Con sentidas palabras de hermandad hacia el pueblo judío, el Papa Benedicto XVI recibió en audiencia privada a los principales presidentes de las comunidades judías de América Latina.
En el marco de un encuentro organizado por el Congreso Judío Latinoamericano (CJL), la Comunidad Judía de Chile (CJCh), -ente representativo de la comunidad judía del país- se reunió con el Papa Benedicto XVI el día de hoy 10 de mayo en Roma. En el encuentro participó, por la Comunidad Judía de Chile, su Presidente, Shai Agosin Weisz.
En la oportunidad, se intercambiaron criterios para profundizar el trabajo conjunto que judíos y católicos llevan adelante para alcanzar la inclusión en Latinoamérica, el continente que alberga a la mayor cantidad de fieles católicos del mundo, donde además la relación de la Iglesia con las comunidades judías es ejemplar.
Shai Agosin expresó al respecto “el encuentro con el Papa nos permitió afianzar los vínculos entre judíos y católicos y lograr mayor entendimiento, para hacer nuestro aporte a la Paz”.
Consultado respecto al objetivo de este tipo de encuentros inter religiosos, Agosin destacó “hemos asumido juntos, como hermanos, el compromiso de irradiar un fuerte mensaje a la sociedad en la que vivimos, defendiendo la familia, el pluralismo y la democracia; todo esto en el marco de valores comunes de nuestras tradiciones religiosas”.
Respecto a los valores que caracterizan a la CJCh, su presidente enfatizó que “la Comunidad Judía de Chile cree profundamente en una sociedad plural, que tenga respeto por la diversidad de sus ciudadanos y especialmente por las minorías, donde el prejuicio y la discriminación no tengan lugar y en la cual sea rechazado por ende también el antisemitismo o cualquier otra forma de discriminación, porque ni la fe ni la tradición religiosa de las personas pueden ser motivo de exclusión, así como tampoco puede serlo ningún otro aspecto o dimensión de la persona humana”.
Su Santidad Benedicto XVI, entre otras cosas, señaló “rechazo todas las formas de antisemitismo y envío mis bendiciones al pueblo chileno, anhelando que siempre prime un ambiente de concordia y encuentro”.
Asimismo, el Santo Padre agregó “este año en que se cumplen cincuenta años del Concilio Vaticano II, reafirmamos que ustedes, el pueblo judío, son nuestros hermanos”.
Discurso Completo del Papa
Queridos amigos judíos:
Mucho me complace dar la bienvenida a esta delegación del Congreso Judío Latinoamericano. Nuestro encuentro es particularmente significativo, pues ustedes son el primer grupo que representa a organizaciones y comunidades judías en América Latina con el que me he encontrado aquí en el Vaticano. En toda Latinoamérica hay comunidades judías dinámicas, especialmente en Argentina y Brasil, que viven junto a una gran mayoría de católicos. A partir de los años del Concilio Vaticano II, las relaciones entre judíos y católicos se han fortalecido también en su región, y hay diversas iniciativas que siguen profundizando la mutua amistad.
Como ustedes saben, el próximo mes de octubre se celebra el cincuentenario del comienzo del Concilio Vaticano II, cuya Declaración Nostra Aetate sigue siendo la base y guía en nuestros esfuerzos por promover mayor comprensión, respeto y cooperación entre nuestras dos comunidades. Esta Declaración no sólo asumió una neta posición contra toda forma de antisemitismo, sino que sentó también las bases para una nueva valoración teológica de la relación de la Iglesia con el judaísmo, y manifestó su confianza en que el aprecio de la herencia espiritual compartida por judíos y cristianos llevaría a una comprensión y estima mutua cada vez mayor (n. 4)
Al considerar el progreso adquirido en los últimos cincuenta años de relaciones judeo-católicas en todo el mundo, no podemos por menos que dar gracias al Todopoderoso por este signo evidente de su bondad y providencia. Con el crecimiento de la confianza, el respeto y la buena voluntad, grupos que inicialmente se relacionaban con cierta desconfianza, se han convertido paso a paso en socios de confianza y amigos, buenos amigos incluso, capaces de hacer frente juntos a la crisis y superar los conflictos de manera positiva. Ciertamente, aún queda mucho por hacer en la superación de los lastres del pasado, en el fomento de mejores relaciones entre nuestras dos comunidades, y en la respuesta a los desafíos que afrontan cada vez más los creyentes en el mundo actual. Sin embargo, es un motivo para dar gracias el que estemos comprometidos a recorrer juntos el camino del diálogo, la reconciliación y la cooperación.
Queridos amigos, en un mundo cada vez más amenazado por la pérdida de los valores espirituales y morales, que son los que pueden garantizar el respeto de la dignidad humana y la paz duradera, un diálogo sincero y respetuoso entre religiones y culturas es crucial para el futuro de nuestra familia humana. Tengo la esperanza de que esta visita de hoy sea una fuente de aliento y confianza renovada a la hora de afrontar el reto de construir lazos cada vez más fuertes de amistad y colaboración, y de dar testimonio profético de la fuerza de la verdad de Dios, la justicia y el amor reconciliador, para el bien de toda la humanidad.
Con estos sentimientos, queridos amigos, pido al tres veces Santo que les bendiga a ustedes y a sus familias con abundantes dones espirituales, y que guíe sus pasos por el camino de la paz.
Deborah Bechan C.
Jefa de Prensa Comunidad Judía de Chile