Cerca de veinte dirigentes estudiantiles llegaron hasta el Congreso para entregar 158 cartas dirigidas a todos los parlamentarios donde expresan su rechazo a la ley de Fortalecimiento de Orden Público, más conocida como ley Hinzpeter.
Los estudiantes, tanto de la Confech como la Federación de Estudiantes Mapuche, sufrieron un excesivo control policial, ya que sólo se permitió el ingreso de dos dirigentes hasta la oficina de partes.
El presidente de la Fech, Gabriel Boric, señaló que la ley Antitomas, como también se le conoce, es un retroceso autoritario en cuanto a la libertad de expresión, no sólo de los estudiantes sino que de toda la ciudadanía.
Por eso es que Marjorie Cuello, secretaria general de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Valparaíso, llamó a los legisladores a rechazar la ley, la que su juicio busca criminalizar la protesta social.
“Hoy no sólo somos los estudiantes los afectados, también son todas las organizaciones sociales que buscan la mejora en sus condiciones de vida y hoy nosotros ni como estudiantes, ni como organizaciones vamos a permitir eso y por esto entregamos esta carta, que es un llamado abierto a los diputados y a los senadores a que rechacen esta ley, que legislen de una vez por todas en función de las necesidades de la ciudadanía”, explicó la dirigente.
Algo que reafirmó el representante de la Federación de Estudiantes Mapuche, José Ancalao, quien sostuvo que el proyecto legislativo no es una solución hacia las demandas sociales.
“Creemos que el problema de la educación y los grandes problemas sociales que existen en Chile no se van a solucionar con una ley que coarta la libertad d expresión. Los dirigentes estudiantiles no quieren dialogar desde la cárcel para poder solucionar los problemas”, añadió Ancalao.
El estudiante de la Universidad Católica de Temuco criticó el espíritu de la ley, ya que a su juicio permitiría la encarcelación de todos quienes sean parte de alguna protesta social.
“Si esa ley estuviera vigente hoy habrían miles de personas presas porque cada acto de movilización está penado por esa ley, las tomas, hacer responsables a los convocantes de las marchas, los responsables de los destrozos, es decir, los dirigentes serían los primeros en estar presos”, afirmó el dirigente mapuche.
Los estudiantes, acompañados de dirigentes de la Comisión ética contra la tortura, la Confusam y la Cut, dijeron no compartir los actos de violencia que se producen, pero que la forma de solucionarlo no es por medio de más represión.
En este sentido, el presidente de la Feuc, Noam Titelman, emplazó al ministro Hinzpeter a responder también por la dura represión que se ejerce en contra de estudiantes y, especialmente, contra las comunidades mapuche en el sur, hechos que a su juicio son mucho más violentos que cualquier marcha.
Cerca de veinte dirigentes estudiantiles llegaron hasta el Congreso para entregar 158 cartas dirigidas a todos los parlamentarios donde expresan su rechazo a la ley de Fortalecimiento de Orden Público, más conocida como ley Hinzpeter.
Los estudiantes, tanto de la Confech como la Federación de Estudiantes Mapuche, sufrieron un excesivo control policial, ya que sólo se permitió el ingreso de dos dirigentes hasta la oficina de partes.
El presidente de la Fech, Gabriel Boric, señaló que la ley Antitomas, como también se le conoce, es un retroceso autoritario en cuanto a la libertad de expresión, no sólo de los estudiantes sino que de toda la ciudadanía.
Por eso es que Marjorie Cuello, secretaria general de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Valparaíso, llamó a los legisladores a rechazar la ley, la que su juicio busca criminalizar la protesta social.
“Hoy no sólo somos los estudiantes los afectados, también son todas las organizaciones sociales que buscan la mejora en sus condiciones de vida y hoy nosotros ni como estudiantes, ni como organizaciones vamos a permitir eso y por esto entregamos esta carta, que es un llamado abierto a los diputados y a los senadores a que rechacen esta ley, que legislen de una vez por todas en función de las necesidades de la ciudadanía”, explicó la dirigente.
Algo que reafirmó el representante de la Federación de Estudiantes Mapuche, José Ancalao, quien sostuvo que el proyecto legislativo no es una solución hacia las demandas sociales.
“Creemos que el problema de la educación y los grandes problemas sociales que existen en Chile no se van a solucionar con una ley que coarta la libertad d expresión. Los dirigentes estudiantiles no quieren dialogar desde la cárcel para poder solucionar los problemas”, añadió Ancalao.
El estudiante de la Universidad Católica de Temuco criticó el espíritu de la ley, ya que a su juicio permitiría la encarcelación de todos quienes sean parte de alguna protesta social.
“Si esa ley estuviera vigente hoy habrían miles de personas presas porque cada acto de movilización está penado por esa ley, las tomas, hacer responsables a los convocantes de las marchas, los responsables de los destrozos, es decir, los dirigentes serían los primeros en estar presos”, afirmó el dirigente mapuche.
Los estudiantes, acompañados de dirigentes de la Comisión ética contra la tortura, la Confusam y la Cut, dijeron no compartir los actos de violencia que se producen, pero que la forma de solucionarlo no es por medio de más represión.
En este sentido, el presidente de la Feuc, Noam Titelman, emplazó al ministro Hinzpeter a responder también por la dura represión que se ejerce en contra de estudiantes y, especialmente, contra las comunidades mapuche en el sur, hechos que a su juicio son mucho más violentos que cualquier marcha.
Cerca de veinte dirigentes estudiantiles llegaron hasta el Congreso para entregar 158 cartas dirigidas a todos los parlamentarios donde expresan su rechazo a la ley de Fortalecimiento de Orden Público, más conocida como ley Hinzpeter.
Los estudiantes, tanto de la Confech como la Federación de Estudiantes Mapuche, sufrieron un excesivo control policial, ya que sólo se permitió el ingreso de dos dirigentes hasta la oficina de partes.
El presidente de la Fech, Gabriel Boric, señaló que la ley Antitomas, como también se le conoce, es un retroceso autoritario en cuanto a la libertad de expresión, no sólo de los estudiantes sino que de toda la ciudadanía.
Por eso es que Marjorie Cuello, secretaria general de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Valparaíso, llamó a los legisladores a rechazar la ley, la que su juicio busca criminalizar la protesta social.
“Hoy no sólo somos los estudiantes los afectados, también son todas las organizaciones sociales que buscan la mejora en sus condiciones de vida y hoy nosotros ni como estudiantes, ni como organizaciones vamos a permitir eso y por esto entregamos esta carta, que es un llamado abierto a los diputados y a los senadores a que rechacen esta ley, que legislen de una vez por todas en función de las necesidades de la ciudadanía”, explicó la dirigente.
Algo que reafirmó el representante de la Federación de Estudiantes Mapuche, José Ancalao, quien sostuvo que el proyecto legislativo no es una solución hacia las demandas sociales.
“Creemos que el problema de la educación y los grandes problemas sociales que existen en Chile no se van a solucionar con una ley que coarta la libertad d expresión. Los dirigentes estudiantiles no quieren dialogar desde la cárcel para poder solucionar los problemas”, añadió Ancalao.
El estudiante de la Universidad Católica de Temuco criticó el espíritu de la ley, ya que a su juicio permitiría la encarcelación de todos quienes sean parte de alguna protesta social.
“Si esa ley estuviera vigente hoy habrían miles de personas presas porque cada acto de movilización está penado por esa ley, las tomas, hacer responsables a los convocantes de las marchas, los responsables de los destrozos, es decir, los dirigentes serían los primeros en estar presos”, afirmó el dirigente mapuche.
Los estudiantes, acompañados de dirigentes de la Comisión ética contra la tortura, la Confusam y la Cut, dijeron no compartir los actos de violencia que se producen, pero que la forma de solucionarlo no es por medio de más represión.
En este sentido, el presidente de la Feuc, Noam Titelman, emplazó al ministro Hinzpeter a responder también por la dura represión que se ejerce en contra de estudiantes y, especialmente, contra las comunidades mapuche en el sur, hechos que a su juicio son mucho más violentos que cualquier marcha.
