Un tren de pasajeros que llegaba a la estación terminal Once de la ciudad de Buenos Aires descarriló y chocó contra el andén, dejando un saldo de 550 heridos y varios fallecidos. Además se registraron 60 personas atrapadas entre los fierros y de las cuales ya se ha rescatado a la mitad de ellas.
“Fue un accidente muy grave, aparentemente un tren que entraba en el terminal de Once. Suponemos que tuvo un desperfecto con los frenos, el tren impacta a 20 kilómetros por hora contra el paragolpe, eso produce que se plegara un vagón contra otro. Hay un vagón que entró casi 6 metros adentro del de adelante”, informó el secretario argentino de Transporte, Juan Pablo Schiavi.
Respecto de los pasajeros que no han podido ser rescatados desde el interior del tren, la autoridad señaló “hay gente atrapada, hay gente con vida y puede haber víctimas. Nosotros no tenemos el número, pero puede haber víctimas”.
Por su lado, la empresa concesionaria TBA confirmó que el tren se quedó sin frenos, por lo que impactó contra la valla de contención al final de la vía. A raíz del impacto, los tres primeros vagones del tren quedaron con serios daños, por lo que varios pasajeros se encuentran atrapados al interior.
Imágenes de la televisión argentina muestra los trabajos de bomberos sacando a personas que se encuentran atrapadas entre los fierros retorcidos.
“Hay gente fracturada y ensangrentada. Los enfermeros no dan abasto”, dijo a la televisión un pasajero quien sólo se identificó como Ezequiel.
“El tren venía llenísimo. El impacto fue tremendo. Yo venía en el furgón donde uno puede viajar con la bicicleta. La gente estaba desesperada por salir”, añadió el mismo testigo.
Aunque autoridades no reportan hasta ahora ningún fallecido en el accidente, testigos y heridos informaron que habría “más de una” víctima fatal.
Los esfuerzos de Bomberos y los cuerpos de rescate se centran en los primeros vagones de la máquina, donde se encuentran los pasajeros atrapados y, según testigos, la mayoría de los heridos graves.
En tanto, el maquinista del tren fue rescatado con vida desde el interior de la cabina que resultó totalmente destruida, fue trasladado en helicóptero hasta un hospital.
Los trenes utilizados por la empresa datan de la década de los años 60. El último de los accidentes ferroviarios en Argentina se había registrado el 18 de diciembre pasado cuando una locomotora chocó contra un tren repleto de pasajeros detenido en una estación de la periferia sur de la capital, con balance de 17 heridos.
El 13 de setiembre de 2011, nueve personas murieron y 212 resultaron heridas al chocar dos trenes y un autobús en un paso a nivel del barrio porteño (metropolitano) de Flores, al oeste, en uno de los episodios más graves de los últimos años.
Un tren de pasajeros que llegaba a la estación terminal Once de la ciudad de Buenos Aires descarriló y chocó contra el andén, dejando un saldo de 550 heridos y varios fallecidos. Además se registraron 60 personas atrapadas entre los fierros y de las cuales ya se ha rescatado a la mitad de ellas.
“Fue un accidente muy grave, aparentemente un tren que entraba en el terminal de Once. Suponemos que tuvo un desperfecto con los frenos, el tren impacta a 20 kilómetros por hora contra el paragolpe, eso produce que se plegara un vagón contra otro. Hay un vagón que entró casi 6 metros adentro del de adelante”, informó el secretario argentino de Transporte, Juan Pablo Schiavi.
Respecto de los pasajeros que no han podido ser rescatados desde el interior del tren, la autoridad señaló “hay gente atrapada, hay gente con vida y puede haber víctimas. Nosotros no tenemos el número, pero puede haber víctimas”.
Por su lado, la empresa concesionaria TBA confirmó que el tren se quedó sin frenos, por lo que impactó contra la valla de contención al final de la vía. A raíz del impacto, los tres primeros vagones del tren quedaron con serios daños, por lo que varios pasajeros se encuentran atrapados al interior.
Imágenes de la televisión argentina muestra los trabajos de bomberos sacando a personas que se encuentran atrapadas entre los fierros retorcidos.
“Hay gente fracturada y ensangrentada. Los enfermeros no dan abasto”, dijo a la televisión un pasajero quien sólo se identificó como Ezequiel.
“El tren venía llenísimo. El impacto fue tremendo. Yo venía en el furgón donde uno puede viajar con la bicicleta. La gente estaba desesperada por salir”, añadió el mismo testigo.
Aunque autoridades no reportan hasta ahora ningún fallecido en el accidente, testigos y heridos informaron que habría “más de una” víctima fatal.
Los esfuerzos de Bomberos y los cuerpos de rescate se centran en los primeros vagones de la máquina, donde se encuentran los pasajeros atrapados y, según testigos, la mayoría de los heridos graves.
En tanto, el maquinista del tren fue rescatado con vida desde el interior de la cabina que resultó totalmente destruida, fue trasladado en helicóptero hasta un hospital.
Los trenes utilizados por la empresa datan de la década de los años 60. El último de los accidentes ferroviarios en Argentina se había registrado el 18 de diciembre pasado cuando una locomotora chocó contra un tren repleto de pasajeros detenido en una estación de la periferia sur de la capital, con balance de 17 heridos.
El 13 de setiembre de 2011, nueve personas murieron y 212 resultaron heridas al chocar dos trenes y un autobús en un paso a nivel del barrio porteño (metropolitano) de Flores, al oeste, en uno de los episodios más graves de los últimos años.
Un tren de pasajeros que llegaba a la estación terminal Once de la ciudad de Buenos Aires descarriló y chocó contra el andén, dejando un saldo de 550 heridos y varios fallecidos. Además se registraron 60 personas atrapadas entre los fierros y de las cuales ya se ha rescatado a la mitad de ellas.
“Fue un accidente muy grave, aparentemente un tren que entraba en el terminal de Once. Suponemos que tuvo un desperfecto con los frenos, el tren impacta a 20 kilómetros por hora contra el paragolpe, eso produce que se plegara un vagón contra otro. Hay un vagón que entró casi 6 metros adentro del de adelante”, informó el secretario argentino de Transporte, Juan Pablo Schiavi.
Respecto de los pasajeros que no han podido ser rescatados desde el interior del tren, la autoridad señaló “hay gente atrapada, hay gente con vida y puede haber víctimas. Nosotros no tenemos el número, pero puede haber víctimas”.
Por su lado, la empresa concesionaria TBA confirmó que el tren se quedó sin frenos, por lo que impactó contra la valla de contención al final de la vía. A raíz del impacto, los tres primeros vagones del tren quedaron con serios daños, por lo que varios pasajeros se encuentran atrapados al interior.
Imágenes de la televisión argentina muestra los trabajos de bomberos sacando a personas que se encuentran atrapadas entre los fierros retorcidos.
“Hay gente fracturada y ensangrentada. Los enfermeros no dan abasto”, dijo a la televisión un pasajero quien sólo se identificó como Ezequiel.
“El tren venía llenísimo. El impacto fue tremendo. Yo venía en el furgón donde uno puede viajar con la bicicleta. La gente estaba desesperada por salir”, añadió el mismo testigo.
Aunque autoridades no reportan hasta ahora ningún fallecido en el accidente, testigos y heridos informaron que habría “más de una” víctima fatal.
Los esfuerzos de Bomberos y los cuerpos de rescate se centran en los primeros vagones de la máquina, donde se encuentran los pasajeros atrapados y, según testigos, la mayoría de los heridos graves.
En tanto, el maquinista del tren fue rescatado con vida desde el interior de la cabina que resultó totalmente destruida, fue trasladado en helicóptero hasta un hospital.
Los trenes utilizados por la empresa datan de la década de los años 60. El último de los accidentes ferroviarios en Argentina se había registrado el 18 de diciembre pasado cuando una locomotora chocó contra un tren repleto de pasajeros detenido en una estación de la periferia sur de la capital, con balance de 17 heridos.
El 13 de setiembre de 2011, nueve personas murieron y 212 resultaron heridas al chocar dos trenes y un autobús en un paso a nivel del barrio porteño (metropolitano) de Flores, al oeste, en uno de los episodios más graves de los últimos años.
