Economía mundial: ¿Al borde de una nueva caída?

  • 12-04-2012

Las principales bolsas europeas han estado observando un comportamiento de serrucho afectadas por las tensiones en los mercados de deuda, donde destacan el caso español, con un riesgo que ha subido hasta 434 puntos básicos, y el de Italia, cuyo riesgo se ha elevado a 400 puntos.

La confianza de los inversionistas de la Zona Euro cayó en abril luego de tres alzas consecutivas en meses anteriores, en lo que parece ser el resultado del convencimiento de que ni España, ni Italia conseguirán materializar los draconianos ajustes a sus gastos fiscales en los plazos acordados.

En este cuadro, España ha pasado a ser el centro de la crisis. Aunque todas las bolsas de Europa están con taquicardia, Madrid es la que más ha sufrido, alcanzando su nivel más bajo en tres años y acumulando una caída de 46% en los últimos cinco (ver gráfica). Y la inquietud se acelera en paralelo al aumento del costo de su deuda. En efecto, en la subasta de bonos de la semana del 1º al 6 de abril, el gobierno sólo pudo colocar la cantidad mínima y a mayores tasas, pese a que su banca ha sido gran receptora de las inyecciones de liquidez del BCE.

España ha entrado así en su segunda recesión en tres años y el Ejecutivo ha anticipado que la economía se contraerá 1,7%. Pero con un desempleo del 25% en los próximos meses merced a las medidas de austeridad fiscales del Gobierno de Rajoy, la merma podría elevarse aún más.

Si a la situación europea se agrega que EE.UU. seguirá con crecimiento lento; que China amenaza con adoptar nuevas medidas financieras para evitar una mayor inflación interna de los alimentos –lo que en el pasado le significó revueltas sociales- dada su delicada situación política derivada del enfrentamiento entre “pragmáticos” y “duros” (cuyo último episodio fue la detención de la esposa del defenestrado líder maoísta, Bo Xilai, del Politburó PC, acusada del asesinato del empresario británico Neil Heywood), las perspectivas no son promisorias. De hecho, el precio del cobre se ubicó en la semana en su nivel más bajo desde el pasado 16 de enero y el petróleo WTI –aunque aún sobre US$ 100 el barril- está en su valor más bajo desde el 14 de febrero

Y si se asume que, como dijo la directora del FMI, Christine Lagarde, la crisis europea será dolorosa y larga (unos cinco años con recesión y altos precios de la energía); que EE.UU. –que también ha basado su crecimiento en deuda – no podrá avanzar mucho más por el camino de los “quantitative easing” (QE), teniendo que ajustarse, como afirmara el analista económico estadounidense Chris Martenson, en un artículo llamado “Porqué el crecimiento está muerto” (“Why growth is dead”); y que China podría dejar de tirar la locomotora por sus problemas políticos internos (el crecimiento de sus importaciones se desaceleró desde un máximo de 13 meses), no se ven razones para estimar mayor potencialidad de crecimiento de la economía chilena para este año, pues, parece cada vez más evidente que los planes de “shock” en el viejo continente sólo han aplastado aún más su actividad y que la ruta de las QE y/o mayor liquidez inorgánica por parte de los Bancos Centrales está prácticamente agotada.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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