Con el objetivo de reducir los tiempos de viaje y eliminar los trasbordos de Transantiago, el Gobierno reestructuró administrativamente el sistema público de transportes. Entre las modificaciones se incluye la formulación de diez gerencias, entre las que se encuentran en forma inédita las unidades de “Experiencia de clientes”, “Planificación” y “Desarrollo”.
Estas nuevas gerencias, integradas por expertos que ya asesoraron al ministerio del ramo en el proceso de negociación de los nuevos contratos con los operadores, pretenden que en 2014 el sistema se consolide y se convierta en el mejor de la región.
Además, según informó el ministro Pedro Pablo Errázuriz, la cartera trabaja en otros cambios, como la expansión hacia comunas no incluidas en el sistema, la integración con otros medios de transporte, como trenes y tranvías, y la inclusión de la tarjeta Bip en convenios corporativos.
Sin embargo, las organizaciones gremiales de transportes toman los anuncios con escepticismo. Ricardo Maldonado, presidente de la Confederación Nacional Unitaria de Trabajadores del Transporte y afines de Chile (Conutt), advirtió que “la solución al Trasantiago pasa por hacer un nuevo diseño” y que “hace falta una participación de los actores”.
“Lo que nos ha ocurrido siempre es que llegan profesionales que pueden estar muy preparados en las universidades, pero los actores -quienes trabajamos, el usuario y los empresarios- tenemos cero participación en el diseño de la propuesta que se quiere implementar. Desde el escritorio la gente no puede resolver los problemas diarios y concretos que hay en el transporte”, agregó.
Para Maldonado una verdadera transformación parte por reconocer que el actual sistema no resuelve las necesidades de la población, además del ingreso de al menos mil buses más para terminar con los trasbordos y cambiar la red de servicios para asemejarse a la cobertura que tenían las antiguas “micros amarillas”.
El presidente de la Conutt insistió además en que debe haber cambios en las condiciones laborales de los trabajadores: “Usted no puede pretender mantener o mejorar un sistema de transporte público para la población si no mejoran las condiciones de trabajo, terminar con las excesivas jornadas laborales y mejorar la situación salarial de los conductores”, dijo.
De acuerdo a Maldonado, “desde que empezó Transantiago, en vez de fortalecer el sistema salarial, ha desmejorado. Por lo tanto, si usted no resuelve el problema serio de quienes son la cara visible del sistema, lamentablemente va a seguir teniendo las dificultades que todos observamos y que la población de Santiago ha sufrido durante estos cinco años”.
Por su parte, Alejandro Aedo, presidente del Sindicato de Subus, señaló que los nuevos cambios gerenciales son “más de lo mismo” y que una mejora “difícilmente va a pasar por los cambios de gerencia”.
“No creo que haya un nuevo modelo a seguir, porque las medidas que están tomando apuntan directamente a volver al sistema antiguo, de las micros amarillas. La puntada que dio el Gobierno al traspasar la validación de cargo de las empresas netamente pasa por un tema de subvención, económico, no pasa por una mejora del servicio. El propiciar nuevamente competencias entre empresas, entre los mismos conductores, no creo que sea la solución”, señaló.
El dirigente gremial enfatizó la necesidad de mejorar el sistema de validación y, como una medida mayor, que el transporte vuelva al Estado.