Las autoridades bautizaron el pasado junio como “el mes en contra del Trabajo Infantil”. Este sentido, como balance de las diversas actividades y anuncios, la ministra del ramo, Evelyn Matthei, se comprometió a “eliminar de aquí al 2015 el trabajo infantil en sus peores formas como la explotación sexual y también los trabajos peligrosos. Sabemos de algunos niños que los mandan a poner los explosivos en el norte”, señaló.
Durante el último mes, la Dirección del Trabajo destacó un aumento de fiscalizaciones en más de un 52 por ciento respecto al año anterior, con un número de 1.217 inspecciones, donde 125 han resultado con multa.
Sin embargo, el coordinador del Diplomado Niñez y Políticas Públicas del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile, Osvaldo Torres, advirtió que la promesa del Gobierno es “inalcanzable”, más allá de la voluntad que tengan desde el ministerio del Trabajo.
“Hay un problema de diseño de la política pública a nivel local que no está resuelto, los nudos son financieros porque los programas no dan cobertura para la magnitud de las cifras y, por otro lado, los diseños de política pública han quedado relativamente obsoletos. En esas condiciones, no creo que el trabajo infantil pueda eliminarse, sobre todo en sus peores formas, que tiene una condición de ilegal, pero además medio clandestino. Si no hay políticas locales es muy difícil encontrar los casos”, añadió el experto.
Ante el aumento de las fiscalizaciones, Torres, también director ejecutivo de la Asociación Chilena Pro Naciones Unidas (ACHNU) señaló que es positivo, “pero insuficiente respecto a la necesidad de entender que el problema no es solo el cumplimiento de la ley laboral, sino que es un problema de preguntarse qué es lo que empuja a las familias o a los propios niños a desarrollar una faena productiva en búsqueda de un ingreso y eso está asociado directamente a la característica de las políticas sociales que se implementan”, dijo.
Desde el ministerio del trabajo también destacaron la realización de la segunda encuesta nacional sobre la materia, que fue desarrollada en conjunto por el ministerio del Trabajo, de Desarrollo Social y la OIT, y cuyos resultados estarán a fines de este año.
La Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes se elaboro con la cooperación del centro de Microdatos de la Universidad de Chile, y contempla preguntas sobre temas como las actividades diarias, educación, sexualidad, consumo de drogas, prácticas deportivas, redes de apoyo y actividades sociales.
Torres aseguró que es de mucha importancia la actualización de este sondeo, ya que la primera versión de esta consulta se realizó el 2003 a cargo del Instituto Nacional de Estadísticas.
Las autoridades bautizaron el pasado junio como “el mes en contra del Trabajo Infantil”. Este sentido, como balance de las diversas actividades y anuncios, la ministra del ramo, Evelyn Matthei, se comprometió a “eliminar de aquí al 2015 el trabajo infantil en sus peores formas como la explotación sexual y también los trabajos peligrosos. Sabemos de algunos niños que los mandan a poner los explosivos en el norte”, señaló.
Durante el último mes, la Dirección del Trabajo destacó un aumento de fiscalizaciones en más de un 52 por ciento respecto al año anterior, con un número de 1.217 inspecciones, donde 125 han resultado con multa.
Sin embargo, el coordinador del Diplomado Niñez y Políticas Públicas del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile, Osvaldo Torres, advirtió que la promesa del Gobierno es “inalcanzable”, más allá de la voluntad que tengan desde el ministerio del Trabajo.
“Hay un problema de diseño de la política pública a nivel local que no está resuelto, los nudos son financieros porque los programas no dan cobertura para la magnitud de las cifras y, por otro lado, los diseños de política pública han quedado relativamente obsoletos. En esas condiciones, no creo que el trabajo infantil pueda eliminarse, sobre todo en sus peores formas, que tiene una condición de ilegal, pero además medio clandestino. Si no hay políticas locales es muy difícil encontrar los casos”, añadió el experto.
Ante el aumento de las fiscalizaciones, Torres, también director ejecutivo de la Asociación Chilena Pro Naciones Unidas (ACHNU) señaló que es positivo, “pero insuficiente respecto a la necesidad de entender que el problema no es solo el cumplimiento de la ley laboral, sino que es un problema de preguntarse qué es lo que empuja a las familias o a los propios niños a desarrollar una faena productiva en búsqueda de un ingreso y eso está asociado directamente a la característica de las políticas sociales que se implementan”, dijo.
Desde el ministerio del trabajo también destacaron la realización de la segunda encuesta nacional sobre la materia, que fue desarrollada en conjunto por el ministerio del Trabajo, de Desarrollo Social y la OIT, y cuyos resultados estarán a fines de este año.
La Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes se elaboro con la cooperación del centro de Microdatos de la Universidad de Chile, y contempla preguntas sobre temas como las actividades diarias, educación, sexualidad, consumo de drogas, prácticas deportivas, redes de apoyo y actividades sociales.
Torres aseguró que es de mucha importancia la actualización de este sondeo, ya que la primera versión de esta consulta se realizó el 2003 a cargo del Instituto Nacional de Estadísticas.
Las autoridades bautizaron el pasado junio como “el mes en contra del Trabajo Infantil”. Este sentido, como balance de las diversas actividades y anuncios, la ministra del ramo, Evelyn Matthei, se comprometió a “eliminar de aquí al 2015 el trabajo infantil en sus peores formas como la explotación sexual y también los trabajos peligrosos. Sabemos de algunos niños que los mandan a poner los explosivos en el norte”, señaló.
Durante el último mes, la Dirección del Trabajo destacó un aumento de fiscalizaciones en más de un 52 por ciento respecto al año anterior, con un número de 1.217 inspecciones, donde 125 han resultado con multa.
Sin embargo, el coordinador del Diplomado Niñez y Políticas Públicas del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile, Osvaldo Torres, advirtió que la promesa del Gobierno es “inalcanzable”, más allá de la voluntad que tengan desde el ministerio del Trabajo.
“Hay un problema de diseño de la política pública a nivel local que no está resuelto, los nudos son financieros porque los programas no dan cobertura para la magnitud de las cifras y, por otro lado, los diseños de política pública han quedado relativamente obsoletos. En esas condiciones, no creo que el trabajo infantil pueda eliminarse, sobre todo en sus peores formas, que tiene una condición de ilegal, pero además medio clandestino. Si no hay políticas locales es muy difícil encontrar los casos”, añadió el experto.
Ante el aumento de las fiscalizaciones, Torres, también director ejecutivo de la Asociación Chilena Pro Naciones Unidas (ACHNU) señaló que es positivo, “pero insuficiente respecto a la necesidad de entender que el problema no es solo el cumplimiento de la ley laboral, sino que es un problema de preguntarse qué es lo que empuja a las familias o a los propios niños a desarrollar una faena productiva en búsqueda de un ingreso y eso está asociado directamente a la característica de las políticas sociales que se implementan”, dijo.
Desde el ministerio del trabajo también destacaron la realización de la segunda encuesta nacional sobre la materia, que fue desarrollada en conjunto por el ministerio del Trabajo, de Desarrollo Social y la OIT, y cuyos resultados estarán a fines de este año.
La Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes se elaboro con la cooperación del centro de Microdatos de la Universidad de Chile, y contempla preguntas sobre temas como las actividades diarias, educación, sexualidad, consumo de drogas, prácticas deportivas, redes de apoyo y actividades sociales.
Torres aseguró que es de mucha importancia la actualización de este sondeo, ya que la primera versión de esta consulta se realizó el 2003 a cargo del Instituto Nacional de Estadísticas.
