Muerte de madre trasplantada reabre debate sobre donación de órganos
Marcela González, la joven de 16 años que el fin de semana recibió un urgente trasplante de hígado, falleció la tarde de ayer en el Hospital Clínico de la Universidad Católica. Según los médicos, la tardanza del trasplante fue motivo incidente en el cuadro de salud de la joven.
Miércoles 7 de marzo 2012 21:49 hrs.
Luego de 72 horas claves de observación médica donde Marcela González, de 16 años, se mantuvo en condición crítica después de haber recibido un trasplante de hígado, la paciente finalmente falleció la tarde de ayer pasadas las 14:00 horas.
Según explicó el médico Jorge Martínez, jefe del área de trasplantes del Hospital Clínico de la Universidad Católica, la cirugía no tuvo complicaciones, pero el edema cerebral fue un impedimento para que Marcela González continuara con vida.
“Pese al estado de extrema gravedad en que se encontraba la paciente, el trasplante inicialmente se realizó con relativo éxito y el hígado injertado recuperó su funcionalidad. Lamentablemente el edema cerebral que se provocó durante la enfermedad se tradujo en un daño neurológico irreversible, que terminó en su deceso”, precisó el profesional.
El especialista sostuvo que la tardanza en la llegada de un órgano donado implica un cuadro médico extremo en los pacientes que, en este caso, minimiza las posibilidades de sobrevivencia.
“A pesar de los esfuerzos probablemente la tardanza en la aparición de un órgano compatible impidió que ella lograra ser trasplantada en un estado que le diese una mayor oportunidad”, afirmó el médico.
Durante la intervención, el equipo médico decidió realizar una cesárea a la paciente, quien tenía un embarazo de seis meses. La pequeña Dominique, de apenas 33 centímetros y 730 gramos al nacer, se mantiene en incubadora, según declaró Jorge Martínez.
Este caso volvió a poner sobre la mesa a las voces a favor de incentivar políticas de donación de órganos en el país. La lista de espera alcanza los 1370 pacientes que necesitan principalmente un riñón, y en menor índice un hígado, corazón o pulmón.
Chile es uno de los países con menor tasa de donantes en el mundo, con 5,4 donantes por cada millón de habitantes, cuando el estándar mínimo es de 10 donantes por millón. La media en América es 7 donantes y Europa, 18 donantes por millón de habitantes. Más aún, cerca del 20 por ciento de pacientes son niños menores de 15 años.
Luego de 72 horas claves de observación médica donde Marcela González, de 16 años, se mantuvo en condición crítica después de haber recibido un trasplante de hígado, la paciente finalmente falleció la tarde de ayer pasadas las 14:00 horas.
Según explicó el médico Jorge Martínez, jefe del área de trasplantes del Hospital Clínico de la Universidad Católica, la cirugía no tuvo complicaciones, pero el edema cerebral fue un impedimento para que Marcela González continuara con vida.
“Pese al estado de extrema gravedad en que se encontraba la paciente, el trasplante inicialmente se realizó con relativo éxito y el hígado injertado recuperó su funcionalidad. Lamentablemente el edema cerebral que se provocó durante la enfermedad se tradujo en un daño neurológico irreversible, que terminó en su deceso”, precisó el profesional.
El especialista sostuvo que la tardanza en la llegada de un órgano donado implica un cuadro médico extremo en los pacientes que, en este caso, minimiza las posibilidades de sobrevivencia.
“A pesar de los esfuerzos probablemente la tardanza en la aparición de un órgano compatible impidió que ella lograra ser trasplantada en un estado que le diese una mayor oportunidad”, afirmó el médico.
Durante la intervención, el equipo médico decidió realizar una cesárea a la paciente, quien tenía un embarazo de seis meses. La pequeña Dominique, de apenas 33 centímetros y 730 gramos al nacer, se mantiene en incubadora, según declaró Jorge Martínez.
Este caso volvió a poner sobre la mesa a las voces a favor de incentivar políticas de donación de órganos en el país. La lista de espera alcanza los 1370 pacientes que necesitan principalmente un riñón, y en menor índice un hígado, corazón o pulmón.
Chile es uno de los países con menor tasa de donantes en el mundo, con 5,4 donantes por cada millón de habitantes, cuando el estándar mínimo es de 10 donantes por millón. La media en América es 7 donantes y Europa, 18 donantes por millón de habitantes. Más aún, cerca del 20 por ciento de pacientes son niños menores de 15 años.
Luego de 72 horas claves de observación médica donde Marcela González, de 16 años, se mantuvo en condición crítica después de haber recibido un trasplante de hígado, la paciente finalmente falleció la tarde de ayer pasadas las 14:00 horas.
Según explicó el médico Jorge Martínez, jefe del área de trasplantes del Hospital Clínico de la Universidad Católica, la cirugía no tuvo complicaciones, pero el edema cerebral fue un impedimento para que Marcela González continuara con vida.
“Pese al estado de extrema gravedad en que se encontraba la paciente, el trasplante inicialmente se realizó con relativo éxito y el hígado injertado recuperó su funcionalidad. Lamentablemente el edema cerebral que se provocó durante la enfermedad se tradujo en un daño neurológico irreversible, que terminó en su deceso”, precisó el profesional.
El especialista sostuvo que la tardanza en la llegada de un órgano donado implica un cuadro médico extremo en los pacientes que, en este caso, minimiza las posibilidades de sobrevivencia.
“A pesar de los esfuerzos probablemente la tardanza en la aparición de un órgano compatible impidió que ella lograra ser trasplantada en un estado que le diese una mayor oportunidad”, afirmó el médico.
Durante la intervención, el equipo médico decidió realizar una cesárea a la paciente, quien tenía un embarazo de seis meses. La pequeña Dominique, de apenas 33 centímetros y 730 gramos al nacer, se mantiene en incubadora, según declaró Jorge Martínez.
Este caso volvió a poner sobre la mesa a las voces a favor de incentivar políticas de donación de órganos en el país. La lista de espera alcanza los 1370 pacientes que necesitan principalmente un riñón, y en menor índice un hígado, corazón o pulmón.
Chile es uno de los países con menor tasa de donantes en el mundo, con 5,4 donantes por cada millón de habitantes, cuando el estándar mínimo es de 10 donantes por millón. La media en América es 7 donantes y Europa, 18 donantes por millón de habitantes. Más aún, cerca del 20 por ciento de pacientes son niños menores de 15 años.
