Al menos 73 personas murieron este viernes en Siria, la mayoría en Hula (centro), donde 50 civiles fallecieron por los bombardeos de las fuerzas gubernamentales, mientras tanques del régimen entraron por primera vez desde el inicio de la revuelta a Alepo (norte).
Entre los civiles fallecidos en esa ciudad hay 13 niños y mientras se contabilizan en 100 los heridos en los oficialistas contra la ciudad de Hula (centro), informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Por su parte, el Consejo Nacional Sirio (CNS), principal coalición de la oposición siria, elevó el número de víctimas de Hula a por lo menos 110 y pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que se reúna en forma urgente.
“Hoy, en Hula, aldea cerca de Homs, las fuerzas del régimen sirio mataron a más de 110 personas, la mitad niños. Algunas de las víctimas fueron alcanzados por disparos de la artillería, otros, familias enteras, fueron masacrados”, indicó Bassma Kosmani, responsable de relaciones exteriores del CNS.
Antes de las informaciones sobre muertos en Hula, se indicaba que este viernes habían muerto 33 personas, de las cuales 27 civiles.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en su último reporte sobre el conflicto, afirmó que los grupos sirios que luchan contra el régimen del presidente Bashar al Asad controlan actualmente partes “significativas” de algunas ciudades.
La tregua anunciada hace más de un mes es violada a diario, por lo que el emisario especial de Naciones Unidas y la Liga árabe Kofi Annan decidió viajar próximamente a Siria.
Pese a los bombardeos y los tiros, miles de manifestantes salieron a las calles de Homs y Hama (centro), Deir Ezzor (este) y Deraa, en el sur del país. Once personas murieron en esos puntos, según el opositor OSDH.