La crisis económica en Europa no ha dejado indiferente a nadie. Sus efectos ya comienzan a sentirse paulatinamente en diversos países y Chile no es la excepción. A la hora de medir el pulso de la economía nacional, el Índice de Confianza del Consumidor es uno de los elementos que da luces respecto de la forma en que las personas se están comportando frente al escenario actual, ayudando a palpar cómo se viene el camino hacia adelante.

En esa línea, la Encuesta de Percepción y Expectativas Económicas aplicada por el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile dada a conocer esta semana, develó que este indicador habría descendido en 2,9 puntos porcentuales respecto de 2010. Esto pese a que la medición de diciembre anotó un incremento de 7 puntos porcentuales respecto del trimestre anterior.

De acuerdo a los investigadores del Centro de Microdatos, el alza experimentada en los últimos meses de 2011 se debe a un aumento en la confianza de los estratos bajos y medios que, de todas formas, se ve contrastada con una  caída en los sectores altos. La diferencia se explicaría principalmente por la mejoría en la situación del empleo que ha beneficiado a las capas más vulnerables, mientras que las más acomodadas han sido golpeadas por la inseguridad que acarrea el panorama mundial.

En esa línea, el economista y gerente general de la consultora Aserta, Hernán Frigolett, precisó que “el primer semestre del año pasado fue muy exitista, había un fenómeno de recuperación después del terremoto y como la economía se fue desacelerando rápidamente a un nivel más realista, eso alteró las percepciones de la gente e hizo que se presentaran visiones más negativas. Sin embargo, las perspectivas para este año en general son de bastante incertidumbre debido a lo que está pasando en Europa”.

Respecto de las expectativas de ingresos, la encuesta señala que el 53, 1 por ciento de las personas de la región Metropolitana piensan que éstos se mantendrán igual en los próximos 12 meses, mientras que un 28 por ciento creen que subirán y un 12 que disminuirán. La medición indica además que Un 77, 4 por ciento de los encuestados no está pensando en adquirir bienes durables en los próximos tres meses y  que un 81 por ciento no tiene contemplado comprar una casa en el corto plazo.

Para Frigolett este comportamiento también sería un síntoma de la desaceleración que está viviendo la economía. “El consumo ya está teniendo una un ritmo de crecimiento más bajo que es marcado porque habíamos tenido dos años muy buenos y ya hay un nivel de saturación. En general, la situación económica más incierta hace que la gente postergue la compra de bienes raíces, por ejemplo”, dijo el experto.

En términos inflacionarios, disminuyeron en 5,7 puntos porcentuales los hogares que esperan una inflación menor a 2 por ciento y aumentaron en 5,8 puntos porcentuales los hogares que espera que la inflación sea de más de 4 por ciento, es decir, las personas esperan que el valor de los bienes y servicios este 2012 crezca en relación al valor del dinero.

Finalmente, a la hora de hacer una proyección sobre cómo estará la situación económica general del país en un año más, el veredicto es categórico: Un 38, 2 por ciento augura que será peor que la actual, lo que corresponde a un aumento de 14 puntos porcentuales en relación al año anterior.