Para el secretario de Estado las barreras de ingreso son poco sofisticadas y con instrumentos limitados, como pruebas que evalúan solo algunos conocimientos y no incorporan mayor complejidad.
Además, Beyer dijo que se deben evaluar otras habilidades sociocognitivas, como por ejemplo, las capacidades de liderazgo: “También se echa de menos una evaluación más permanente y periódica de los distintos instrumentos para evaluar su predictibilidad, su aporte, para ver si realmente está prediciendo, por ejemplo, éxito oportuno en las universidades. Todas las investigaciones que tenemos son notas de primer año y lo que uno mira en la evidencia internacional es que crecientemente los países se están moviendo a evaluar éxito oportuno más que las notas de primer año. En ese sentido, se requiere una institucionalidad nueva -esa era la invitación- que tenga mayor capacidad de investigar y realizar estudios que permitan ir sofisticando el conjunto de instrumentos que hoy tenemos para la selección”, señaló.
El CRUCH está analizando incorporar otros factores distintos a la PSU, como las calificaciones del colegio o ensayos escritos, para probar capacidades distintas a los conocimientos específicos.
En ese ámbito, se discutirán experiencias como las de la Universidad de Santiago, que enfatiza en las notas y el lugar que los jóvenes ocuparon en su curso en la enseñanza media, el denominado propedéutico.
El rector de esa institución y vicepresidente ejecutivo del CRUCH, Juan Manuel Zolezzi, aseguró que hay muchas ideas válidas que pueden aportar a construir un mejor sistema, pero que la desigualdad en el acceso es un problema que no se soluciona solo modificando las barreras de entrada. “Hay que abrir la puerta a esos elementos en un porcentaje razonable, con experiencias que sean verdaderas y con resultados positivos. La experiencia de estudiantes que por alguna razón no van a obtener nunca un buen resultado en la PSU y que con alguna ayuda pueden entrar a la universidad y obtener una profesión, eso tiene que mantenerse”, añadió.
Ignacio Sánchez, rector de la Universidad Católica, indicó que el plantel hace ocho años realiza ensayos escritos, por lo que en ese tema ya tiene más de 30 mil ejemplos exitosos.
Sánchez añadió que el CRUCH también estudia métodos evaluativos que incorporen la detección de habilidades no cognitivas, como “capacidad de liderazgo, actividades extracurriculares de los estudiantes en educación media, si han sido líderes deportivos, scouts, dirigentes estudiantiles, etc.”.
“Hoy hay universidades privadas que dan una cierta ponderación por esos elementos y desde nuestra universidad hace cinco años se está haciendo un trabajo de investigación que tomó estudiantes de segundo y tercero medio y ha ido siguiéndolos en su ingreso a la universidad y su progresión académica”, agregó.
Desde el Mineduc esperan que el CRUCH también revise la actual institucionalidad para diseñar la PSU, dotándola de mayor transparencia y poniendo énfasis en la investigación permanente.
Para el secretario de Estado las barreras de ingreso son poco sofisticadas y con instrumentos limitados, como pruebas que evalúan solo algunos conocimientos y no incorporan mayor complejidad.
Además, Beyer dijo que se deben evaluar otras habilidades sociocognitivas, como por ejemplo, las capacidades de liderazgo: “También se echa de menos una evaluación más permanente y periódica de los distintos instrumentos para evaluar su predictibilidad, su aporte, para ver si realmente está prediciendo, por ejemplo, éxito oportuno en las universidades. Todas las investigaciones que tenemos son notas de primer año y lo que uno mira en la evidencia internacional es que crecientemente los países se están moviendo a evaluar éxito oportuno más que las notas de primer año. En ese sentido, se requiere una institucionalidad nueva -esa era la invitación- que tenga mayor capacidad de investigar y realizar estudios que permitan ir sofisticando el conjunto de instrumentos que hoy tenemos para la selección”, señaló.
El CRUCH está analizando incorporar otros factores distintos a la PSU, como las calificaciones del colegio o ensayos escritos, para probar capacidades distintas a los conocimientos específicos.
En ese ámbito, se discutirán experiencias como las de la Universidad de Santiago, que enfatiza en las notas y el lugar que los jóvenes ocuparon en su curso en la enseñanza media, el denominado propedéutico.
El rector de esa institución y vicepresidente ejecutivo del CRUCH, Juan Manuel Zolezzi, aseguró que hay muchas ideas válidas que pueden aportar a construir un mejor sistema, pero que la desigualdad en el acceso es un problema que no se soluciona solo modificando las barreras de entrada. “Hay que abrir la puerta a esos elementos en un porcentaje razonable, con experiencias que sean verdaderas y con resultados positivos. La experiencia de estudiantes que por alguna razón no van a obtener nunca un buen resultado en la PSU y que con alguna ayuda pueden entrar a la universidad y obtener una profesión, eso tiene que mantenerse”, añadió.
Ignacio Sánchez, rector de la Universidad Católica, indicó que el plantel hace ocho años realiza ensayos escritos, por lo que en ese tema ya tiene más de 30 mil ejemplos exitosos.
Sánchez añadió que el CRUCH también estudia métodos evaluativos que incorporen la detección de habilidades no cognitivas, como “capacidad de liderazgo, actividades extracurriculares de los estudiantes en educación media, si han sido líderes deportivos, scouts, dirigentes estudiantiles, etc.”.
“Hoy hay universidades privadas que dan una cierta ponderación por esos elementos y desde nuestra universidad hace cinco años se está haciendo un trabajo de investigación que tomó estudiantes de segundo y tercero medio y ha ido siguiéndolos en su ingreso a la universidad y su progresión académica”, agregó.
Desde el Mineduc esperan que el CRUCH también revise la actual institucionalidad para diseñar la PSU, dotándola de mayor transparencia y poniendo énfasis en la investigación permanente.
Para el secretario de Estado las barreras de ingreso son poco sofisticadas y con instrumentos limitados, como pruebas que evalúan solo algunos conocimientos y no incorporan mayor complejidad.
Además, Beyer dijo que se deben evaluar otras habilidades sociocognitivas, como por ejemplo, las capacidades de liderazgo: “También se echa de menos una evaluación más permanente y periódica de los distintos instrumentos para evaluar su predictibilidad, su aporte, para ver si realmente está prediciendo, por ejemplo, éxito oportuno en las universidades. Todas las investigaciones que tenemos son notas de primer año y lo que uno mira en la evidencia internacional es que crecientemente los países se están moviendo a evaluar éxito oportuno más que las notas de primer año. En ese sentido, se requiere una institucionalidad nueva -esa era la invitación- que tenga mayor capacidad de investigar y realizar estudios que permitan ir sofisticando el conjunto de instrumentos que hoy tenemos para la selección”, señaló.
El CRUCH está analizando incorporar otros factores distintos a la PSU, como las calificaciones del colegio o ensayos escritos, para probar capacidades distintas a los conocimientos específicos.
En ese ámbito, se discutirán experiencias como las de la Universidad de Santiago, que enfatiza en las notas y el lugar que los jóvenes ocuparon en su curso en la enseñanza media, el denominado propedéutico.
El rector de esa institución y vicepresidente ejecutivo del CRUCH, Juan Manuel Zolezzi, aseguró que hay muchas ideas válidas que pueden aportar a construir un mejor sistema, pero que la desigualdad en el acceso es un problema que no se soluciona solo modificando las barreras de entrada. “Hay que abrir la puerta a esos elementos en un porcentaje razonable, con experiencias que sean verdaderas y con resultados positivos. La experiencia de estudiantes que por alguna razón no van a obtener nunca un buen resultado en la PSU y que con alguna ayuda pueden entrar a la universidad y obtener una profesión, eso tiene que mantenerse”, añadió.
Ignacio Sánchez, rector de la Universidad Católica, indicó que el plantel hace ocho años realiza ensayos escritos, por lo que en ese tema ya tiene más de 30 mil ejemplos exitosos.
Sánchez añadió que el CRUCH también estudia métodos evaluativos que incorporen la detección de habilidades no cognitivas, como “capacidad de liderazgo, actividades extracurriculares de los estudiantes en educación media, si han sido líderes deportivos, scouts, dirigentes estudiantiles, etc.”.
“Hoy hay universidades privadas que dan una cierta ponderación por esos elementos y desde nuestra universidad hace cinco años se está haciendo un trabajo de investigación que tomó estudiantes de segundo y tercero medio y ha ido siguiéndolos en su ingreso a la universidad y su progresión académica”, agregó.
Desde el Mineduc esperan que el CRUCH también revise la actual institucionalidad para diseñar la PSU, dotándola de mayor transparencia y poniendo énfasis en la investigación permanente.
