Papa Benedicto XVI pide abandonar los “destellos” del consumo en mensaje de navidad
El Sumo Pontífice pidió a los 1.100 millones de católicos en el mundo que oren "por cuantos tienen que vivir la Navidad en la pobreza, en el dolor, en la condición de emigrantes, para que aparezca ante ellos un rayo de la bondad de Dios". Desde Belén hasta América Latina, los cristianos celebraron la Nochebuena.
Domingo 25 de diciembre 2011 9:25 hrs.
El papa Benedicto XVI celebró en Roma la misa solemne en la Basílica de San Pedro. El Sumo Pontífice exhortó a abandonar los “destellos” de la sociedad de consumo y “la soberbia” de la razón “liberal” para dejarse seducir por la humildad de Jesús, un Dios que pide paz para todos.
El Sumo Pontífice pidió a los 1.100 millones de católicos en el mundo que oren “por cuantos tienen que vivir la Navidad en la pobreza, en el dolor, en la condición de emigrantes, para que aparezca ante ellos un rayo de la bondad de Dios”.
Además aseguró que “el gran pecado de los hombres” es querer competir con Dios. “Jesús fue enviado por Dios para salvarnos de ese mal profundo, arraigado en el hombre y en la historia, que es la separación de Dios, el pretencioso orgullo de actuar por sí solo, intentar competir con Dios y ocupar su puesto, decidir lo que es bueno y es malo y ser el dueño de la vida y de la muerte”, afirmó.
Por otro lado, el papa imploró a la ayuda divina para terminar con el hambre en el cuerno de África y pidió a la comunidad internacional que ayude a los prófugos de esta región y respete su dignidad. Benedicto XVI incluyó en su mensaje las inundaciones de Tailandia y Filipinas, el diálogo entre israelíes y palestinos, a Myanmar, la estabilidad política en Irak y Afganistán y los derechos humanos en Sudán del Sur.
En tanto, en su sermón difundido antes de la tradicional misa del gallo en Belén (Cisjordania) el patriarca latino de Jerusalén, Fuad Twal, comentó que “queremos la paz, la estabilidad y la seguridad para todo Oriente Medio”.
El patriarca latino de Jerusalén, la más alta autoridad romana en Tierra Santa, participó en las festividades por la Nochebuena en Belén, cuna del cristianismo.
Unas 90.000 personas se agolparon allí para celebrar la Navidad. En este ambiente de fiesta, Twal celebró la tradicional misa de medianoche en la iglesia de Santa Catalina, junto a la basílica de la Natividad, en presencia del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.
El pasado miércoles, Twal mencionó en sus deseos por estas fiestas la Primavera Arabe y la situación de los cristianos en la región, reconociendo sentirse “preocupado”.
El papa Benedicto XVI celebró en Roma la misa solemne en la Basílica de San Pedro. El Sumo Pontífice exhortó a abandonar los “destellos” de la sociedad de consumo y “la soberbia” de la razón “liberal” para dejarse seducir por la humildad de Jesús, un Dios que pide paz para todos.
El Sumo Pontífice pidió a los 1.100 millones de católicos en el mundo que oren “por cuantos tienen que vivir la Navidad en la pobreza, en el dolor, en la condición de emigrantes, para que aparezca ante ellos un rayo de la bondad de Dios”.
Además aseguró que “el gran pecado de los hombres” es querer competir con Dios. “Jesús fue enviado por Dios para salvarnos de ese mal profundo, arraigado en el hombre y en la historia, que es la separación de Dios, el pretencioso orgullo de actuar por sí solo, intentar competir con Dios y ocupar su puesto, decidir lo que es bueno y es malo y ser el dueño de la vida y de la muerte”, afirmó.
Por otro lado, el papa imploró a la ayuda divina para terminar con el hambre en el cuerno de África y pidió a la comunidad internacional que ayude a los prófugos de esta región y respete su dignidad. Benedicto XVI incluyó en su mensaje las inundaciones de Tailandia y Filipinas, el diálogo entre israelíes y palestinos, a Myanmar, la estabilidad política en Irak y Afganistán y los derechos humanos en Sudán del Sur.
En tanto, en su sermón difundido antes de la tradicional misa del gallo en Belén (Cisjordania) el patriarca latino de Jerusalén, Fuad Twal, comentó que “queremos la paz, la estabilidad y la seguridad para todo Oriente Medio”.
El patriarca latino de Jerusalén, la más alta autoridad romana en Tierra Santa, participó en las festividades por la Nochebuena en Belén, cuna del cristianismo.
Unas 90.000 personas se agolparon allí para celebrar la Navidad. En este ambiente de fiesta, Twal celebró la tradicional misa de medianoche en la iglesia de Santa Catalina, junto a la basílica de la Natividad, en presencia del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.
El pasado miércoles, Twal mencionó en sus deseos por estas fiestas la Primavera Arabe y la situación de los cristianos en la región, reconociendo sentirse “preocupado”.
El papa Benedicto XVI celebró en Roma la misa solemne en la Basílica de San Pedro. El Sumo Pontífice exhortó a abandonar los “destellos” de la sociedad de consumo y “la soberbia” de la razón “liberal” para dejarse seducir por la humildad de Jesús, un Dios que pide paz para todos.
El Sumo Pontífice pidió a los 1.100 millones de católicos en el mundo que oren “por cuantos tienen que vivir la Navidad en la pobreza, en el dolor, en la condición de emigrantes, para que aparezca ante ellos un rayo de la bondad de Dios”.
Además aseguró que “el gran pecado de los hombres” es querer competir con Dios. “Jesús fue enviado por Dios para salvarnos de ese mal profundo, arraigado en el hombre y en la historia, que es la separación de Dios, el pretencioso orgullo de actuar por sí solo, intentar competir con Dios y ocupar su puesto, decidir lo que es bueno y es malo y ser el dueño de la vida y de la muerte”, afirmó.
Por otro lado, el papa imploró a la ayuda divina para terminar con el hambre en el cuerno de África y pidió a la comunidad internacional que ayude a los prófugos de esta región y respete su dignidad. Benedicto XVI incluyó en su mensaje las inundaciones de Tailandia y Filipinas, el diálogo entre israelíes y palestinos, a Myanmar, la estabilidad política en Irak y Afganistán y los derechos humanos en Sudán del Sur.
En tanto, en su sermón difundido antes de la tradicional misa del gallo en Belén (Cisjordania) el patriarca latino de Jerusalén, Fuad Twal, comentó que “queremos la paz, la estabilidad y la seguridad para todo Oriente Medio”.
El patriarca latino de Jerusalén, la más alta autoridad romana en Tierra Santa, participó en las festividades por la Nochebuena en Belén, cuna del cristianismo.
Unas 90.000 personas se agolparon allí para celebrar la Navidad. En este ambiente de fiesta, Twal celebró la tradicional misa de medianoche en la iglesia de Santa Catalina, junto a la basílica de la Natividad, en presencia del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.
El pasado miércoles, Twal mencionó en sus deseos por estas fiestas la Primavera Arabe y la situación de los cristianos en la región, reconociendo sentirse “preocupado”.
