“Basta de represión” y “Basta de silencio”, eran algunos de los mensajes de los carteles portados en la marcha que se realizó ayer a las 19:00 horas en la ya tradicional esquina de Alameda con Ahumada en la Santiago, organizada por la Autoconvocatoria Mapuche en repudio a la actitud del Estado chileno.
Los comuneros se movilizaron hasta Plaza de Armas gritando consignas alusivas a militarización de los territorios, la falta de justicia y la discriminación hacia la etnia, la que según sostuvieron, se expresa en la aplicación de la ampliamente criticada Ley Antiterrorista.
Esto cuando, afirman, la violencia va en aumento. Esta semana han surgido distintas reacciones al allanamiento en las comunidades de Temucuicui, donde fue baleado un menor de edad y el lonko Víctor Queipul. A ellas se sumaron distintos Centros de Derechos Humanos los que apuntaron a la responsabilidad del Gobierno.
En esa perspectiva, el director del Programa de Asuntos Indígenas de la Corporación Proyect América, José Vargas, señaló “que la situación es sumamente grave, la responsabilidad en primer lugar está en el Gobierno, el gobierno regional, los fiscales. Creo que llegó el momento de revisar el actuar de los fiscales porque ellos no tienen la confianza de los mapuches y es muy complicado que se pueda llegar por allí a un acuerdo. Por otro lado, la Fiscalía y Carabineros tienen que cambiar de actitud, no es por esa vía que se va a llegar a un acuerdo pacífico, no se va a detener por allí la situación”.
Vargas puso el acento en el daño que se les está causando a los niños, sometidos a un constante clima de enfrentamiento, quienes están creciendo cargados de odio, continuando así la disputa.
Para acabar con esta situación, es necesario instaurar un real marco de respeto del orden jurídico y a las garantías en materia de Derechos Humanos que se exprese en todas las instituciones.
Para lograra eso el co-director del Observatorio Ciudadano, José Aylwin, afirmó que “tienen que haber cambios profundos en la creación de una División de Derechos Humanos en Carabineros es algo positivo, sin embargo, ello no se ve reflejado en cambio de conducta en el trato compatible con los derechos humanos particularmente en comunidades mapuches, pero no sólo en comunidades mapuches, sino en manifestaciones públicas a lo largo del país”.
Aylwin añadió que aquí deben realizarse reformas legales y administrativas profundas, como modificar o eliminar de plano la Ley Antiterrorista y sacar de la justicia militar los delitos que cometen los policías para que estos casos no queden en la impunidad. En este sentido, los especialistas advirtieron que, mientras no se den estas condiciones mínimas, no existirá un dialogo sincero que permita solucionar este conflicto.
“Basta de represión” y “Basta de silencio”, eran algunos de los mensajes de los carteles portados en la marcha que se realizó ayer a las 19:00 horas en la ya tradicional esquina de Alameda con Ahumada en la Santiago, organizada por la Autoconvocatoria Mapuche en repudio a la actitud del Estado chileno.
Los comuneros se movilizaron hasta Plaza de Armas gritando consignas alusivas a militarización de los territorios, la falta de justicia y la discriminación hacia la etnia, la que según sostuvieron, se expresa en la aplicación de la ampliamente criticada Ley Antiterrorista.
Esto cuando, afirman, la violencia va en aumento. Esta semana han surgido distintas reacciones al allanamiento en las comunidades de Temucuicui, donde fue baleado un menor de edad y el lonko Víctor Queipul. A ellas se sumaron distintos Centros de Derechos Humanos los que apuntaron a la responsabilidad del Gobierno.
En esa perspectiva, el director del Programa de Asuntos Indígenas de la Corporación Proyect América, José Vargas, señaló “que la situación es sumamente grave, la responsabilidad en primer lugar está en el Gobierno, el gobierno regional, los fiscales. Creo que llegó el momento de revisar el actuar de los fiscales porque ellos no tienen la confianza de los mapuches y es muy complicado que se pueda llegar por allí a un acuerdo. Por otro lado, la Fiscalía y Carabineros tienen que cambiar de actitud, no es por esa vía que se va a llegar a un acuerdo pacífico, no se va a detener por allí la situación”.
Vargas puso el acento en el daño que se les está causando a los niños, sometidos a un constante clima de enfrentamiento, quienes están creciendo cargados de odio, continuando así la disputa.
Para acabar con esta situación, es necesario instaurar un real marco de respeto del orden jurídico y a las garantías en materia de Derechos Humanos que se exprese en todas las instituciones.
Para lograra eso el co-director del Observatorio Ciudadano, José Aylwin, afirmó que “tienen que haber cambios profundos en la creación de una División de Derechos Humanos en Carabineros es algo positivo, sin embargo, ello no se ve reflejado en cambio de conducta en el trato compatible con los derechos humanos particularmente en comunidades mapuches, pero no sólo en comunidades mapuches, sino en manifestaciones públicas a lo largo del país”.
Aylwin añadió que aquí deben realizarse reformas legales y administrativas profundas, como modificar o eliminar de plano la Ley Antiterrorista y sacar de la justicia militar los delitos que cometen los policías para que estos casos no queden en la impunidad. En este sentido, los especialistas advirtieron que, mientras no se den estas condiciones mínimas, no existirá un dialogo sincero que permita solucionar este conflicto.
“Basta de represión” y “Basta de silencio”, eran algunos de los mensajes de los carteles portados en la marcha que se realizó ayer a las 19:00 horas en la ya tradicional esquina de Alameda con Ahumada en la Santiago, organizada por la Autoconvocatoria Mapuche en repudio a la actitud del Estado chileno.
Los comuneros se movilizaron hasta Plaza de Armas gritando consignas alusivas a militarización de los territorios, la falta de justicia y la discriminación hacia la etnia, la que según sostuvieron, se expresa en la aplicación de la ampliamente criticada Ley Antiterrorista.
Esto cuando, afirman, la violencia va en aumento. Esta semana han surgido distintas reacciones al allanamiento en las comunidades de Temucuicui, donde fue baleado un menor de edad y el lonko Víctor Queipul. A ellas se sumaron distintos Centros de Derechos Humanos los que apuntaron a la responsabilidad del Gobierno.
En esa perspectiva, el director del Programa de Asuntos Indígenas de la Corporación Proyect América, José Vargas, señaló “que la situación es sumamente grave, la responsabilidad en primer lugar está en el Gobierno, el gobierno regional, los fiscales. Creo que llegó el momento de revisar el actuar de los fiscales porque ellos no tienen la confianza de los mapuches y es muy complicado que se pueda llegar por allí a un acuerdo. Por otro lado, la Fiscalía y Carabineros tienen que cambiar de actitud, no es por esa vía que se va a llegar a un acuerdo pacífico, no se va a detener por allí la situación”.
Vargas puso el acento en el daño que se les está causando a los niños, sometidos a un constante clima de enfrentamiento, quienes están creciendo cargados de odio, continuando así la disputa.
Para acabar con esta situación, es necesario instaurar un real marco de respeto del orden jurídico y a las garantías en materia de Derechos Humanos que se exprese en todas las instituciones.
Para lograra eso el co-director del Observatorio Ciudadano, José Aylwin, afirmó que “tienen que haber cambios profundos en la creación de una División de Derechos Humanos en Carabineros es algo positivo, sin embargo, ello no se ve reflejado en cambio de conducta en el trato compatible con los derechos humanos particularmente en comunidades mapuches, pero no sólo en comunidades mapuches, sino en manifestaciones públicas a lo largo del país”.
Aylwin añadió que aquí deben realizarse reformas legales y administrativas profundas, como modificar o eliminar de plano la Ley Antiterrorista y sacar de la justicia militar los delitos que cometen los policías para que estos casos no queden en la impunidad. En este sentido, los especialistas advirtieron que, mientras no se den estas condiciones mínimas, no existirá un dialogo sincero que permita solucionar este conflicto.
