Centenares de familias huyeron de Homs tras la masacre de casi medio centenar de mujeres y niños ocurrida presuntamente la víspera, informaron este lunes fuentes del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña.

Los cuerpos de por lo menos 26 niños y 21 mujeres fueron hallados en dos barrios de esa localidad, denunció el Consejo Nacional Sirio (CNS), la principal formación opositora. Hadi Abdallah, militante local de la Comisión general de la revolución siria, acusó a los “chabbiha” (las milicias afines al régimen) de ser responsable de esta masacre.

Abdallah agregó que “algunos fueron degollados con cuchillos, otros apuñalados; algunos cadáveres, sobre todo de niños, presentaban golpes en la cabeza; una niña fue mutilada, y algunas mujeres, violadas”.

La televisión oficial siria, en cambio, señaló como responsables a “bandas terroristas armadas”, a las cuales acusó de haber “secuestrado ciudadanos en los barrios de Homs y de haberlos matado y filmado para suscitar reacciones internacionales contra Siria”.

Versiones contradictorias que medios internacionales tienen dificultades para confrontar en el terreno porque el régimen sirio no autoriza el acceso de periodistas a ese país a causa del conflicto.

La masacre tiene lugar en medio de dos citas diplomáticas, una de ellas infructuosa y la otra sin muchas posibilidades de éxito. El emisario de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, partió de Siria la víspera sin lograr negociar un acuerdo para poner fin a la violencia. Se estima que unas 150 personas murieron en combates durante su estadía en Siria.

Este lunes, además, la crisis siria será objeto de una nueva confrontación diplomática en el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York. Pero Rusia ya advirtió que se opondrá a un nuevo texto de resolución propuesto por Estados Unidos que reclama un acceso humanitario en Siria. Se espera que la brecha entre los occidentales y Rusia siga agravándose.