Como una respuesta a los vientos de estabilización que están soplando en Europa, diversos actores han proyectado un crecimiento económico para Chile de 4,5 por ciento para este año. La cifra es un poco más optimista de lo que se había estimado a principio de 2012, periodo en el que se esperaba que el índice llegara a un máximo de 4 por ciento.
Y pese a que el Gobierno se ha mantenido cauto en relación a este tema, a principios de esta semana el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, comentó que “crecer a más del 4 por ciento sería muy bueno para Chile”.
Diversos analistas ya se han sumado a este ambiente más positivo y aseguran que el dinamismo en la demanda interna podría influir en un incremento del PIB.
De todas formas, el economista Juan Carlos Scapinni, advirtió que cualquier modificación en este ámbito no depende de nuestro país, sino que estará influenciado por la realidad externa.
“Se relaciona mucho de la reactivación que pueda darse en Europa, que continúa en recesión. Básicamente es una incógnita y no depende de nosotros sino más bien en cómo el viejo continente logra salir de sus problemas. En la medida en que Europa salga rápido de la recesión, Chile va a crecer en relación a su potencial que es más de 4 por ciento, está más cercano al 5 por ciento”, sostuvo el experto.
Por su parte, el académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Alejandro Micco, se mostró un poco más prudente frente a las estimaciones y advirtió que existen otros factores, como la inflación que podrían afectar negativamente al escenario económico nacional.
“Todavía la situación es bastante compleja en el exterior porque todavía hay incertidumbre. Por otro lado, hay algunos signos de calentamiento en la economía. En particular el tema de la inflación se ve más alto de lo esperado inicialmente, lo cual puede llevar al Banco Central a no seguir con su política de bajas de intereses como se había anunciado en un comienzo sino que, al contrario, pueda subirla”, afirmó el doctor en Economía.
En su informe de diciembre de 2011, el Banco Central afirmó que el crecimiento económico se situaría entre un 3,75 y 4,75 por ciento. Sin embargo, bancas privadas como JP Morgan ya han modificado sus estimaciones por sobre ese rango, alcanzando un 4,8.
Respecto de la situación del empleo, tanto Micco como Scapinni indicaron que las bajas cifras de desocupación deberían mantenerse en los niveles en que se encuentran en la actualidad, aunque de todas formas, los positivos indicadores del 2011 podrían empeorar levemente.
Como una respuesta a los vientos de estabilización que están soplando en Europa, diversos actores han proyectado un crecimiento económico para Chile de 4,5 por ciento para este año. La cifra es un poco más optimista de lo que se había estimado a principio de 2012, periodo en el que se esperaba que el índice llegara a un máximo de 4 por ciento.
Y pese a que el Gobierno se ha mantenido cauto en relación a este tema, a principios de esta semana el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, comentó que “crecer a más del 4 por ciento sería muy bueno para Chile”.
Diversos analistas ya se han sumado a este ambiente más positivo y aseguran que el dinamismo en la demanda interna podría influir en un incremento del PIB.
De todas formas, el economista Juan Carlos Scapinni, advirtió que cualquier modificación en este ámbito no depende de nuestro país, sino que estará influenciado por la realidad externa.
“Se relaciona mucho de la reactivación que pueda darse en Europa, que continúa en recesión. Básicamente es una incógnita y no depende de nosotros sino más bien en cómo el viejo continente logra salir de sus problemas. En la medida en que Europa salga rápido de la recesión, Chile va a crecer en relación a su potencial que es más de 4 por ciento, está más cercano al 5 por ciento”, sostuvo el experto.
Por su parte, el académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Alejandro Micco, se mostró un poco más prudente frente a las estimaciones y advirtió que existen otros factores, como la inflación que podrían afectar negativamente al escenario económico nacional.
“Todavía la situación es bastante compleja en el exterior porque todavía hay incertidumbre. Por otro lado, hay algunos signos de calentamiento en la economía. En particular el tema de la inflación se ve más alto de lo esperado inicialmente, lo cual puede llevar al Banco Central a no seguir con su política de bajas de intereses como se había anunciado en un comienzo sino que, al contrario, pueda subirla”, afirmó el doctor en Economía.
En su informe de diciembre de 2011, el Banco Central afirmó que el crecimiento económico se situaría entre un 3,75 y 4,75 por ciento. Sin embargo, bancas privadas como JP Morgan ya han modificado sus estimaciones por sobre ese rango, alcanzando un 4,8.
Respecto de la situación del empleo, tanto Micco como Scapinni indicaron que las bajas cifras de desocupación deberían mantenerse en los niveles en que se encuentran en la actualidad, aunque de todas formas, los positivos indicadores del 2011 podrían empeorar levemente.
Como una respuesta a los vientos de estabilización que están soplando en Europa, diversos actores han proyectado un crecimiento económico para Chile de 4,5 por ciento para este año. La cifra es un poco más optimista de lo que se había estimado a principio de 2012, periodo en el que se esperaba que el índice llegara a un máximo de 4 por ciento.
Y pese a que el Gobierno se ha mantenido cauto en relación a este tema, a principios de esta semana el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, comentó que “crecer a más del 4 por ciento sería muy bueno para Chile”.
Diversos analistas ya se han sumado a este ambiente más positivo y aseguran que el dinamismo en la demanda interna podría influir en un incremento del PIB.
De todas formas, el economista Juan Carlos Scapinni, advirtió que cualquier modificación en este ámbito no depende de nuestro país, sino que estará influenciado por la realidad externa.
“Se relaciona mucho de la reactivación que pueda darse en Europa, que continúa en recesión. Básicamente es una incógnita y no depende de nosotros sino más bien en cómo el viejo continente logra salir de sus problemas. En la medida en que Europa salga rápido de la recesión, Chile va a crecer en relación a su potencial que es más de 4 por ciento, está más cercano al 5 por ciento”, sostuvo el experto.
Por su parte, el académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Alejandro Micco, se mostró un poco más prudente frente a las estimaciones y advirtió que existen otros factores, como la inflación que podrían afectar negativamente al escenario económico nacional.
“Todavía la situación es bastante compleja en el exterior porque todavía hay incertidumbre. Por otro lado, hay algunos signos de calentamiento en la economía. En particular el tema de la inflación se ve más alto de lo esperado inicialmente, lo cual puede llevar al Banco Central a no seguir con su política de bajas de intereses como se había anunciado en un comienzo sino que, al contrario, pueda subirla”, afirmó el doctor en Economía.
En su informe de diciembre de 2011, el Banco Central afirmó que el crecimiento económico se situaría entre un 3,75 y 4,75 por ciento. Sin embargo, bancas privadas como JP Morgan ya han modificado sus estimaciones por sobre ese rango, alcanzando un 4,8.
Respecto de la situación del empleo, tanto Micco como Scapinni indicaron que las bajas cifras de desocupación deberían mantenerse en los niveles en que se encuentran en la actualidad, aunque de todas formas, los positivos indicadores del 2011 podrían empeorar levemente.
