Su disposición a pedir perdón a las familias de las víctimas del accidente en Juan Fernández, manifestó el comandante en jefe de la Fuerza Aérea (FACH), Jorge Rojas.
“Les pediría perdón a los familiares de las víctimas por haber incurrido en falencias en torno a las atenciones y la preocupación en torno a su dolor, pero hoy día estamos decididos a resarcirnos y a recuperar su confianza”, declaró el uniformado.
“El día que se determinen las responsabilidades, estoy dispuesto a pedir disculpas si la Fuerza Aérea tuviera alguna responsabilidad”, recalcó en una entrevista a TVN.
Rojas admitió que, en términos comunicacionales y de asistencia a las familias, “la FACH definitivamente no estaba preparada para enfrentar una tragedia de esta naturaleza”.
“Nadie quiere un accidente. En la Fuerza Aérea no somos kamikazes, como muchos pudieran pensar. Somos gente normal, somos seres humanos, que tenemos familia, que tenemos fe, que tenemos credibilidad, que tenemos una vida”, agregó.
Asimismo, descartó de plano renunciar a su cargo mientras se desarrolla la investigación del caso: “Es muy fácil mandarse a cambiar. Nadie gana. La institución y Chile pierden. Siendo comandante en jefe, asumo la responsabilidad de la institución entera”, dijo.
Sin embargo, Rojas reconoció que el retraso en la entrega de información a la justicia fue excesivo y lamentó la renuncia del general Carlos Bertens, agregando que “no es bueno perder oficiales de la calidad del general Bertens”.
El jefe de la FACH fue consultado por la opción de que las familias presenten demandas por la tragedia del Casa 212, ante lo cual respondió que siempre existe la posibilidad de un accidente en los traslados aéreos y recordó que perdió a su propio hermano en uno: “Con los antecedentes que tengo, no habría demandado a la FACH”, afirmó.
Respecto a las filtraciones en torno al caso, Rojas no descartó que éstas provengan de “fuentes institucionales”, pero subrayó que “todas las cosas que han sido ventiladas habían sido entregadas previamente y estaban en conocimiento de los estamentos”.
Además, tal como lo hizo en la Cámara de Diputados, la autoridad aérea reiteró que los 18 puntos vinculados con las condiciones de la aeronave no tienen relación con el accidente.
En esa línea, evitó “especular” antes de que acabe la investigación. Esto, en relación a la presencia de dos cabos, Eduardo Estrada y Flavio Olivos, que habrían viajado como “premio” al archipiélago sin estar incluidos en la lista original de pasajeros, y al sobrepeso de 382 kilos acusado por familiares:
“Es algo que estamos estudiando en el marco del proceso investigativo”, afirmó. “La investigación establecerá todas las responsabilidades involucradas en el accidente. No he querido meterme por ética y para tener la debida objetividad en niveles de detalle”, argumentó.
Su disposición a pedir perdón a las familias de las víctimas del accidente en Juan Fernández, manifestó el comandante en jefe de la Fuerza Aérea (FACH), Jorge Rojas.
“Les pediría perdón a los familiares de las víctimas por haber incurrido en falencias en torno a las atenciones y la preocupación en torno a su dolor, pero hoy día estamos decididos a resarcirnos y a recuperar su confianza”, declaró el uniformado.
“El día que se determinen las responsabilidades, estoy dispuesto a pedir disculpas si la Fuerza Aérea tuviera alguna responsabilidad”, recalcó en una entrevista a TVN.
Rojas admitió que, en términos comunicacionales y de asistencia a las familias, “la FACH definitivamente no estaba preparada para enfrentar una tragedia de esta naturaleza”.
“Nadie quiere un accidente. En la Fuerza Aérea no somos kamikazes, como muchos pudieran pensar. Somos gente normal, somos seres humanos, que tenemos familia, que tenemos fe, que tenemos credibilidad, que tenemos una vida”, agregó.
Asimismo, descartó de plano renunciar a su cargo mientras se desarrolla la investigación del caso: “Es muy fácil mandarse a cambiar. Nadie gana. La institución y Chile pierden. Siendo comandante en jefe, asumo la responsabilidad de la institución entera”, dijo.
Sin embargo, Rojas reconoció que el retraso en la entrega de información a la justicia fue excesivo y lamentó la renuncia del general Carlos Bertens, agregando que “no es bueno perder oficiales de la calidad del general Bertens”.
El jefe de la FACH fue consultado por la opción de que las familias presenten demandas por la tragedia del Casa 212, ante lo cual respondió que siempre existe la posibilidad de un accidente en los traslados aéreos y recordó que perdió a su propio hermano en uno: “Con los antecedentes que tengo, no habría demandado a la FACH”, afirmó.
Respecto a las filtraciones en torno al caso, Rojas no descartó que éstas provengan de “fuentes institucionales”, pero subrayó que “todas las cosas que han sido ventiladas habían sido entregadas previamente y estaban en conocimiento de los estamentos”.
Además, tal como lo hizo en la Cámara de Diputados, la autoridad aérea reiteró que los 18 puntos vinculados con las condiciones de la aeronave no tienen relación con el accidente.
En esa línea, evitó “especular” antes de que acabe la investigación. Esto, en relación a la presencia de dos cabos, Eduardo Estrada y Flavio Olivos, que habrían viajado como “premio” al archipiélago sin estar incluidos en la lista original de pasajeros, y al sobrepeso de 382 kilos acusado por familiares:
“Es algo que estamos estudiando en el marco del proceso investigativo”, afirmó. “La investigación establecerá todas las responsabilidades involucradas en el accidente. No he querido meterme por ética y para tener la debida objetividad en niveles de detalle”, argumentó.
Su disposición a pedir perdón a las familias de las víctimas del accidente en Juan Fernández, manifestó el comandante en jefe de la Fuerza Aérea (FACH), Jorge Rojas.
“Les pediría perdón a los familiares de las víctimas por haber incurrido en falencias en torno a las atenciones y la preocupación en torno a su dolor, pero hoy día estamos decididos a resarcirnos y a recuperar su confianza”, declaró el uniformado.
“El día que se determinen las responsabilidades, estoy dispuesto a pedir disculpas si la Fuerza Aérea tuviera alguna responsabilidad”, recalcó en una entrevista a TVN.
Rojas admitió que, en términos comunicacionales y de asistencia a las familias, “la FACH definitivamente no estaba preparada para enfrentar una tragedia de esta naturaleza”.
“Nadie quiere un accidente. En la Fuerza Aérea no somos kamikazes, como muchos pudieran pensar. Somos gente normal, somos seres humanos, que tenemos familia, que tenemos fe, que tenemos credibilidad, que tenemos una vida”, agregó.
Asimismo, descartó de plano renunciar a su cargo mientras se desarrolla la investigación del caso: “Es muy fácil mandarse a cambiar. Nadie gana. La institución y Chile pierden. Siendo comandante en jefe, asumo la responsabilidad de la institución entera”, dijo.
Sin embargo, Rojas reconoció que el retraso en la entrega de información a la justicia fue excesivo y lamentó la renuncia del general Carlos Bertens, agregando que “no es bueno perder oficiales de la calidad del general Bertens”.
El jefe de la FACH fue consultado por la opción de que las familias presenten demandas por la tragedia del Casa 212, ante lo cual respondió que siempre existe la posibilidad de un accidente en los traslados aéreos y recordó que perdió a su propio hermano en uno: “Con los antecedentes que tengo, no habría demandado a la FACH”, afirmó.
Respecto a las filtraciones en torno al caso, Rojas no descartó que éstas provengan de “fuentes institucionales”, pero subrayó que “todas las cosas que han sido ventiladas habían sido entregadas previamente y estaban en conocimiento de los estamentos”.
Además, tal como lo hizo en la Cámara de Diputados, la autoridad aérea reiteró que los 18 puntos vinculados con las condiciones de la aeronave no tienen relación con el accidente.
En esa línea, evitó “especular” antes de que acabe la investigación. Esto, en relación a la presencia de dos cabos, Eduardo Estrada y Flavio Olivos, que habrían viajado como “premio” al archipiélago sin estar incluidos en la lista original de pasajeros, y al sobrepeso de 382 kilos acusado por familiares:
“Es algo que estamos estudiando en el marco del proceso investigativo”, afirmó. “La investigación establecerá todas las responsabilidades involucradas en el accidente. No he querido meterme por ética y para tener la debida objetividad en niveles de detalle”, argumentó.
