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Año XVI, 23 de abril de 2024


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Colombia: El regreso de los últimos canjeables de las FARC

La liberación de los últimos 10 militares y policías secuestrados por las FARC pone fin a más de una década en la que el secuestro político marcó la relación entre el gobierno colombiano y la guerrilla. El aeropuerto de Villavicencio, una ciudad del oriente colombiano, se convirtió ayer en el epicentro de atención de todos los medios colombianos y de decenas de los internacionales.

Radio Nederland

  Martes 3 de abril 2012 10:04 hrs. 
FARC

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Cerca de las 18:00 horas arribaron los dos helicópteros brasileros trayendo de vuelta a casa a los diez  últimos uniformados retenidos por más de una década por la guerrilla de las FARC. Los acompañaban la ex senadora Piedad Cordoba junto con otra representante de Colombianos y Colombianas por la Paz, así como también dos integrantes de la Cruz Roja Internacional. Los militares Luis Alfonso Beltrán Franco, Luis Arturo Arcia, Robinson Salcedo Guarín y Luis Alfredo Moreno Chagüeza, y los policías Carlos José Duarte, César Augusto Lasso Monsalve, Jorge Trujillo Solarte, Jorge Humberto Romero, José Libardo Forero y Wilson Rojas Medina fueron recibidos por una multitud de periodistas, representantes gubernamentales, personalidades y por supuesto por sus familias.

Esta entrega pone fin a la era de los llamados “canjeables” de las FARC. Más de una década en la que la vida de militares, policías, políticos y civiles estuvo en manos de las infructuosas y frustradas negociaciones por un acuerdo humanitario. Por eso las de ayer, han sido liberaciones cargadas de un profundo significado político y humanitario en el largo conflicto armado de Colombia. Le han devuelto no solo la esperanza a una decena de familias rotas por estos años de atroz cautiverio, sino también a millones de colombianos sobre un posible y verdadero proceso de paz.

“Los canjeables”

Esta historia se remonta a fines de la década de los 90 cuando las FARC protagonizaron sus más espectaculares acciones militares con tomas armadas a ciudades enteras, algunas de ellas de más de cien mil habitantes, continuos retenes en carreteras y una preocupante ocupación del territorio colombiano. De cada operación militar, las FARC tomaban como rehenes a policías o militares para luego intentar canjearlos por guerrilleros presos. A la lista de los “canjeables” rápidamente comenzaron a sumarse los nombres de políticos y civiles hasta alcanzar un número de personas secuestradas con fines políticos a comienzos del año 2000.

La primera liberación de uniformados se dio en el año 2001 en el marco del proceso de paz del Caguán impulsado durante el gobierno de Andrés Pastrana. En aquella oportunidad, más de 350 militares fueron devueltos gracias a un canje humanitario que permitió a su vez, que 14 guerrilleros encarcelados recobraran su libertad.

En el año 2002, las FARC elaboraron una lista de 70 canjeables en la que figuraban seis congresistas, doce diputados regionales, la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, su compañera de campaña, Clara Rojas; tres estadounidenses y decenas de soldados y policías. El canje que les habría permitido regresar a la libertad nunca llegó a producirse. A partir de ahí, Colombia vivió unos silenciosos años que oscilaron entre el dolor de las familias, la indiferencia de la sociedad, la intolerancia del gobierno y una cínica actitud de las FARC. Si la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt se convirtió en la cara más visible de ese grupo de personas que estuvieron por años enterrados en la selva, fueron las imágenes de muchos de ellos encadenados de pies y manos a arboles y cercas, las que encendieron la indignación de los colombianos contra las FARC y la total condena de la comunidad internacional a las inhumanas practicas de la guerrilla.

Finales valientes, heroicos y trágicos

La historia de estas decenas de secuestrados culminaron, no en todas las ocasiones, con un final feliz como el de las liberaciones de ayer. El pasado noviembre, las FARC asesinaros a 4 militares que tenían retenidos ante la arremetida que el ejército colombiano estaba llevando a cabo en la zona donde se encontraban. Igual suerte corrieron los 11 diputados regionales secuestrados en el 2002 durante una misa dominical a plena luz del día. Los políticos fueron asesinados a sangra fría en junio del 2007.

Otras de estas historias han estado marcadas por la valentía. Tras nueve años de permanecer retenido en un campamento de prisioneros, el subteniente de la policía Luis Evelio Pinchao decidió literalmente jugarse la vida para huir de sus secuestradores, y logrando recobrar su libertad luego de 9 años de cautiverio. Pinchao se convirtió en héroe nacional por atreverse a desafiar los peligros de la selva y con los guerrilleros pisándoles los talones. El ex congresista Oscar Tulio Lizcano de 62 años se fugó en asocio con el guerrillero que lo custodiaba y logró la libertad luego de una prolongada caminata por la selva.

Pero fue sin duda la famosa Operación Jaque la que colocó el punto de inflexión en la historia de los canjeables de las FARC. Hasta ese momento se creía imposible lograr un rescate sin la pérdida de vidas humanas. Esta osada, espectacular y para algunos cuestionable operación militar, le arrancó de las manos a las FARC su botín de oro. Con ella se logró la vuelta a la libertad de Ingrid Betancourt, tres estadunidenses y algunos soldados y policías.

¿Y ahora qué?

A partir de aquí todos los escenarios quedan abiertos. La pregunta es, si este gesto de la guerrilla será suficiente para que el Presidente Juan Manuel Santos saque la llave de la paz. Esa que dijo tener en su discurso de posesión en agosto del 2010. Hasta el momento solo ha dicho que valora este gesto de las FARC pero que espera que la guerrilla libere a los otros 405 civiles que según la organización País Libre aun permanecen retenidos.

Por su parte la ex senadora Piedad Córdoba, protagonista indiscutible de esta liberación, reiteró que insistirá en hacerle entender al país la importancia de buscar una salida política y no militar al conflicto. “Ya cerramos un ciclo, pero empezamos otro”, manifestó al referirse a que el paso siguiente será la búsqueda de una salida negociada al conflicto de décadas que vive Colombia.

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