La justicia argentina condenó al dictador Jorge Rafael Videla (85) a 50 años de cárcel por el robo a de recién nacidos y menores de 10 años a prisioneras políticas de la dictadura que sufrió el país trasandino entre 1976 y 1983.
El Tribunal Oral Federal Número 6 de Buenos Aires, el que definió el accionar de Videla como “una práctica sistemática y generalizada”, también condenó a otros 10 acusados, entre los que también se encuentra Reynaldo Benito Bignone, sentenciado con 15 años de presidio, el jefe de la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma), Jorge ‘Tigre’ Acosta, el ex jefe de la Marina, Rubén Franco, y el ex subcomandante de la misma fuerza militar, Antonio Vañek.
Videla, quien después de ser condenado a cadena perpetua en el juicio a las juntas de 1983 fue indultado en 1990, volvió a ser detenido en 1998 acusado por el plan sistemático de robo de bebés que llegó a juicio el 28 de febrero de 2011.
En el proceso se ventilaron 35 casos de apropiación de niños, de los cuales 26 recuperaron su identidad, “como un muestrario del plan sistemático que ocurrió en distintos centros clandestinos de detención”, según Abuelas de Plaza de Mayo, entidad humanitaria creada en 1977 y candidata al premio Nobel de la Paz 2012.
Durante el juicio se abordó entre otros el caso de Aníbal Simón Méndez Gatti, hijo de los uruguayos Sara Méndez y Mauricio Gatti, recuperado en 2002, y el de Macarena Gelman, hija de Marcelo Gelman y María Claudia Iruretagoyena y nieta del poeta argentino Juan Gelman, apropiada en Uruguay y que conoció su verdadera identidad en 1999.
También figura la historia de los hermanos Anatole y Victoria Julien Grisonas, que tenían 4 y un año y medio en 1976 cuando fueron secuestrados junto a sus padres luego desaparecidos en Buenos Aires, llevados a Montevideo y abandonados luego en una plaza de Chile, en un caso emblemático del Plan Cóndor de coordinación represiva en el Cono Sur.
En su alegato final, Videla, quien recibió en 2010 su segunda condena a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad, señaló como “terroristas” a esas mujeres que dieron a luz en la dictadura, luego de lo cual muchas veces eran arrojadas vivas al mar desde aviones militares en vuelo.
“Todas las parturientas, a quienes respeto como madres, eran militantes activas de la maquinaria del terrorismo. Usaron a sus hijos como escudos humanos”, dijo el ex dictador ante el tribunal.
Según Videla, la existencia de un plan sistemático para sustraer menores “es una falacia (…), había órdenes estrictas y escritas para restituir menores desvalidos a sus familiares”.
De acuerdo a organizaciones de Derechos Humanos, 105 menores sustraídos a sus madres durante la dictadura han recuperado la identidad, mientras 400 denuncias se mantienen sin resolver.