La errónea implementación digital de los Fondos Concursables define las diferencias entre el Consejo de la Cultura y las Artes y la ciudadanía, quienes no han encontrado una hebra que permita unir las políticas de cultura con la producción artística del país.
Otra de las aristas que ha llamado la atención es el financiamiento al Consejo Nacional de televisión (CNTV), los cuales vieron cercenado su presupuesto en un 50 por ciento, por lo que muchas ideas quedaron sin recursos para nutrir la parrilla programática de televisión local.
El diputado Ramón Farías se reunió con la Asociación de Funcionarios del Consejo de la Cultura (Anfucultura), quien se hizo parte de las denuncias que rondan al ex subsecretario Gonzalo Martin de Marco, cuya gestión es investigada por millonarios contratos sin licitación. Su renuncia sumó dos subsecretarios en poco tiempo en el Consejo, un hecho que levanta suspicacias ante el modo que el ministro encabeza el departamento.
El parlamentario fue claro en señalar que Cruz-Coke no podría obviar las irregularidades que marcan el presente de las políticas culturales de Gobierno, y declaró que “el ministro no puede decir que no sabe lo que está ocurriendo. Uno dicta ciertas directrices, uno pide como ministro ciertas orientaciones, entonces no es posible decir que no sabe respecto a temas como Fondart o los pagos a asesores que investiga Contraloría, los que son bastante complicados y podrían rayar no sólo el tema banal, sino también el delito”.
La presidenta de la Anfucultura, Marianela Riquelme, ha denunciado este año las irregularidades que esquiva el ministro del ramo. No obstante, sus críticas abarcan mucho más que las asignaciones sin licitar del renunciado subsecretario.
Riquelme subrayó que el organismo, como Consejo, no ha sabido afrontar la administración de Cruz-Coke, la que deriva en masivos despidos al interior de la cartera. “Acá hay responsabilidades que van más allá de la subdirección, que se involucran, pero hay departamentos de jurídica, de administración y recursos humanos, gente de confianza que está haciendo bien su trabajo y es despedida, y eso radica en un sistema que no funciona en las mejores condiciones”.
La situación de Luciano Cruz-Coke no se condice con la positiva evaluación que refleja en las encuestas. Ante ello, la presidenta de Anfucultura subrayó que el ministro debe desprenderse del perfil público para asumir una dirección eficiente del organismo.
Riquelme subrayó que “no necesitamos a un actor de telenovela, sino a un agente cultural que sepa de lo que está hablando, que abarque los ámbitos de interés de toda la ciudadanía respecto al desarrollo cultural del país”.
Pablo Dittborn, miembro del directorio del Consejo, ha señalado que se ha sobrepasado el protocolo a la hora de asignar recursos a distintos proyectos, aun cuando la mesa directiva no desconfía de los incidentes del ministro de Cultura. No obstante, la tarea para Cruz-Coke se torna difícil, con muchos temas complejos que –aparentemente- no afectan su perfil público.
La errónea implementación digital de los Fondos Concursables define las diferencias entre el Consejo de la Cultura y las Artes y la ciudadanía, quienes no han encontrado una hebra que permita unir las políticas de cultura con la producción artística del país.
Otra de las aristas que ha llamado la atención es el financiamiento al Consejo Nacional de televisión (CNTV), los cuales vieron cercenado su presupuesto en un 50 por ciento, por lo que muchas ideas quedaron sin recursos para nutrir la parrilla programática de televisión local.
El diputado Ramón Farías se reunió con la Asociación de Funcionarios del Consejo de la Cultura (Anfucultura), quien se hizo parte de las denuncias que rondan al ex subsecretario Gonzalo Martin de Marco, cuya gestión es investigada por millonarios contratos sin licitación. Su renuncia sumó dos subsecretarios en poco tiempo en el Consejo, un hecho que levanta suspicacias ante el modo que el ministro encabeza el departamento.
El parlamentario fue claro en señalar que Cruz-Coke no podría obviar las irregularidades que marcan el presente de las políticas culturales de Gobierno, y declaró que “el ministro no puede decir que no sabe lo que está ocurriendo. Uno dicta ciertas directrices, uno pide como ministro ciertas orientaciones, entonces no es posible decir que no sabe respecto a temas como Fondart o los pagos a asesores que investiga Contraloría, los que son bastante complicados y podrían rayar no sólo el tema banal, sino también el delito”.
La presidenta de la Anfucultura, Marianela Riquelme, ha denunciado este año las irregularidades que esquiva el ministro del ramo. No obstante, sus críticas abarcan mucho más que las asignaciones sin licitar del renunciado subsecretario.
Riquelme subrayó que el organismo, como Consejo, no ha sabido afrontar la administración de Cruz-Coke, la que deriva en masivos despidos al interior de la cartera. “Acá hay responsabilidades que van más allá de la subdirección, que se involucran, pero hay departamentos de jurídica, de administración y recursos humanos, gente de confianza que está haciendo bien su trabajo y es despedida, y eso radica en un sistema que no funciona en las mejores condiciones”.
La situación de Luciano Cruz-Coke no se condice con la positiva evaluación que refleja en las encuestas. Ante ello, la presidenta de Anfucultura subrayó que el ministro debe desprenderse del perfil público para asumir una dirección eficiente del organismo.
Riquelme subrayó que “no necesitamos a un actor de telenovela, sino a un agente cultural que sepa de lo que está hablando, que abarque los ámbitos de interés de toda la ciudadanía respecto al desarrollo cultural del país”.
Pablo Dittborn, miembro del directorio del Consejo, ha señalado que se ha sobrepasado el protocolo a la hora de asignar recursos a distintos proyectos, aun cuando la mesa directiva no desconfía de los incidentes del ministro de Cultura. No obstante, la tarea para Cruz-Coke se torna difícil, con muchos temas complejos que –aparentemente- no afectan su perfil público.
La errónea implementación digital de los Fondos Concursables define las diferencias entre el Consejo de la Cultura y las Artes y la ciudadanía, quienes no han encontrado una hebra que permita unir las políticas de cultura con la producción artística del país.
Otra de las aristas que ha llamado la atención es el financiamiento al Consejo Nacional de televisión (CNTV), los cuales vieron cercenado su presupuesto en un 50 por ciento, por lo que muchas ideas quedaron sin recursos para nutrir la parrilla programática de televisión local.
El diputado Ramón Farías se reunió con la Asociación de Funcionarios del Consejo de la Cultura (Anfucultura), quien se hizo parte de las denuncias que rondan al ex subsecretario Gonzalo Martin de Marco, cuya gestión es investigada por millonarios contratos sin licitación. Su renuncia sumó dos subsecretarios en poco tiempo en el Consejo, un hecho que levanta suspicacias ante el modo que el ministro encabeza el departamento.
El parlamentario fue claro en señalar que Cruz-Coke no podría obviar las irregularidades que marcan el presente de las políticas culturales de Gobierno, y declaró que “el ministro no puede decir que no sabe lo que está ocurriendo. Uno dicta ciertas directrices, uno pide como ministro ciertas orientaciones, entonces no es posible decir que no sabe respecto a temas como Fondart o los pagos a asesores que investiga Contraloría, los que son bastante complicados y podrían rayar no sólo el tema banal, sino también el delito”.
La presidenta de la Anfucultura, Marianela Riquelme, ha denunciado este año las irregularidades que esquiva el ministro del ramo. No obstante, sus críticas abarcan mucho más que las asignaciones sin licitar del renunciado subsecretario.
Riquelme subrayó que el organismo, como Consejo, no ha sabido afrontar la administración de Cruz-Coke, la que deriva en masivos despidos al interior de la cartera. “Acá hay responsabilidades que van más allá de la subdirección, que se involucran, pero hay departamentos de jurídica, de administración y recursos humanos, gente de confianza que está haciendo bien su trabajo y es despedida, y eso radica en un sistema que no funciona en las mejores condiciones”.
La situación de Luciano Cruz-Coke no se condice con la positiva evaluación que refleja en las encuestas. Ante ello, la presidenta de Anfucultura subrayó que el ministro debe desprenderse del perfil público para asumir una dirección eficiente del organismo.
Riquelme subrayó que “no necesitamos a un actor de telenovela, sino a un agente cultural que sepa de lo que está hablando, que abarque los ámbitos de interés de toda la ciudadanía respecto al desarrollo cultural del país”.
Pablo Dittborn, miembro del directorio del Consejo, ha señalado que se ha sobrepasado el protocolo a la hora de asignar recursos a distintos proyectos, aun cuando la mesa directiva no desconfía de los incidentes del ministro de Cultura. No obstante, la tarea para Cruz-Coke se torna difícil, con muchos temas complejos que –aparentemente- no afectan su perfil público.
