Un 7,1 por ciento fue el indicador de desempleo registrado para el trimestre septiembre-noviembre, una leve disminución en comparación a los 7,4 puntos de desempleo para el período junio-agosto, pero igual al porcentaje de desempleo en el mismo periodo en 2010.
La ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, destacó que, pese a que el 60 por ciento de los empleos creados a la fecha han sido dirigidos a mujeres, la tasa de cesantía femenina aumentó, ya que habría más mujeres dispuestas a salir en búsqueda de puestos laborales.
Pese a que la meta era crear 200 mil empleos por año, el 2011 sólo se crearon 92 mil 860 empleos, situación preocupante para el país considerando que el Gobierno ha manifestado reiteradamente que el próximo será un año complicado.
Sin embargo, Matthei aún es optimista respecto a cumplir con la meta autoimpuesta para cada año por el gobierno de Sebastián Piñera, y declaró que “esto nunca es 200 mil por cada año, las cosas no se dan así en la economía. Nos encantaría que fuera así, pero hay años de mucha creación, otros años menos, pero vamos bien encaminados. El próximo año dependeremos de lo que pase en el desempleo internacional, con la crisis”.
Si bien se ha registrado un descenso en la creación de empleo en la industria y el comercio, ha aumentado en el sector minero. La ministra Matthei reconoce que no se ha modificado en gran medida la situación laboral, y rescata que los empleos han ido mejorando en su calidad, una de las fuertes críticas al modelo que impulsa este gobierno.
“El empleo si bien se mantiene la tasa de cesantía, ha ido mejorando de calidad. Los empleos por cuenta propia están bajando, y ha aumentado el empleo asalariado”, señaló.
El aumento del empleo en doce meses se registró, principalmente, en trabajadores asalariados, con un 3,9 por ciento y los de cuenta propia sólo en un 0,6 por ciento. Sin embargo, los creados directamente por empleadores han bajado en un 7,2 por ciento.
Roberto Morales, investigador de la Fundación Instituto de Estudios Laborales (FIEL), advierte que estos números son sólo iniciales y que hay que esperar para ver si se transforma en tendencia, aunque ya precisa algunos problemas no consignados por la ministra.
“Por ahora, efectivamente hay un cambio inicial de tendencia que demuestra que hay más trabajadores asalariados. Aunque los empleadores dicen lo contrario, los niveles de flexibilidad que existen hoy significa que aunque tengas trabajo con contrato, los niveles de estabilidad son relativamente bajos”, apuntó.
Morales agrega que el modelo de desarrollo implementado en el país no genera espacios para potenciar la productividad, y por lo tanto laborales, quien plantea que el Estado – si bien debe estar atento a lo que sucede en el exterior – debe preocuparse por generar políticas de incentivo internas.
Un 7,1 por ciento fue el indicador de desempleo registrado para el trimestre septiembre-noviembre, una leve disminución en comparación a los 7,4 puntos de desempleo para el período junio-agosto, pero igual al porcentaje de desempleo en el mismo periodo en 2010.
La ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, destacó que, pese a que el 60 por ciento de los empleos creados a la fecha han sido dirigidos a mujeres, la tasa de cesantía femenina aumentó, ya que habría más mujeres dispuestas a salir en búsqueda de puestos laborales.
Pese a que la meta era crear 200 mil empleos por año, el 2011 sólo se crearon 92 mil 860 empleos, situación preocupante para el país considerando que el Gobierno ha manifestado reiteradamente que el próximo será un año complicado.
Sin embargo, Matthei aún es optimista respecto a cumplir con la meta autoimpuesta para cada año por el gobierno de Sebastián Piñera, y declaró que “esto nunca es 200 mil por cada año, las cosas no se dan así en la economía. Nos encantaría que fuera así, pero hay años de mucha creación, otros años menos, pero vamos bien encaminados. El próximo año dependeremos de lo que pase en el desempleo internacional, con la crisis”.
Si bien se ha registrado un descenso en la creación de empleo en la industria y el comercio, ha aumentado en el sector minero. La ministra Matthei reconoce que no se ha modificado en gran medida la situación laboral, y rescata que los empleos han ido mejorando en su calidad, una de las fuertes críticas al modelo que impulsa este gobierno.
“El empleo si bien se mantiene la tasa de cesantía, ha ido mejorando de calidad. Los empleos por cuenta propia están bajando, y ha aumentado el empleo asalariado”, señaló.
El aumento del empleo en doce meses se registró, principalmente, en trabajadores asalariados, con un 3,9 por ciento y los de cuenta propia sólo en un 0,6 por ciento. Sin embargo, los creados directamente por empleadores han bajado en un 7,2 por ciento.
Roberto Morales, investigador de la Fundación Instituto de Estudios Laborales (FIEL), advierte que estos números son sólo iniciales y que hay que esperar para ver si se transforma en tendencia, aunque ya precisa algunos problemas no consignados por la ministra.
“Por ahora, efectivamente hay un cambio inicial de tendencia que demuestra que hay más trabajadores asalariados. Aunque los empleadores dicen lo contrario, los niveles de flexibilidad que existen hoy significa que aunque tengas trabajo con contrato, los niveles de estabilidad son relativamente bajos”, apuntó.
Morales agrega que el modelo de desarrollo implementado en el país no genera espacios para potenciar la productividad, y por lo tanto laborales, quien plantea que el Estado – si bien debe estar atento a lo que sucede en el exterior – debe preocuparse por generar políticas de incentivo internas.
Un 7,1 por ciento fue el indicador de desempleo registrado para el trimestre septiembre-noviembre, una leve disminución en comparación a los 7,4 puntos de desempleo para el período junio-agosto, pero igual al porcentaje de desempleo en el mismo periodo en 2010.
La ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, destacó que, pese a que el 60 por ciento de los empleos creados a la fecha han sido dirigidos a mujeres, la tasa de cesantía femenina aumentó, ya que habría más mujeres dispuestas a salir en búsqueda de puestos laborales.
Pese a que la meta era crear 200 mil empleos por año, el 2011 sólo se crearon 92 mil 860 empleos, situación preocupante para el país considerando que el Gobierno ha manifestado reiteradamente que el próximo será un año complicado.
Sin embargo, Matthei aún es optimista respecto a cumplir con la meta autoimpuesta para cada año por el gobierno de Sebastián Piñera, y declaró que “esto nunca es 200 mil por cada año, las cosas no se dan así en la economía. Nos encantaría que fuera así, pero hay años de mucha creación, otros años menos, pero vamos bien encaminados. El próximo año dependeremos de lo que pase en el desempleo internacional, con la crisis”.
Si bien se ha registrado un descenso en la creación de empleo en la industria y el comercio, ha aumentado en el sector minero. La ministra Matthei reconoce que no se ha modificado en gran medida la situación laboral, y rescata que los empleos han ido mejorando en su calidad, una de las fuertes críticas al modelo que impulsa este gobierno.
“El empleo si bien se mantiene la tasa de cesantía, ha ido mejorando de calidad. Los empleos por cuenta propia están bajando, y ha aumentado el empleo asalariado”, señaló.
El aumento del empleo en doce meses se registró, principalmente, en trabajadores asalariados, con un 3,9 por ciento y los de cuenta propia sólo en un 0,6 por ciento. Sin embargo, los creados directamente por empleadores han bajado en un 7,2 por ciento.
Roberto Morales, investigador de la Fundación Instituto de Estudios Laborales (FIEL), advierte que estos números son sólo iniciales y que hay que esperar para ver si se transforma en tendencia, aunque ya precisa algunos problemas no consignados por la ministra.
“Por ahora, efectivamente hay un cambio inicial de tendencia que demuestra que hay más trabajadores asalariados. Aunque los empleadores dicen lo contrario, los niveles de flexibilidad que existen hoy significa que aunque tengas trabajo con contrato, los niveles de estabilidad son relativamente bajos”, apuntó.
Morales agrega que el modelo de desarrollo implementado en el país no genera espacios para potenciar la productividad, y por lo tanto laborales, quien plantea que el Estado – si bien debe estar atento a lo que sucede en el exterior – debe preocuparse por generar políticas de incentivo internas.
