Distintas encuestas de México coinciden en que la recta final de las elecciones presidenciales tendrá un ambiente de polarización y una tendencia a disminuir diferencias entre el favorito, Enrique Peña Nieto, y su rival más cercano, el izquierdista Manuel López Obrador.
Prácticamente todos los sondeos de la última semana sitúan a Peña Nieto del PRI en primer lugar, aunque su ventaja sobre López Obrador disminuye, lo que abre las opciones de repetir la estrecha diferencia de las elecciones presidenciales de 2006.
Analistas destacan que tal como en 2006 las encuestas cerraron en empate técnico entre Calderón y López Obrador, una diferencia de tres puntos promedio en esta ocasión no es “estadísticamente significativa” para asegurar un ganador en estos comicios.
Distintas encuestas de México coinciden en que la recta final de las elecciones presidenciales tendrá un ambiente de polarización y una tendencia a disminuir diferencias entre el favorito, Enrique Peña Nieto, y su rival más cercano, el izquierdista Manuel López Obrador.
Prácticamente todos los sondeos de la última semana sitúan a Peña Nieto del PRI en primer lugar, aunque su ventaja sobre López Obrador disminuye, lo que abre las opciones de repetir la estrecha diferencia de las elecciones presidenciales de 2006.
Analistas destacan que tal como en 2006 las encuestas cerraron en empate técnico entre Calderón y López Obrador, una diferencia de tres puntos promedio en esta ocasión no es “estadísticamente significativa” para asegurar un ganador en estos comicios.
Distintas encuestas de México coinciden en que la recta final de las elecciones presidenciales tendrá un ambiente de polarización y una tendencia a disminuir diferencias entre el favorito, Enrique Peña Nieto, y su rival más cercano, el izquierdista Manuel López Obrador.
Prácticamente todos los sondeos de la última semana sitúan a Peña Nieto del PRI en primer lugar, aunque su ventaja sobre López Obrador disminuye, lo que abre las opciones de repetir la estrecha diferencia de las elecciones presidenciales de 2006.
Analistas destacan que tal como en 2006 las encuestas cerraron en empate técnico entre Calderón y López Obrador, una diferencia de tres puntos promedio en esta ocasión no es “estadísticamente significativa” para asegurar un ganador en estos comicios.
