Una vez más quedó suspendida la sesión del Senado en la que se votaría la idea de legislar la despenalización del aborto terapéutico. Sin embargo, las visiones contrapuestas de los legisladores han encendido la polémica incluso fuera del Congreso.
Este miércoles la senadora designada, Ena Von Baer, generó una ola de reacciones al señalar que “las mujeres no tienen derecho” a decidir sobre la interrupción del embarazo porque “prestan el cuerpo” para el desarrollo del niño que es “una vida completamente aparte”.
Ante esto, la senadora DC, Ximena Rincón, hizo un llamado a subir el nivel del debate, teniendo en cuenta los derechos de las mujeres.
“Este es un desatino más de la discusión política de nuestro país. Creo que no es bueno ni sano el fundamentalismo. Estamos discutiendo qué pasa cuando la vida de la mujer está en riesgo o cuando el feto es absolutamente inviable. No estamos discutiendo de que uno preste un cuerpo para que otro ser se desarrolle. Me parece que tomar con liviandad este tema es no entender cuáles son los derechos de las mujeres”, afirmó la parlamentaria.
Y es que aunque no existen cifras oficiales, se estima que anualmente en Chile se practican más de 100 mil abortos. De hecho, de acuerdo a los registros médicos, cerca de 30 mil egresos hospitalarios se producen por complicaciones a raíz de la interrupción de un embarazo, aunque no se puede determinar si fueron inducidos o espontáneos.
Sin embargo, uno de los números que indica que esta es una realidad latente es que el 10 por ciento de la mortalidad materna se produce a raíz de abortos.
En esa línea, Pamela Eguiguren, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, indicó que el aborto es un problema sanitario del cual hay que hacerse cargo.
“Sabemos que las estimaciones indirectas hablan de una cantidad grande de abortos. Allí hay una necesidad de regular esa práctica porque no hacerlo es negar algo que existe. Hay situaciones que ponen a las mujeres en la necesidad de recurrir al aborto y lo están haciendo, y en ese sentido, tiene que haber una respuesta sanitaria porque hay consecuencias”, afirmó la académica.
La especialista agregó que existen razones médicas en las que se justificaría una medida como esta, ya sea desde casos extremos en el que está en riesgo la vida de la madre, hasta los problemas psicológicos que puede acarrear el hecho de dar a luz un feto inviable.
“Creo que más allá de lo conceptual, el tema es que hay causales médicas que ameritan que las mujeres tomen decisiones respecto de si deben continuar o no con su embarazo”, dijo la experta.
Pamela Eguiguren agregó que incluso las mayores complicaciones se producen entre mujeres de menores recursos que no pueden acceder a tratamientos clandestinos de mejor calidad.
La discusión parlamentaria quedó programada para la próxima semana.