Existen distintos tipos de riqueza, los pueblos originarios tienen conciencia de esto y hoy están formando una nueva organización para enfrentar en conjunto a los estragos de un modelo económico y social que está destruyendo sus tierras y sus culturas a través de la instalación de una serie de empresas madereras que desforestan bosque nativo, hidroeléctricas que inundan terrenos ancestrales y plantas a carbón o proyectos mineros que contaminan los suelos.
Una de las llamadas “abuelas del Tatio” y miembro del Consejo Ayllu sin Fronteras, Amalia Mamani, aseveró que “nosotros somos del otro lado de la línea de las transnacionales, esto es un crimen con la naturaleza, porque nosotros estamos degradando mucho y el cambio climático del que hablan tanto los científicos todavía quieren encontrar el por qué de estos cambios bruscos. Se deben a la sobre explotación de los recursos naturales. No somos dueños de la naturaleza, nosotros somos parte de ella”.
“Si capturan las aguas, capturan la sangre de la Tierra. Todo tiene una razón de ser”, añadió la mujer, que vive en San Pedro de Atacama y ha sostenido por años un férrea defensa de los Gieser del Tatio.
Ella es una más de los dirigentas del norte y sur del país que han mantenido fuertes batallas por preservar sus territorios, hoy en manos de las grandes empresas. Entre ellos está Ariel León, presidente de la Corporación Aymara Jach’a Marka Aru, quien advirtió que hoy es necesario actuar unidos para hacerle frente a las firmas extrajeras.
“Las empresas transnacionales están más activas que nunca, operando por la desmantelación de las normas que protegen la sobrevivencia de los pueblos indígenas y a la madre tierra, por ejemplo, se están instalando en virtud de la operación de ONG internacionales, incluso de fondos internacionales que financian ONG chilenas, técnicas legales de desmantelamiento de nuestros derechos”, explicó el dirigente del pueblo Aymara.
Para el dirigente una de estas vías es el intento de regular a través de una ley la Consulta Indígena, considerando que este procedimiento ya está regulado por el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y ya tiene rango de ley constitucional.
“Aquí lo que se quiere es mutilar el convenio, a través de una ley interna que, en definitiva va a desmantelar los mecanismos que aseguran nuestra superviviencia”, afirmó León. A esto, añadió, “se suman mecanismos como el financiamiento selectivo de dirigentes, en el caso del proyecto minero Pascua Lama en el norte y en tantos otros conflictos como en las centrales Mehuín o el mismo Aysén”.
Por esto es que buscan conformar una sola voz válida por la defensa de la tierra y están convocando a dirigentes de todas partes del país.