La iniciativa es impulsada por el ministro de Agricultura, Luis Mayol, y el Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego, Felipe Martin. La campaña busca potenciar los distintos programas que ambas entidades han implementado para apoyar a los agricultores afectados por la sequía que afecta al país, en especial a las regiones tercera, cuarta y quinta. Además, está orientada a concientizar a la ciudadanía en general sobre el buen uso del agua.
El ministro Mayol sostuvo que no dejarán ninguna alternativa sin estudiar, por ello se encuentran trabajando en proyectos como el bombardeo de nubes, la carretera del agua y la infiltración de acuíferos para crear embalses subterráneos. Además, el secretario de Estado adelantó que durante este año trabajarán en tres proyectos piloto, “para ver cómo nos resulta”, sostuvo.
Esta campaña fue duramente criticada por la directora de Chile Sustentable, Sara Larraín, ya que a su juicio es sólo una solución parche, y apuntó que “todo el mundo sabe, tanto en la campaña entiende que el cambio de ampolletas no soluciona el problema. Cada ciudadano debe ser responsable, pero hoy la ocupación de recursos hídricos va por la minería, que no tiene normas de eficiencia en el uso de recursos hídricos”.
La ambientalista reiteró sus críticas a la minería, sector económico que utiliza grandes cantidades de agua para sus procesos productivos y que se beneficia de la actual legislación, señaló Sara Larraín, quien recalcó que “en este momento en la quinta, tercera y cuarta región, la competencia es con la minería. Lo que ocurraeen el mercado del agua es que las sanitarias intentaron vender las aguas servidas, y es lo que está haciendo Aguas Antofagasta, que venden el agua para industrias mineras”.
La ambientalista agregó que el estado chileno no tiene una política hídrica, además de cerrarse a realizar cambios en el Código de Aguas, donde Chile debiera tener prioridades en el uso de este recurso, y declaró que “acá lo que se está ocultado es una situación estructural, que responde a variaciones climáticas y una ausencia de voluntad política para reformar el Código de Aguas”.
Estas prioridades, según la directora de Chile Sustentable, debieran ser: primero, para la bebida humana y animal; segundo, para la producción de alimentos; tercero, para actividades que generen empleo y finalmente para fábricas o grandes empresas.
La iniciativa es impulsada por el ministro de Agricultura, Luis Mayol, y el Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego, Felipe Martin. La campaña busca potenciar los distintos programas que ambas entidades han implementado para apoyar a los agricultores afectados por la sequía que afecta al país, en especial a las regiones tercera, cuarta y quinta. Además, está orientada a concientizar a la ciudadanía en general sobre el buen uso del agua.
El ministro Mayol sostuvo que no dejarán ninguna alternativa sin estudiar, por ello se encuentran trabajando en proyectos como el bombardeo de nubes, la carretera del agua y la infiltración de acuíferos para crear embalses subterráneos. Además, el secretario de Estado adelantó que durante este año trabajarán en tres proyectos piloto, “para ver cómo nos resulta”, sostuvo.
Esta campaña fue duramente criticada por la directora de Chile Sustentable, Sara Larraín, ya que a su juicio es sólo una solución parche, y apuntó que “todo el mundo sabe, tanto en la campaña entiende que el cambio de ampolletas no soluciona el problema. Cada ciudadano debe ser responsable, pero hoy la ocupación de recursos hídricos va por la minería, que no tiene normas de eficiencia en el uso de recursos hídricos”.
La ambientalista reiteró sus críticas a la minería, sector económico que utiliza grandes cantidades de agua para sus procesos productivos y que se beneficia de la actual legislación, señaló Sara Larraín, quien recalcó que “en este momento en la quinta, tercera y cuarta región, la competencia es con la minería. Lo que ocurraeen el mercado del agua es que las sanitarias intentaron vender las aguas servidas, y es lo que está haciendo Aguas Antofagasta, que venden el agua para industrias mineras”.
La ambientalista agregó que el estado chileno no tiene una política hídrica, además de cerrarse a realizar cambios en el Código de Aguas, donde Chile debiera tener prioridades en el uso de este recurso, y declaró que “acá lo que se está ocultado es una situación estructural, que responde a variaciones climáticas y una ausencia de voluntad política para reformar el Código de Aguas”.
Estas prioridades, según la directora de Chile Sustentable, debieran ser: primero, para la bebida humana y animal; segundo, para la producción de alimentos; tercero, para actividades que generen empleo y finalmente para fábricas o grandes empresas.
La iniciativa es impulsada por el ministro de Agricultura, Luis Mayol, y el Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego, Felipe Martin. La campaña busca potenciar los distintos programas que ambas entidades han implementado para apoyar a los agricultores afectados por la sequía que afecta al país, en especial a las regiones tercera, cuarta y quinta. Además, está orientada a concientizar a la ciudadanía en general sobre el buen uso del agua.
El ministro Mayol sostuvo que no dejarán ninguna alternativa sin estudiar, por ello se encuentran trabajando en proyectos como el bombardeo de nubes, la carretera del agua y la infiltración de acuíferos para crear embalses subterráneos. Además, el secretario de Estado adelantó que durante este año trabajarán en tres proyectos piloto, “para ver cómo nos resulta”, sostuvo.
Esta campaña fue duramente criticada por la directora de Chile Sustentable, Sara Larraín, ya que a su juicio es sólo una solución parche, y apuntó que “todo el mundo sabe, tanto en la campaña entiende que el cambio de ampolletas no soluciona el problema. Cada ciudadano debe ser responsable, pero hoy la ocupación de recursos hídricos va por la minería, que no tiene normas de eficiencia en el uso de recursos hídricos”.
La ambientalista reiteró sus críticas a la minería, sector económico que utiliza grandes cantidades de agua para sus procesos productivos y que se beneficia de la actual legislación, señaló Sara Larraín, quien recalcó que “en este momento en la quinta, tercera y cuarta región, la competencia es con la minería. Lo que ocurraeen el mercado del agua es que las sanitarias intentaron vender las aguas servidas, y es lo que está haciendo Aguas Antofagasta, que venden el agua para industrias mineras”.
La ambientalista agregó que el estado chileno no tiene una política hídrica, además de cerrarse a realizar cambios en el Código de Aguas, donde Chile debiera tener prioridades en el uso de este recurso, y declaró que “acá lo que se está ocultado es una situación estructural, que responde a variaciones climáticas y una ausencia de voluntad política para reformar el Código de Aguas”.
Estas prioridades, según la directora de Chile Sustentable, debieran ser: primero, para la bebida humana y animal; segundo, para la producción de alimentos; tercero, para actividades que generen empleo y finalmente para fábricas o grandes empresas.
