“Pocas medidas” para un anteproyecto que establece un horizonte de diez años, fue la conclusión de parlamentarios y de la comunidad ante la presentación del Plan de Descontaminación del Valle Central de la Región de O’Higgins que presentó el ministerio del Medio Ambiente el viernes pasado.
La propuesta, que sufrió dos prórrogas para su presentación, tiene entre sus principales preocupaciones reducir las concentraciones de MP10 en el Valle Central de O’ Higgins para, como reconocen las autoridades, “salir de la condición de saturación en la que hoy se encuentra”.
Los datos reflejan la emergencia: Rancagua es la ciudad más contaminada de Chile según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en esa región se observan los peores índices de enfermedades respiratorias.
En relación a la leña, se prohíben en forma inmediata las estufas de hogar abierto y se implementarán programas para recambiar calefactores más contaminantes. Además, incluye el control a las emisiones de la industria y transportes, y una compensación de emisiones para nuevas actividades.
El diputado socialista Juan Luis Castro calificó como “poco ambicioso” el nuevo plan de descontaminación, porque no se refiere al material particulado PM2, 5, que es el más dañino, ni se anuncian más estaciones de monitoreo o profundizar en un mecanismo de sustitución de la leña.
Por su parte, el senador PS Juan Pablo Letelier, manifestó que traspasar la responsabilidad de fiscalizar a los municipios es “ridículo porque no tienen esa capacidad”.
“El material particulado DS, es uno que se ve pero que no daña la salud, uno tiene que reducir en particular el PM 2, 5. Hay normas para eso, pero no hay ninguna acción propuesta en el plan específico. Queremos que esas normas y medidas se impongan con mayor rapidez. Reducir un quinto de las emisiones en 10 años es a condenar, a lo menos, una generación más a las patologías de salud que hoy ya se sufren, es irresponsable”, sostuvo el parlamentario.
Roberto Olivares, integrante de la Mesa Regional de Medio Ambiente, indicó que si el diagnóstico no se soluciona con esta receta estaremos ante un plan que no servirá para revertir la actual saturación que afecta a las 17 comunas de la región.
“Esto se viene postergando del Gobierno anterior, que supuestamente se iba a presentar el plan de Preemergencias y los dos años que han transcurrido hasta ahora hemos estado en la misma, lleva tres años de descanso. A la presentación del pre plan, ahora viene el periodo de participación ciudadana que son 60 días hábiles, que no sé qué tanto aporte pueda ser”, señaló Olivares.
En tanto, el alcalde de Rancagua, Eduardo Soto, sostuvo al diario “El Rancagüino” que “en episodios críticos la autoridad regional y medioambiental deben tener un plan y las herramientas legales necesarias. Tenemos que trabajar en que, finalmente, este plan sea tan importante que nos permita mitigar los episodios críticos”.
“Pocas medidas” para un anteproyecto que establece un horizonte de diez años, fue la conclusión de parlamentarios y de la comunidad ante la presentación del Plan de Descontaminación del Valle Central de la Región de O’Higgins que presentó el ministerio del Medio Ambiente el viernes pasado.
La propuesta, que sufrió dos prórrogas para su presentación, tiene entre sus principales preocupaciones reducir las concentraciones de MP10 en el Valle Central de O’ Higgins para, como reconocen las autoridades, “salir de la condición de saturación en la que hoy se encuentra”.
Los datos reflejan la emergencia: Rancagua es la ciudad más contaminada de Chile según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en esa región se observan los peores índices de enfermedades respiratorias.
En relación a la leña, se prohíben en forma inmediata las estufas de hogar abierto y se implementarán programas para recambiar calefactores más contaminantes. Además, incluye el control a las emisiones de la industria y transportes, y una compensación de emisiones para nuevas actividades.
El diputado socialista Juan Luis Castro calificó como “poco ambicioso” el nuevo plan de descontaminación, porque no se refiere al material particulado PM2, 5, que es el más dañino, ni se anuncian más estaciones de monitoreo o profundizar en un mecanismo de sustitución de la leña.
Por su parte, el senador PS Juan Pablo Letelier, manifestó que traspasar la responsabilidad de fiscalizar a los municipios es “ridículo porque no tienen esa capacidad”.
“El material particulado DS, es uno que se ve pero que no daña la salud, uno tiene que reducir en particular el PM 2, 5. Hay normas para eso, pero no hay ninguna acción propuesta en el plan específico. Queremos que esas normas y medidas se impongan con mayor rapidez. Reducir un quinto de las emisiones en 10 años es a condenar, a lo menos, una generación más a las patologías de salud que hoy ya se sufren, es irresponsable”, sostuvo el parlamentario.
Roberto Olivares, integrante de la Mesa Regional de Medio Ambiente, indicó que si el diagnóstico no se soluciona con esta receta estaremos ante un plan que no servirá para revertir la actual saturación que afecta a las 17 comunas de la región.
“Esto se viene postergando del Gobierno anterior, que supuestamente se iba a presentar el plan de Preemergencias y los dos años que han transcurrido hasta ahora hemos estado en la misma, lleva tres años de descanso. A la presentación del pre plan, ahora viene el periodo de participación ciudadana que son 60 días hábiles, que no sé qué tanto aporte pueda ser”, señaló Olivares.
En tanto, el alcalde de Rancagua, Eduardo Soto, sostuvo al diario “El Rancagüino” que “en episodios críticos la autoridad regional y medioambiental deben tener un plan y las herramientas legales necesarias. Tenemos que trabajar en que, finalmente, este plan sea tan importante que nos permita mitigar los episodios críticos”.
“Pocas medidas” para un anteproyecto que establece un horizonte de diez años, fue la conclusión de parlamentarios y de la comunidad ante la presentación del Plan de Descontaminación del Valle Central de la Región de O’Higgins que presentó el ministerio del Medio Ambiente el viernes pasado.
La propuesta, que sufrió dos prórrogas para su presentación, tiene entre sus principales preocupaciones reducir las concentraciones de MP10 en el Valle Central de O’ Higgins para, como reconocen las autoridades, “salir de la condición de saturación en la que hoy se encuentra”.
Los datos reflejan la emergencia: Rancagua es la ciudad más contaminada de Chile según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en esa región se observan los peores índices de enfermedades respiratorias.
En relación a la leña, se prohíben en forma inmediata las estufas de hogar abierto y se implementarán programas para recambiar calefactores más contaminantes. Además, incluye el control a las emisiones de la industria y transportes, y una compensación de emisiones para nuevas actividades.
El diputado socialista Juan Luis Castro calificó como “poco ambicioso” el nuevo plan de descontaminación, porque no se refiere al material particulado PM2, 5, que es el más dañino, ni se anuncian más estaciones de monitoreo o profundizar en un mecanismo de sustitución de la leña.
Por su parte, el senador PS Juan Pablo Letelier, manifestó que traspasar la responsabilidad de fiscalizar a los municipios es “ridículo porque no tienen esa capacidad”.
“El material particulado DS, es uno que se ve pero que no daña la salud, uno tiene que reducir en particular el PM 2, 5. Hay normas para eso, pero no hay ninguna acción propuesta en el plan específico. Queremos que esas normas y medidas se impongan con mayor rapidez. Reducir un quinto de las emisiones en 10 años es a condenar, a lo menos, una generación más a las patologías de salud que hoy ya se sufren, es irresponsable”, sostuvo el parlamentario.
Roberto Olivares, integrante de la Mesa Regional de Medio Ambiente, indicó que si el diagnóstico no se soluciona con esta receta estaremos ante un plan que no servirá para revertir la actual saturación que afecta a las 17 comunas de la región.
“Esto se viene postergando del Gobierno anterior, que supuestamente se iba a presentar el plan de Preemergencias y los dos años que han transcurrido hasta ahora hemos estado en la misma, lleva tres años de descanso. A la presentación del pre plan, ahora viene el periodo de participación ciudadana que son 60 días hábiles, que no sé qué tanto aporte pueda ser”, señaló Olivares.
En tanto, el alcalde de Rancagua, Eduardo Soto, sostuvo al diario “El Rancagüino” que “en episodios críticos la autoridad regional y medioambiental deben tener un plan y las herramientas legales necesarias. Tenemos que trabajar en que, finalmente, este plan sea tan importante que nos permita mitigar los episodios críticos”.
