya la peligrosa antesala de esta discusión de cara a un eventual conflicto bélico, quien declaró que “el 73 por ciento de los chilenos señala que Chile no debiera ceder territorio aunque el fallo de La Haya no fuera favorable a Chile, algo sumamente serio. Para mantener nuestras relaciones, lo primero para solucionar la diferencia es el diálogo, o por lo menos una mediación, y por último, no queda otra que los tribunales de justicia, partiendo de la base que es lo anterior a una confrontación bélica, que sería aberrante”.
Entre las herramientas a favor, destaca el papel de Cancillería durante un año en la presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Paz Milet, docente del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, ve en ello una oportunidad única de potenciar una agenda de desarrollo regional.
Milet indicó que “hay expectativa esta instancia y otros escépticos respecto al rol que pueda jugar, una iniciativa de integración en la región al margen de Estados Unidos y Canadá. Un rol muy decidor, sobretodo al recibir la posta de Venezuela, el cariz que le dé está dado en la manera en que Chile la vea como una prioridad y el dinamismo que asuma en ello”.
No son pocas las instancias que Cancillería debe considerar en el escenario internacional, las que inciden en una evaluación de la administración del Presidente Sebastián Piñera. El dilema entre una expansión a nuevos mercados o favorecer un desarrollo a nivel regional es la dicotomía que definirá movimientos estratégicos para aminorar una crisis financiera.
La cuenta pública que Cancillería presentara la semana pasada confirmó la posición estratégica que busca Chile en el escenario internacional. La administración de Rafael Moreno ha confirmado el interés local por un posicionamiento con grandes potencias, al margen de los conflictos limítrofes que han agudizado su tensión en el actual período.
No obstante, son varios los escenarios que durante 2012 obligarán a Chile a mantener una imagen sólida en el escenario internacional, equilibrando una crisis financiera que nace en el hemisferio norte versus el avance de la demanda que Bolivia mantiene en La Haya.
Al respecto, el senador Eugenio Tuma, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, apuntó a un perfil foráneo que la administración de Sebastián Piñera ha mantenido en lo económico y político, lo que impide apreciar el crecimiento local en un contexto de desarrollo comunitario en la región.
Tuma declaró que “lo que hemos instalado es que somos los malos del barrio, los malos vecinos. Aunque no es así, se ha instalado esa imagen internacional y no hemos tenido éxito al convencer a la opinión internacional respecto a que esto es un tema que se resuelve en un contexto de integración regional”.
Por otro lado, su homólogo en la Cámara de Diputados, el radical Carlos Abel Jarpa, subrayó los conflictos limítrofes que hoy se agudizan, de momento en que las demanda marítima alcanza escenarios judiciales a nivel global.
Ante ello, el parlamentario subraya la peligrosa antesala de esta discusión de cara a un eventual conflicto bélico, quien declaró que “el 73 por ciento de los chilenos señala que Chile no debiera ceder territorio aunque el fallo de La Haya no fuera favorable a Chile, algo sumamente serio. Para mantener nuestras relaciones, lo primero para solucionar la diferencia es el diálogo, o por lo menos una mediación, y por último, no queda otra que los tribunales de justicia, partiendo de la base que es lo anterior a una confrontación bélica, que sería aberrante”.
Entre las herramientas a favor, destaca el papel de Cancillería durante un año en la presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Paz Milet, docente del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, ve en ello una oportunidad única de potenciar una agenda de desarrollo regional.
Milet indicó que “hay expectativa esta instancia y otros escépticos respecto al rol que pueda jugar, una iniciativa de integración en la región al margen de Estados Unidos y Canadá. Un rol muy decidor, sobretodo al recibir la posta de Venezuela, el cariz que le dé está dado en la manera en que Chile la vea como una prioridad y el dinamismo que asuma en ello”.
No son pocas las instancias que Cancillería debe considerar en el escenario internacional, las que inciden en una evaluación de la administración del Presidente Sebastián Piñera. El dilema entre una expansión a nuevos mercados o favorecer un desarrollo a nivel regional es la dicotomía que definirá movimientos estratégicos para aminorar una crisis financiera.
La cuenta pública que Cancillería presentara la semana pasada confirmó la posición estratégica que busca Chile en el escenario internacional. La administración de Rafael Moreno ha confirmado el interés local por un posicionamiento con grandes potencias, al margen de los conflictos limítrofes que han agudizado su tensión en el actual período.
No obstante, son varios los escenarios que durante 2012 obligarán a Chile a mantener una imagen sólida en el escenario internacional, equilibrando una crisis financiera que nace en el hemisferio norte versus el avance de la demanda que Bolivia mantiene en La Haya.
Al respecto, el senador Eugenio Tuma, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, apuntó a un perfil foráneo que la administración de Sebastián Piñera ha mantenido en lo económico y político, lo que impide apreciar el crecimiento local en un contexto de desarrollo comunitario en la región.
Tuma declaró que “lo que hemos instalado es que somos los malos del barrio, los malos vecinos. Aunque no es así, se ha instalado esa imagen internacional y no hemos tenido éxito al convencer a la opinión internacional respecto a que esto es un tema que se resuelve en un contexto de integración regional”.
Por otro lado, su homólogo en la Cámara de Diputados, el radical Carlos Abel Jarpa, subrayó los conflictos limítrofes que hoy se agudizan, de momento en que las demanda marítima alcanza escenarios judiciales a nivel global.
Ante ello, el parlamentario subraya la peligrosa antesala de esta discusión de cara a un eventual conflicto bélico, quien declaró que “el 73 por ciento de los chilenos señala que Chile no debiera ceder territorio aunque el fallo de La Haya no fuera favorable a Chile, algo sumamente serio. Para mantener nuestras relaciones, lo primero para solucionar la diferencia es el diálogo, o por lo menos una mediación, y por último, no queda otra que los tribunales de justicia, partiendo de la base que es lo anterior a una confrontación bélica, que sería aberrante”.
Entre las herramientas a favor, destaca el papel de Cancillería durante un año en la presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Paz Milet, docente del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, ve en ello una oportunidad única de potenciar una agenda de desarrollo regional.
Milet indicó que “hay expectativa esta instancia y otros escépticos respecto al rol que pueda jugar, una iniciativa de integración en la región al margen de Estados Unidos y Canadá. Un rol muy decidor, sobretodo al recibir la posta de Venezuela, el cariz que le dé está dado en la manera en que Chile la vea como una prioridad y el dinamismo que asuma en ello”.
No son pocas las instancias que Cancillería debe considerar en el escenario internacional, las que inciden en una evaluación de la administración del Presidente Sebastián Piñera. El dilema entre una expansión a nuevos mercados o favorecer un desarrollo a nivel regional es la dicotomía que definirá movimientos estratégicos para aminorar una crisis financiera.
