Declaración completa del Consejo de la Facultad de Filosofía y Humanidades
El Consejo de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile acordó una serie de conclusiones respecto a la propuesta del rector Víctor Pérez para crear una Facultad de Educación.
La instancia señaló acoger de modo favorable la voluntad de la máxima autoridad universitaria con el objetivo de fortalecer el rol y liderazgo de la Universidad de Chile en temas educativos y formación de profesores y expresó su voluntad de participar en esta etapa. Además, recordó el lazo que existía entre la Facultad y el Instituto Pedagógico hasta 1981 y actualmente con el Departamento de Estudios Pedagógicos (DEP), que forma profesores de educación media.
En esa línea, sostuvo que “la pregunta por el perfil del profesor que la Universidad de Chile va a proponer al país debe guiar este debate. De qué manera la Universidad de Chile, a través de la formación de profesores, va a contribuir a superar el actual modelo de educación e iniciar la construcción de un sistema basado en valores republicanos, democráticos y cuya columna vertebral sea un sistema de educación pública nacional y de excelencia”.
Asimismo, la instancia aseguró que el actual modelo del DEP ha sido validado y son “cimientos sólidos” para formar “un profesor entendido como un sujeto histórico reflexivo y crítico comprometido con los problemas de su tiempo y los cambios que ello plantea. Es decir, se trata de una concepción de la profesión docente en ruptura con la visión tecnocrática hoy predominante en Chile. Una concepción que, a nuestro entender, ha demostrado no ser el modelo requerido por la sociedad chilena, como se ha manifestado en las recientes movilizaciones sociales por la educación pública”.
Sin embargo, el Consejo indicó que “una institucionalidad del tipo ‘Facultad’ encierra el serio riesgo de producir una fractura e incomunicación entre los saberes disciplinarios y la pedagogía; de terminar enclaustrando y aislando la educación como ocurre hoy en la mayoría de las Universidades chilenas con los magros resultados conocidos; de constituir una forma organizacional carente de la porosidad y la flexibilidad necesaria para producir un diálogo académico fecundo entre la educación y los saberes humanísticos, las ciencias sociales, las neurociencias, las ciencias y las comunicaciones, campos todos desde los cuales hoy se nutre el saber pedagógico”.
Así, además de destacar que el desarrollo de las pedagogías requiere financiamiento de envergadura y estable, el acuerdo advirtió que “no nos hemos sentido incluidos ni suficientemente escuchados en esta primera etapa. Por ello el Consejo de Facultad ha decidido respaldar unánimemente la declaración de nuestra Decana sra. María Eugenia Góngora, en la cual se expresa una crítica y una preocupación por la manera como se ha dado hasta ahora la participación; se rechaza cualquier forma de reestructuración; los cambios institucionales deben ser fruto del diálogo y acuerdo del conjunto de nuestra comunidad, es decir, de académicos, estudiantes y funcionarios; y se invita a construir esta nueva etapa con espíritu abierto y por los canales institucionales de nuestra Universidad, dando especial voz a los formadores de profesores y a los estudiantes de pedagogía, y valorando los avances que hoy tiene nuestra universidad en el campo educativo y de la formación de profesores”.
En esa línea, la Facultad de Filosofía y Humanidades invitó a la comunidad universitaria en conjunto a pensar la nueva institucionalidad y agregó que “un Instituto o Escuela de Educación Juan Gómez Millas de carácter interdisciplinario e interfacultades, puede ser en esta etapa una solución institucional idónea, que permita dar el salto cualitativo y cuantitativo buscado, preservar y desarrollar la transversalidad y el trabajo en red que el tema exige, y lograr, a su vez, comprometer de manera cooperativa a todas las comunidades de académicos, funcionarios y estudiantes que hoy forman parte de las áreas de formación de profesores, investigación y postgrado en educación en nuestra Universidad”. Para eso, afirmó, el nuevo proyecto debe radicarse en el campus Juan Gómez Millas e integrar a las otras unidades académicas del recinto.
“Reiteramos como Consejo de Facultad nuestra más plena voluntad de participar en esta nueva etapa y de apoyar el proceso que signifique efectivamente un salto cualitativo y cuantitativo en lo que hoy hacemos en educación, bajo el común propósito de que la Universidad de Chile reconstruya a plenitud su liderazgo en la escena nacional, fortaleciendo con ello una educación pública, crítica, democrática y de excelencia”, concluyó el Consejo.