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Expertos aseguran que leña certificada terminaría con problema de contaminación atmosférica en el sur

El próximo año Temuco y Osorno serán declaradas zonas saturadas por su contaminación atmosférica, condición que ya poseen Talca y Maule. Expertos del área forestal y ambiental sostienen que la leña certificada es una solución viable para erradicar este problema.

Constanza Avila

  Miércoles 28 de diciembre 2011 17:39 hrs. 
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“Si se cambiara el cien por ciento del mercado de la leña por leña certificada, podríamos tener un aire limpio en las ciudades del sur del país”. Así de categórico es Luis Peñafiel, ingeniero forestal de Bosque Sur, para referirse al impacto que podría causar el cambio en regularizar el mercado del combustible de la madera en las regiones sureñas.

Hace décadas, el sur del país ha sido esclavo de la contaminación producida por la combustión incompleta de la leña, debido al desprendimiento del dañino material particulado fino PM10 y PM2,5. Estudios de la Corporación Nacional del Medioambiente han afirmado que la combustión a leña es responsable de aproximadamente el ochenta por ciento de la contaminación en las ciudades sureñas.

Este año, las ciudades del sur volvieron a sufrir episodios críticos durante el invierno debido a la mala calidad del aire. Tanto así, que desde el próximo año Temuco y Osorno serán declaradas oficialmente ciudades en “zona saturada de material particulado fino”.

En las zonas más australes, los combustibles derivados de la madera como matriz de energía primaria tienen un consumo medio de 18 m cúbicos por año, mientras que en las zonas centrales del país el consumo promedio es de sólo un metro cúbico.

Luis Peñafiel aclara que “no es la leña la que contamina, sino la combustión incompleta producida por la leña húmeda y la mala calidad de los equipos”.

“Cuando la leña está húmeda, gran parte de la energía de la combustión se utiliza en secarla, y desde ahí se desprende el material particulado fino. Cuando la leña está seca, por otra parte, y la combustión es buena, la leña solo libera dióxido de carbono, que se recaptura en la fotosíntesis, por lo que la leña propiamente tal es un combustible renovable y que no genera gases invernadero”.

Certificación

El presidente del Servicio Nacional de Certificación de Leña Cocel de la X región, Ricardo Becerra, dice que “la leña certificada sería un mecanismo para tener el problema de la contaminación atmosférica bajo control, e ir erradicándolo paulatinamente”.

El Cocel se creó el 2004 y reúne a organizaciones civiles, entidades privadas y estatales, y establece cuatro principios para certificar la leña. Primero, que el origen de la madera esté enmarcado en un plan de manejo sustentable; que cumpla las leyes laborales y del comercio establecido, que la información entregada al consumidor sea transparente con respecto al tipo de madera y humedad, y que la humedad sea menor a un 25 por ciento.

“En un principio, regularizar el comercio puede subir los precios de la leña. Sin embargo, a largo plazo es mucho más barato. La leña seca tiene más duración, calienta más; en definitiva, es un ahorro energético para los hogares, además, implica menor gasto en salud”, explica Ricardo Becerra.

Según un estudio de la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo, el mercado de los combustibles provenientes de la madera es completamente informal, a tal punto que  “más de un setenta por ciento de la biomasa forestal que proviene de bosques nativos se obtiene a partir de cortes ilegales. Gran parte de los comerciantes no paga impuestos ni cumple con la legislación laboral”. Mientras que “los consumidores siguen utilizando leña y desechos de la industria forestal con un alto contenido de humedad y con equipos de combustión poco eficientes, con altos niveles de contaminación atmosférica”.

Luis Peñafiel dice que “en las zonas de menores recursos, donde más se compra leña húmeda por ser más barata, se obtiene a última hora en invierno y a un precio cercano a los seis mil pesos el cuarto de metro cúbico. Esto equivale a 24 mil pesos el metro cúbico, precio muy alto para ser una leña de mala calidad, considerando que un metro de leña certificada, que dura y calienta más, cuesta entre 18 a 20 mil pesos”.

Es por esto que la regularización del mercado de la leña debe ir acompañado con un cambio cultural, según los expertos. “La cultura de la inmediatez, de comprar la peor leña al precio más barato, debe terminarse para poder implementar la leña certificada”, dice Becerra.

“Creemos que avanzar hacia la regularización del mercado de la leña debe ser una política del Estado. Por un lado, subsidiar a los productores y comerciantes de leña certificada que invierten en secado y galpones para la madera, y que así el cambio no golpee los bolsillos de las personas. Por otro lado, se debe educar a la gente con respecto a la importancia del uso responsable de la leña”, argumenta Ricardo Becerra.

Mediciones

En Temuco se calcula que durante el 2009 se han retiraron 130 toneladas de MP10 durante el 2009, equivalente al cuatro por ciento de su nube tóxica. Esto, porque es la ciudad que posee más participación de vendedores de leña certificada en el mercado de este combustible, a pesar de que para el 2010 representaban solo el ocho por ciento. Le sigue Valdivia, con un seis por ciento,y luego Osorno, Puerto Montt y las ciudades de Chiloé con un cinco por ciento.

Talca, luego de ser declarada zona saturada por la Comisión Regional de Medioambiente, comenzó a regular el comercio de la leña a través de una ordenanza municipal . “Si se vendiera seca y certificada, no tendríamos ninguna dificultad”, dijo el alcalde Juan Castro Prieto.

Las regiones con mayor consumo de leña son la Araucanía y Los Lagos, mientras que el consumo a nivel nacional se ha ido incrementado a más del doble desde los años ochenta, casi exclusivamente para la calefacción domiciliaria.

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