Este fin de semana se realiza la consulta comunal convocada por la municipalidad de La Florida donde se pedirá la opinión de los vecinos sobre el Plan Regulador y el destino del bosque El Panul.

Un proyecto inmobiliario de la empresa Gesterra pretende construir un condominio de 1.302 viviendas en el fundo que alberga al último bosque nativo de Santiago, lo que ha concitado el rechazo de la Red de Defensa de la Precordillera y del municipio, que decidió hacer una consulta no vinculante para zanjar el tema.

Proceso que se desarrollará a pesar que el Servicio de Evaluación Ambiental paralizó, a comienzos de enero, los trámites de este proyecto por no presentar los antecedentes suficientes que respalden que no significará un daño para el medio ambiente y la comuna.

Sin embargo, los vecinos reclaman por el hermetismo que ha mantenido La Florida sobre la pregunta que se hará en la consulta. Luego de diversas indagaciones señalaron a www.radio.uchile.cl que se tratará de una interrogante que consideran ambigua y doble: “¿Aprueba usted la decisión del Municipio de defender el bosque El Panul y de modificar el Plano Regulador para proteger  la precordillera de La Florida?”.

Es por esto que están realizando una intensa campaña para que los vecinos, de todas formas, voten por la opción Sí.

Llamado al que se plegó la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), que a través de un comunicado señaló su apoyo a la defensa del Panul.

“Si bien celebramos la participación ciudadana que pudo ponerle un tope a los intereses inmobiliarios y proteger los intereses de la mayoría de los vecinos de la comuna, hacemos un llamado a los vecinos a pronunciarse a favor de modificar el PRC para evitar que situaciones como éstas vuelvan a repetirse”, manifestaron desde la organización estudiantil.

Los floridanos convocaron además a un carnaval que comenzará hoy a las 12:30 horas en la avenida Walker Martínez para llegar hasta la municipalidad “a votar en masa”.

Luego del retiro del proyecto del SEA, el objetivo de la Red de Defensa de la Precordillera es convertir definitivamente el bosque El Panul en un parque de acceso público, por medio de la compra o la expropiación de los terrenos que, hasta antes de la dictadura, pertenecían a la Universidad de Chile y que fueron “rematados” al ex presidente de la Sofofa, Gonzalo Navarrete.

El proyecto inmobiliario El Panul comenzó su tramitación en 2008 y ha estado marcado por una serie de irregularidades y deficiencias en sus evaluaciones las que, por una parte han impedido que se ejecute, pero por otra lo han mantenido vigente hasta estos días. Situación que las mismas autoridades atribuyen a las serias deficiencias que presenta la institucionalidad medio ambiental en el país.

De hecho, la última paralización decretada por el SEA se debe a una reforma del 2010 que permite al director poner término al procedimiento de evaluación en el caso en que el estudio que presenta el proyecto carece de información relevante, al punto que no puede ser complementada en las adendas posteriores.

Este artículo no había sido invocado nunca antes en la evaluación de proyectos con alto impacto medio ambiental y, según los expertos, podría marcar un referente en este sentido. Triunfo que atribuyen a la insistente participación ciudadana en el proceso que logró demostrar que la empresa no estaba presentando todos los antecedentes, por ejemplo, la presencia del guayacán en el lugar, una especie protegida por la Ley de Bosque Nativo, que prohíbe su tala y la intervención de su entorno.

“La lucha dada en La Florida, explicita una vez más, que las leyes en Chile están hechas a la medida de los empresarios, y que los intereses de una pequeña elite, se pueden contraponer y aplastar la vida digna de la mayoría de los vecinos. Son los mismos intereses de una elite política y empresarial que durante las últimas décadas han lucrado con lo que debieran ser derechos sociales garantizados universalmente por el Estado, como educación, salud, vivienda y el derecho de todo chileno a vivir en un medio ambiente libre de contaminación”, afirman desde la FECH.

La importancia del El Panul radica no sólo en la biodiversidad de su bosque esclerófilo, también presta una serie de servicios a la zona donde se emplaza, como impedir el escurrimiento de las aguas lluvias a sectores más bajos, evitando aludes e inundaciones, absorbe la contaminación ambiental, regula la temperatura, pero también le da un respiro a las familias que viven literalmente ahogadas en el cemento capitalino.