El Vaticano realiza por primera vez un simposio sobre pedofilia
Frente a la multiplicación de escándalos de abusos sexuales cometidos por curas, el Vaticano organiza a partir de este lunes 6 de febrero de 2012 un simposio sobre la lucha contra la pedofilia. El Vaticano se muestra alarmado porque las iglesias de Asia se han retrasado en combatir el problema.
Lunes 6 de febrero 2012 13:22 hrs.
La iglesia católica organiza por primera vez a partir de este lunes un simposio sobre la lucha contra la pedofilia titulado “Hacia la curación y la renovación” en medio de la multiplicaciones de casos de abusos sexuales por parte de sacerdotes y religiosos.
La atención se centrará en las iglesias católicas de Asia donde la lucha contra la pedofilia –donde el problema “es muy acentuado” según voceros del Vaticano – se ha retrasado debido a las profundas diferencias culturales.
En las iglesias de Asia “hay sin embargo una toma de conciencia sobre la existencia de abusos y sobre el hecho de que hay que hacer algo”, dijo monseñor Charles Scicluna.
El “promotor de justicia” del Papa, fue en noviembre a Bangkok para tratar en privado este delicado tema con los obispos de Asia, en preparación de la conferencia que se realizará del lunes al jueves en la Universidad Gregoriana.
En mayo pasado, todos los obispos recibieron un año de plazo para poner sus dispositivos de lucha contra la pedofilia en conformidad con los requisitos de Roma y para colaborar con los jueces civiles de sus países.
“En algunas culturas, es difícil para las víctimas denunciar. Queremos ver cómo cambiar una cultura que empuja al silencio antes que a la denuncia”, afirmó monseñor Scicluna.
La revelación de miles de delitos de pedofilia, que fueron posibles gracias a una cultura del silencio que protegía a los culpables en varias Iglesias católicas de Europa y América del Norte, ha sacudido profundamente los episcopados de otros continentes. En Asia y África, los casos que se han hecho públicos son mucho menos numerosos.
El simposio será inaugurado por el cardenal William Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En el simposio que durará hasta el jueves participarán expertos y representantes de las conferencias episcopales del mundo entero, así como la irlandesa Marie Collins, la única víctima que fue invitada.
La iglesia católica organiza por primera vez a partir de este lunes un simposio sobre la lucha contra la pedofilia titulado “Hacia la curación y la renovación” en medio de la multiplicaciones de casos de abusos sexuales por parte de sacerdotes y religiosos.
La atención se centrará en las iglesias católicas de Asia donde la lucha contra la pedofilia –donde el problema “es muy acentuado” según voceros del Vaticano – se ha retrasado debido a las profundas diferencias culturales.
En las iglesias de Asia “hay sin embargo una toma de conciencia sobre la existencia de abusos y sobre el hecho de que hay que hacer algo”, dijo monseñor Charles Scicluna.
El “promotor de justicia” del Papa, fue en noviembre a Bangkok para tratar en privado este delicado tema con los obispos de Asia, en preparación de la conferencia que se realizará del lunes al jueves en la Universidad Gregoriana.
En mayo pasado, todos los obispos recibieron un año de plazo para poner sus dispositivos de lucha contra la pedofilia en conformidad con los requisitos de Roma y para colaborar con los jueces civiles de sus países.
“En algunas culturas, es difícil para las víctimas denunciar. Queremos ver cómo cambiar una cultura que empuja al silencio antes que a la denuncia”, afirmó monseñor Scicluna.
La revelación de miles de delitos de pedofilia, que fueron posibles gracias a una cultura del silencio que protegía a los culpables en varias Iglesias católicas de Europa y América del Norte, ha sacudido profundamente los episcopados de otros continentes. En Asia y África, los casos que se han hecho públicos son mucho menos numerosos.
El simposio será inaugurado por el cardenal William Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En el simposio que durará hasta el jueves participarán expertos y representantes de las conferencias episcopales del mundo entero, así como la irlandesa Marie Collins, la única víctima que fue invitada.
La iglesia católica organiza por primera vez a partir de este lunes un simposio sobre la lucha contra la pedofilia titulado “Hacia la curación y la renovación” en medio de la multiplicaciones de casos de abusos sexuales por parte de sacerdotes y religiosos.
La atención se centrará en las iglesias católicas de Asia donde la lucha contra la pedofilia –donde el problema “es muy acentuado” según voceros del Vaticano – se ha retrasado debido a las profundas diferencias culturales.
En las iglesias de Asia “hay sin embargo una toma de conciencia sobre la existencia de abusos y sobre el hecho de que hay que hacer algo”, dijo monseñor Charles Scicluna.
El “promotor de justicia” del Papa, fue en noviembre a Bangkok para tratar en privado este delicado tema con los obispos de Asia, en preparación de la conferencia que se realizará del lunes al jueves en la Universidad Gregoriana.
En mayo pasado, todos los obispos recibieron un año de plazo para poner sus dispositivos de lucha contra la pedofilia en conformidad con los requisitos de Roma y para colaborar con los jueces civiles de sus países.
“En algunas culturas, es difícil para las víctimas denunciar. Queremos ver cómo cambiar una cultura que empuja al silencio antes que a la denuncia”, afirmó monseñor Scicluna.
La revelación de miles de delitos de pedofilia, que fueron posibles gracias a una cultura del silencio que protegía a los culpables en varias Iglesias católicas de Europa y América del Norte, ha sacudido profundamente los episcopados de otros continentes. En Asia y África, los casos que se han hecho públicos son mucho menos numerosos.
El simposio será inaugurado por el cardenal William Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En el simposio que durará hasta el jueves participarán expertos y representantes de las conferencias episcopales del mundo entero, así como la irlandesa Marie Collins, la única víctima que fue invitada.
