Como un “acto de provocación al pueblo de Chile que sufrió una dictadura feroz durante 17 años” calificó Marco Enríquez – Ominami la ceremonia desarrollada el domingo pasado en el Teatro Caupolicán de Santiago. “Este tipo de homenajes violentan y agreden la esencia misma de la sociedad chilena, no recuerdo un intento de este tipo en pueblos como el francés, por ejemplo, y es que claramente debe existir un límite moral sobre la libertad para desarrollar eventos de esta naturaleza”.

Sobre la “funa” que realizaron varias organizaciones durante la actividad, el líder del PRO declaró que “el pueblo chileno siempre ha sido valiente al expresar sus ideales libertarios y esta vez no fue la excepción. Una gran mayoría llegó a expresar en forma pacífica su reprobación a este lamentable evento, pero una vez más se encontró con una policía hiperventilada que se mostró extraordinariamente dura para reprimir a los manifestantes y sorprendentemente ineficaz para siquiera identificar a gente que salió disparando balazos al aire desde el Teatro Caupolicán”.

Por último, en relación a la reacción de las autoridades, sostuvo que “este gobierno está disociado, lamentablemente no podemos esperar más. Por un lado muestran la cara de demócratas renovados gracias a que durante años han desarrollado una silenciosa campaña para borrar su pasado dictatorial, y por otra parte no son capaces de siquiera condenar un acto como del de ayer de homenaje a un tirano y genocida, escudándose en una lógica leguleya de segunda orden. Si el actual sistema no permite impedir actos de este tipo, es porque ellos mismos no prestaron los votos en el Congreso cuando se quiso poner límite a este tipo de situaciones”, finalizó.