Este viernes Constanza Verdugo de 19 años, pasó a engrosar la lista de chilenos que han fallecido a la espera de un trasplante. La joven llevaba dos  años internada a causa del deterioro que sufrió por una fibrosis quística que padecía desde pequeña y, pese a ser prioridad nacional, no logró obtener los órganos para un reemplazo bipulmonar.

Este caso da el contrapunto a las cifras que entregó el Ministerio de Salud la semana pasada, que indicaban un aumento en un 65 por ciento de los donantes entre mayo de 2011 y abril de 2012 en comparación con igual periodo anterior. Es decir, las personas que entregaron sus órganos se incrementaron de 32 a 53, lo que además permitió la práctica de 110 cirugías, un 20 por ciento más que el año pasado.

Pese a que estos indicadores son significativos, todavía no parecen dar abasto para disminuir una lista de espera que, según datos de la Corporación del Trasplante, se eleva a mil 370 pacientes.

El coordinador Nacional de Trasplante del Minsal, José Luis Rojas, comentó que “lógicamente 350 trasplantes sigue siendo un número bajo, pero tampoco es una cifra que sea ostensiblemente tan disminuida. Aspiramos ojalá a acercarnos a los 400 o 500 trasplantes al año y eso sería una cifra mucho más cercana a nuestras necesidades y a cubrir la lista de espera.  De todas formas, el camino es lo que estamos recorriendo”.

En esa línea, José Martínez, jefe del programa de trasplantes del Hospital Clínico de la Universidad Católica explicó que acortar la brecha entre las cirugías y las listas de espera es un objetivo difuso, ya que mientras más se validan los trasplantes más pacientes son derivados a ellos.
“Mientras estos procedimientos tengan éxito y también mayor cobertura desde el punto de vista de los aseguradores salud, la indicación crece.

Hay más médicos que derivan a sus pacientes para que se traten con trasplantes. La lista de espera en todos los países está aumentando, incluso en aquellos que tienen altas tasas de donaciones porque la derivación de pacientes empieza a crecer en la medida en que se vuelve una terapia más validada y rutinaria”, precisó el cirujano.

En este escenario, el especialista de la Universidad Católica destacó la labor de la coordinadora gestionada desde el Ministerio que ha aumentado la cobertura para la pesquisa de potenciales donantes.

De hecho, desde que se implementó la Coordinadora Nacional de Trasplantes, el 92 por ciento de los establecimientos hospitalarios de alta complejidad ya tiene constituida y funcionando un sistema permanente de gestión de donante, asegura el Minsal.

De todas formas, Martínez advirtió la necesidad de emprender cambios en materia educativa.

“Sin duda que los esfuerzos por mejorar la tasa de donación, o sea, que baje la negativa familiar al 20 por ciento, sería algo significativo. Esas medidas son significativas y son más a largo plazo. El tema de la muerte encefálica, el proceso de morir, los trasplantes debieran tratarse ya en educación media”, dijo.

De acuerdo  ala información de la Corporación del Trasplante, en la actualidad, la negativa de la familia ante una eventual donación se eleva al 37 por ciento. Un elemento que es determinante a la hora de encontrar potenciales donantes ya que, pese a que la Ley de Trasplantes – promulgada en 2010-  establece claramente que una persona puede determinar en vida el destino de sus órganos, en la práctica, sigue siendo la familia la que tiene la última palabra en la materia.

Convenio con Argentina

En marzo de este año, las autoridades sanitarias firmaron un acuerdo con Argentina para concretar un libre tránsito de órganos entre los dos países. La idea es ampliar el espectro de las pesquisas aunque, al mismo tiempo, significa “compartir” las listas de espera.

“El sentido del convenio es que haya un libre tránsito de órganos, no de receptores, porque los trasplantes se van a realizar donde se encuentre el paciente. Pero si aparece un donante compatible, inmunológicamente y físicamente en Argentina, en Mendoza, en Buenos Aires y allá no pueden usarlo porque no tienen receptores específicos y si se puede hacer acá tiene sentido el marco de este convenio es esencialmente favorecer los trasplantes”, señaló el titular de Salud, Jaime Mañalich.

A juicio de Martínez, este convenio podría beneficiar a Chile ya que en Argentina hay una mayor cantidad de población que podría presentar una eventual compatibilidad con pacientes nacionales, sin embargo, aseguró que el impacto de esta medida sólo se podrá medir una vez que esté en total funcionamiento.