A un impasse diplomático escalaron las declaraciones sobre la muerte de Wilman Villar en Cuba. A través de una editorial del diario Granma, las autoridades de la isla respondieron este lunes a las críticas de Chile, España y Estados Unidos sobre el deceso del opositor al régimen castristas el pasado jueves mientras se encontraba recluido, señalando que tienen “una matriz de opinión diabólica” que busca “mostrar un deterioro sensible de la situación de derechos humanos” en Cuba.
Los dardos caribeños apuntaron especialmente al ministro vocero del Gobierno, Andrés Chadwick, quien el sábado lamentó “enormemente” el fallecimiento de Villar, después de cincuenta días de huelga de hambre. “Debe conservar recuerdos de sus días de líder estudiantil vinculado a los militares golpistas de (el general Augusto) Pinochet que masacraron a su pueblo y extendieron la desaparición y la tortura a todo el Cono Sur”, señaló el periódico.
Además, la directora de América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, Marielena Ruíz, llamó al gobierno de Sebastián Piñera a eliminar la “extrema brutalidad” contra los estudiantes, abolir la “represiva ley antiterrorista” y dejar de “oprimir a los mapuches”, antes de criticar a Cuba.
Al respecto, el canciller Alfredo Moreno dijo que “(Ruíz) incurre en un error. Sus palabras entran en temas internos de Chile, se refiere a una declaración del gobierno mal analizada y cae en lo mismo que se le intenta adjudicar a Chile”.
El sábado, por medio de su embajada en Santiago, Cuba envió una nota de protesta al Gobierno chileno por los dichos del ministro Secretario General de Gobierno.
Moreno indicó que Chile enviará una respuesta a la nota enviada por Cuba, en la que “lamentaremos la muerte de una persona, como cualquiera lo haría, y reiteraremos nuestra preocupación permanente sobre el tema de los derechos humanos”.
La editorial del Granma afirma además que “se acusa de manera irracional al Gobierno de Cuba, al que se culpa, sin siquiera haber investigado mínimamente la realidad de los hechos. Se condena primero y se juzga, si acaso, después”.
Acusan a España y a la Unión Europea de actuar con “gran cinismo y doble rasero”, y agregan que “no podía faltar en esta campaña el gobierno de Estados Unidos, principal instigador de cualquier esfuerzo por desacreditar a Cuba, con el único propósito de justificar su política de hostilidad, subversión y bloqueo económico, político y mediático contra el pueblo cubano”.
Respecto de la muerte de Vilmar, el Partido Comunista cubano afirmó que se trataba de un preso común, que falleció a causa de “un fallo multiorgánico asociado a un proceso respiratorio séptico severo” pese a recibir “la atención médica necesaria”.
Descartaron que se tratara de un preso político opositor al régimen y afirmaron que estaba condenado a cuatro años de cárcel por golpear a su mujer y resistirse al arresto.
A un impasse diplomático escalaron las declaraciones sobre la muerte de Wilman Villar en Cuba. A través de una editorial del diario Granma, las autoridades de la isla respondieron este lunes a las críticas de Chile, España y Estados Unidos sobre el deceso del opositor al régimen castristas el pasado jueves mientras se encontraba recluido, señalando que tienen “una matriz de opinión diabólica” que busca “mostrar un deterioro sensible de la situación de derechos humanos” en Cuba.
Los dardos caribeños apuntaron especialmente al ministro vocero del Gobierno, Andrés Chadwick, quien el sábado lamentó “enormemente” el fallecimiento de Villar, después de cincuenta días de huelga de hambre. “Debe conservar recuerdos de sus días de líder estudiantil vinculado a los militares golpistas de (el general Augusto) Pinochet que masacraron a su pueblo y extendieron la desaparición y la tortura a todo el Cono Sur”, señaló el periódico.
Además, la directora de América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, Marielena Ruíz, llamó al gobierno de Sebastián Piñera a eliminar la “extrema brutalidad” contra los estudiantes, abolir la “represiva ley antiterrorista” y dejar de “oprimir a los mapuches”, antes de criticar a Cuba.
Al respecto, el canciller Alfredo Moreno dijo que “(Ruíz) incurre en un error. Sus palabras entran en temas internos de Chile, se refiere a una declaración del gobierno mal analizada y cae en lo mismo que se le intenta adjudicar a Chile”.
El sábado, por medio de su embajada en Santiago, Cuba envió una nota de protesta al Gobierno chileno por los dichos del ministro Secretario General de Gobierno.
Moreno indicó que Chile enviará una respuesta a la nota enviada por Cuba, en la que “lamentaremos la muerte de una persona, como cualquiera lo haría, y reiteraremos nuestra preocupación permanente sobre el tema de los derechos humanos”.
La editorial del Granma afirma además que “se acusa de manera irracional al Gobierno de Cuba, al que se culpa, sin siquiera haber investigado mínimamente la realidad de los hechos. Se condena primero y se juzga, si acaso, después”.
Acusan a España y a la Unión Europea de actuar con “gran cinismo y doble rasero”, y agregan que “no podía faltar en esta campaña el gobierno de Estados Unidos, principal instigador de cualquier esfuerzo por desacreditar a Cuba, con el único propósito de justificar su política de hostilidad, subversión y bloqueo económico, político y mediático contra el pueblo cubano”.
Respecto de la muerte de Vilmar, el Partido Comunista cubano afirmó que se trataba de un preso común, que falleció a causa de “un fallo multiorgánico asociado a un proceso respiratorio séptico severo” pese a recibir “la atención médica necesaria”.
Descartaron que se tratara de un preso político opositor al régimen y afirmaron que estaba condenado a cuatro años de cárcel por golpear a su mujer y resistirse al arresto.
A un impasse diplomático escalaron las declaraciones sobre la muerte de Wilman Villar en Cuba. A través de una editorial del diario Granma, las autoridades de la isla respondieron este lunes a las críticas de Chile, España y Estados Unidos sobre el deceso del opositor al régimen castristas el pasado jueves mientras se encontraba recluido, señalando que tienen “una matriz de opinión diabólica” que busca “mostrar un deterioro sensible de la situación de derechos humanos” en Cuba.
Los dardos caribeños apuntaron especialmente al ministro vocero del Gobierno, Andrés Chadwick, quien el sábado lamentó “enormemente” el fallecimiento de Villar, después de cincuenta días de huelga de hambre. “Debe conservar recuerdos de sus días de líder estudiantil vinculado a los militares golpistas de (el general Augusto) Pinochet que masacraron a su pueblo y extendieron la desaparición y la tortura a todo el Cono Sur”, señaló el periódico.
Además, la directora de América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, Marielena Ruíz, llamó al gobierno de Sebastián Piñera a eliminar la “extrema brutalidad” contra los estudiantes, abolir la “represiva ley antiterrorista” y dejar de “oprimir a los mapuches”, antes de criticar a Cuba.
Al respecto, el canciller Alfredo Moreno dijo que “(Ruíz) incurre en un error. Sus palabras entran en temas internos de Chile, se refiere a una declaración del gobierno mal analizada y cae en lo mismo que se le intenta adjudicar a Chile”.
El sábado, por medio de su embajada en Santiago, Cuba envió una nota de protesta al Gobierno chileno por los dichos del ministro Secretario General de Gobierno.
Moreno indicó que Chile enviará una respuesta a la nota enviada por Cuba, en la que “lamentaremos la muerte de una persona, como cualquiera lo haría, y reiteraremos nuestra preocupación permanente sobre el tema de los derechos humanos”.
La editorial del Granma afirma además que “se acusa de manera irracional al Gobierno de Cuba, al que se culpa, sin siquiera haber investigado mínimamente la realidad de los hechos. Se condena primero y se juzga, si acaso, después”.
Acusan a España y a la Unión Europea de actuar con “gran cinismo y doble rasero”, y agregan que “no podía faltar en esta campaña el gobierno de Estados Unidos, principal instigador de cualquier esfuerzo por desacreditar a Cuba, con el único propósito de justificar su política de hostilidad, subversión y bloqueo económico, político y mediático contra el pueblo cubano”.
Respecto de la muerte de Vilmar, el Partido Comunista cubano afirmó que se trataba de un preso común, que falleció a causa de “un fallo multiorgánico asociado a un proceso respiratorio séptico severo” pese a recibir “la atención médica necesaria”.
Descartaron que se tratara de un preso político opositor al régimen y afirmaron que estaba condenado a cuatro años de cárcel por golpear a su mujer y resistirse al arresto.
